Cómo el miércoles se convirtió en el día menos popular de Internet

La Red celebra los #CyberMonday, #BlackFriday, #GivingTuesday o #ThrowbackThursday. Todo menos el tercer día de la semana

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No hay más fácil que odiar que un hashtag, quizá porque no hay nada más efectivo que un hashtag. Indica, como una clave al inicio de una partitura, lo que la palabra no puede: el tono de un mensaje, el afecto que las palabras no siempre aclaran, y, sobre todo, a qué familia emocional pertenece. Está la eclosión publicitaria del #BlackFriday y el #CyberMonday, muy vinculados a la ...

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No hay más fácil que odiar que un hashtag, quizá porque no hay nada más efectivo que un hashtag. Indica, como una clave al inicio de una partitura, lo que la palabra no puede: el tono de un mensaje, el afecto que las palabras no siempre aclaran, y, sobre todo, a qué familia emocional pertenece. Está la eclosión publicitaria del #BlackFriday y el #CyberMonday, muy vinculados a la reciente celebración de la estadounidense Acción de Gracias, que también ha creado el #GivingTuesday.

El único día libre de almohadilla entre semana es el miércoles, que parece haber quedado colgado como un verso suelto en el universo virtual

Pero hay más hashtags colados en nuestro día a día. Los jueves etiquetamos nuestras fotos de jovenzuelos con un #ThrowbackThursday, que podría traducirse como jueves de mirar atrás (quien no haya visto un #tbt en Instagram que tire la primera piedra) y con el #FridayFlashback, que intenta quitarle al jueves la hegemonía de la nostalgia y de terminar de desterrar el #FollowFriday. En el Twitter patrio, tan dado al chascarrillo y a apoderarse del lenguaje popular, ya se ha extendido como una balsa de aceite el uso del #juernes, esa suma frankensteniana de jueves y viernes que tanto gusta a cuñados y demás usuarios del términos como crack, que viene a designar las ganas de fiesta del personal que necesita adelantar la juerga del fin de semana incluso a través del vocabulario.

Hay un único día libre de almohadilla entre semana. Es el miércoles, el solitario miércoles, el apestado miércoles, el desapercibido miércoles, que parece haber quedado colgado como un verso suelto en el universo virtual. Sí hubo, es cierto, un movimiento llamado Woman Crush Wednesday que el propio Urban Dictionary, que es a los hipsters lo que el Wall Street Journal a los empresarios, tildó de "tontería sin sentido y pasajera". Quizá la razón de ese ninguneo en materia de hashtags se deba a que las redes sociales son un espejo del mundo real y en nuestro día a día el miércoles, esa extraña mitad de la semana, apenas nos importa. O más bien lo contrario: nos molesta porque suele ser lo opuesto al ocio y la alegría. El miércoles de ceniza, quizá el más conocido de nuestro calendario, es el día que pone fin al delirio del carnaval y aunque pueda sonar a chorrada, no debe ser casual que la tétrica primogénita de la familia Adams se llame Miércoles.

Datos más sustanciales parecen confirmar la orfandad de hashtag que sufre el miércoles en las redes sociales. Un estudio de 2009 realizado por los matemáticos del Computational Story Lab de la Universidad de Vermont Christopher Danforth y Peter Dodds constató que el miércoles es el día más miserable de la semana. Para llegar a esa conclusión midieron con una herramienta construida ad hoc llamada Hedonometer más de 2,4 millones de mensajes de Twitter clasificándolos entre positivos y negativos según su vocabulario. Entre los muchos resultados obtenidos, que se pueden recuperar en su artículo Measuring the Happiness of Large-Scale Written Expression: Songs, Blogs, and Presidents, estaba la certificación de que el miércoles es el peor día de la semana. Peor que el lunes, en efecto.

Aunque sucesivos estudios han señalado el martes como el día de la semana que peor nos sentimos, el sambenito de miserable ha quedado pegado al miércoles como si fuera una anti-etiqueta de la que nadie quiere hablar

Aunque sucesivos estudios como el realizado por sociólogos de la Universidad de Cornell de Estados Unidos han señalado el martes como el día de la semana que peor nos sentimos, el sambenito de miserable ha quedado pegado al miércoles como si fuera una anti-etiqueta de la que nadie quiere hablar. En el mundo anglosajón, de hecho, al miércoles se le conoce como el hump day, el día de en medio pero también el día joroba, una segunda acepción que podría adoptarse sin problemas en la lengua de Cervantes dada la similitud semántica con lo que muchos sentimos cuando todavía es miércoles y divisamos la lejanía del fin de semana.

Sea como fuere, al miércoles aún le queda mucho camino para llegar a ser tan popular en nuestro imaginario 2.0 como el #ThrowbackThursday, una etiqueta que en Instagram recoge más de 44 millones de imágenes. The Guardian ya han comenzado a buscar posibles hashtags a ese anodino día. Será difícil, eso sí, superar la leyenda de El gran miércoles, esa novela de iniciación generacional sobre un grupo de chavales surfistas que esperan ese día de la semana en el que se forman olas inmensas y se alcanza la gloria.

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