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El alud de barro de Brasil ya llega al mar

La avalancha provocada por la rotura de muros de contención de una mina en Minas Gerais hace 17 días ha recorrido 700 kilómetros

Este domingo el volumen de barro en la desembocadura del río se intensificó y tiñó la costa del Estado de Espírito Santo, fronterizo con Minas Gerais.RICARDO MORAES (REUTERS)
Antes de llegar al mar, la ola de barro "fue revistiendo el trayecto del río, explica Marcus Vinícius Polignano, coordinador del Proyecto Manuelzão, una iniciativa de la Universidad Federal de Minas Gerais para estudiar la actividad económica y la situación medioambiental de la zona.RICARDO MORAES (REUTERS)
El coordinador del Proyecto Manuelzão, de la Universidad Federal de Minas Gerais, Marcus Vinícius Polignano, alertó en una entrevista a EL PAÍS de la llegada de barro al Estado de Espírito Santo, vecino a Minas Gerais. "La avalancha de barro esparció unos 62 millones de metros cúbicos de desechos", explicó.RICARDO MORAES (REUTERS)
Cientos de kilómetros de quilômetros arriba, en el río Doce, las aguas siguen siendo marrones. "A pesar de que el barro no tiene una composición tóxica desde el punto de vista químico, la densidad tiene mucho impacto. Va formando un tsunami de desechos que, allá por donde pasó, causó destrozos y muertes", explica el experto en impacto ambiental de la actividad económica Marcus Vinícius Polignano.FRED LOUREIRO (AFP)
La avalancha de barro alcanzó, en la costa de Espírito Santo, una zona de protección ambiental para el desove de tortugas marinas, entre ellas algunas especies en peligro de extinción.RICARDO MORAES (REUTERS)
El coordinador del centro de preservación de tortugas marinas Tamar-IMCBio, Joca Thome, sobrevoló la zona el domingo, según el periódico brasileño 'O Estado de S. Paulo'. A su regreso, comentó: "No sé qué decir. Es terrible, una calamidad. Parece una gelatina marrón esparciéndose mar adentro".RICARDO MORAES (REUTERS)
Esta es la época de desove de tortugas marinas en la zona. Los trabajadores en preservación de esta especie han retirado decenas de nidos de la playa durante los últimos días.RICARDO MORAES (REUTERS)
La rotura de muros de contención de la mina de Mariana, en Minas Gerais, han dejado ocho muertos y 11 desaparecidos.FRED LOUREIRO (AFP)
La previsión inicial del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil calculaba que el barro vertido en el desastre de Mariana se extendería por nueve kilómetros de la costa de Espírito Santo. Los nuevos cálculos hacen temer un alcance mayor.FRED LOUREIRO (AFP)
"Es el mayor río que nace y muere en el centro-sur. Es el símbolo de la región, y está muerto. Ha pasado a ser un curso de agua estéril. Es la mayor tragedia ecológica de Brasil", opinó el fotógrafo brasileño y ecologista Sebastião Salgado en una entrevista en EL PAÍS.FRED LOUREIRO (AFP)
Habitantes de la costa de Espírito Santo, adonde este fin de semana llegó el barro, protestaron estos días con gritos contra la minera Vale, una de las propietarias de Samarco, gestora de la mina rota en Mariana.ENRICO MARCOVALDI (EFE)
"Presencié uno de los espectáculos más terribles de mi vida. Todos los peces del río, sin excepción, están muertos", dijo el fotógrafo Sebastião Salgado tras visitar la zona.ENRICO MARCOVALDI (EFE)
El barro ha taponado la desembocadura del Rio Doce en la zona de Linhares (Espírito Santo) matando a centenares de peces, según el diario 'Folha de S. Paulo'.ENRICO MARCOVALDI (EFE)