El prototipo espacial ‘IXV’, recuperado en el Pacífico, viaja ya hacia Europa
La nave europea realizó con éxito un vuelo suborbital de 100 minutos de duración para ensayar tecnologías de regreso a la Tierra
El prototipo de nave espacial IXV, tras cumplir el miércoles 11 con éxito su vuelo suborbital de 100 minutos de duración, fue recogido unas horas después de caer en el Pacífico por el buque de recuperación Nos Aries, al oeste de las Islas Galápagos. Tras el frenado asistido por un sistema de paracaídas, el vehículo automático de casi dos toneladas y el tamaño de un coche amerizó y desplegó unos globos para mantenerse a flote hasta que se aproximó el buque, que estaba esperando en ...
El prototipo de nave espacial IXV, tras cumplir el miércoles 11 con éxito su vuelo suborbital de 100 minutos de duración, fue recogido unas horas después de caer en el Pacífico por el buque de recuperación Nos Aries, al oeste de las Islas Galápagos. Tras el frenado asistido por un sistema de paracaídas, el vehículo automático de casi dos toneladas y el tamaño de un coche amerizó y desplegó unos globos para mantenerse a flote hasta que se aproximó el buque, que estaba esperando en la zona a unos 25 kilómetros del punto previsto de caída. Los equipos de rescate salieron en lancha para amarrar la nave espacial e izarla a la cubierta del Nos Aries. El vehículo está, aparentemente, en buenas condiciones, informó la Agencia Europea del Espacio (ESA), y ahora se transporta hacia Europa para que los expertos procedan a su análisis exhaustivo. Los resultados no se conocerán hasta dentro de seis semanas, como mínimo.
El IXV fue lanzado el miércoles desde la base espacial europea de Kourou, en la Guayana Francesa, con un cohete Vega, a las 14.40 hora peninsular española. Se separó del lanzador a 340 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre y siguió elevándose ya en solitario hasta alcanzar 412 kilómetros. En total voló, en 100 minutos, 32.400 kilómetros con una velocidad media de 20.000 kilómetros por hora. La reentrada en la atmósfera terrestre se produjo a 120 kilómetros de altura, con una velocidad de 7,5 kilómetros por hora, creándose las mismas condiciones que afronta una nave espacial regresando a la Tierra desde una órbita baja.
Los científicos e ingenieros diseñaron esta misión para ensayar y conocer el comportamiento en vuelo de la nave (especialmente la reentrada), la respuesta de los materiales utilizados para construirla, los sistemas de guiado, navegación y control, etcétera. Varios experimentos a bordo y 300 sensores tomaron todos los datos del vuelo.