17 fotos

Así creó Schommer la serie ‘No oculto nada’

Making of de las sesiones que realizó el fotógrafo Alberto Schommer para retratar a candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid mostrando las palmas de sus manos

El estudio del artista está ubicado en el antiguo comedor de su casa, una estancia en penumbra, decorada con un papel pintado demodé cargado de tonos verdes.Gorka Lejarcegi
Schommer posa con su cámara Hasselblad. Al inicio de cada una de las sesiones el fotógrafo supervisaba minuciosamente todo el equipo y se aseguraba de que todo estuviera perfectamente ordenado.Gorka Lejarcegi
Luis García Montero, entonces candidato de IU a la Comunidad, no pudo evitar hablar de poesía con Schommer. Le contó que no olvidará la dirección de su casa porque es “un endecasílabo”. Y enumeró las sílabas. Y conversaron también sobre Alberti y Ayala. “Les hizo unos retratos magníficos”, le halagó.Gorka Lejarcegi
“Tienes que poner las manos así, es muy sencillo”, indicaba Schommer a los invitados. Levantaba entonces las suyas mostrando cómo hacerlo.Gorka Lejarcegi
“¿Qué tal la campaña?”, le preguntó Alberto Schommer a Antonio Miguel Carmona, entonces candidato municipal socialista. “Hay muchas encuestas. Cada día me preguntan, pero solo respondo cuando son favorables”. Y ambos soltaron una sonora carcajada.Gorka Lejarcegi
"Junta un poco más las manos... mirando aquí... súbelas un poco... no sonrías, pon cara normal", las indicaciones del fotógrafo eran sencillas y concisas. Y retrató a todos los candidatos serios.Gorka Lejarcegi
“Me rompí un brazo de pequeña. Hice mal la rehabilitación y me cuesta girarlo”, confesó Cristina Cifuentes, entonces candidata del PP a la Comunidad. Conectó rápidamente con Schommer y se perdieron por la casa viendo sus fotos y recuerdos. “¡Qué maravilla!”, exclamó Cifuentes.Gorka Lejarcegi
Alberto Schommer al inicio de una de las sesiones. El artista había concebido una foto sobria, en blanco y negro. Con una sola luz alta y un fondo en el que se moldeaba un degradado.Gorka Lejarcegi
Manuela Carmena, en ese momento candidata municipal de Ahora Madrid, tuvo algunas dificultades para mantener abierta su mano derecha durante la sesión fotográfica. El artista bromeó con ella: “Ahora ya puedes decir que la mano derecha es más peligrosa que la izquierda”.Gorka Lejarcegi
Schommer realizó siete sesiones, una por candidato, y de cada personaje hizo 12 fotografías. Un rollo de película de formato 120. "Hacer más de un rollo cansa a la gente. Me canso hasta yo", comentaba.Gorka Lejarcegi
A Schommer y a Ángel Gabilondo, entonces candidato del PSOE a la Comunidad, les unen muchas cosas. Entre ellas la calle de Chucurra en San Sebastián. Allí creció Gabilondo y allí el fotógrafo conoció a su esposa. “Cuando pase todo esto de las elecciones, te hago un retrato y nos tomamos un gin-tonic”. “Vale”, acordó el candidato. Y se despidieron con un abrazo.Gorka Lejarcegi
Todas las sesiones arrancaban con una fotografía de prueba con película instantánea Polaroid. Tras extraerla del respaldo, Schommer la mantenía entre las palmas de sus manos, proporcionándole calor durante el revelado.Gorka Lejarcegi
El candidato de UPyD al Ayuntamiento, David Ortega, se mostró emocionado tras la sesión. “Es un honor que usted me haga una foto. Es de esas cosas que solo vives gracias a una campaña”. le dijo a Schommer. Caminó hacia la salida y repitió “muchas gracias” desde el quicio de la puerta.Gorka Lejarcegi
El fotógrafo entra en su estudio y se dirige hacia su cámara.Gorka Lejarcegi
“¿Me haría el honor de hacerse una foto conmigo?”, le preguntó la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía al fotógrafo vasco. “Claro. Riéndote estás estupenda. Reírte te favorece en las fotos”, le respondió Schommer. Pero la retrató seria.Gorka Lejarcegi
Al final de cada sesión, el fotógrafo extraía el rollo del respaldo de la cámara, lo preparaba para enviarlo al laboratorio y ordenaba el material. Todo quedaba listo para recibir al siguiente invitado.Gorka Lejarcegi
El trabajo está finalizado. Schommer supervisa las fotos de sus 'Retratos políticos' en el salón de su casa antes de entregarlas para su publicación.Gorka Lejarcegi