Cartas al director

La amenaza invisible llamada plástico

Pese a su aspecto frágil y apariencia inofensiva, el omnipresente plástico tiene también su lado oscuro: su no biodegradabilidad (o carácter no biodegradable) y su silenciosa invasión de nuestros ecosistemas terrestres y principalmente marinos.

Ciertamente, su uso indiscriminado, su escaso reciclado, unido a la poca sensibilidad ambiental de muchos de nuestros conciudadanos y la pasividad de las autoridades, han propiciado la masiva “plastificación” de los ecosistemas y la integración de este material no biodegradable en la cadena trófica. Sin duda, la incorporación masiva de este mater...

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Pese a su aspecto frágil y apariencia inofensiva, el omnipresente plástico tiene también su lado oscuro: su no biodegradabilidad (o carácter no biodegradable) y su silenciosa invasión de nuestros ecosistemas terrestres y principalmente marinos.

Ciertamente, su uso indiscriminado, su escaso reciclado, unido a la poca sensibilidad ambiental de muchos de nuestros conciudadanos y la pasividad de las autoridades, han propiciado la masiva “plastificación” de los ecosistemas y la integración de este material no biodegradable en la cadena trófica. Sin duda, la incorporación masiva de este material en el medio ambiente está teniendo y va a tener efectos ambientales catastróficos, desproporcionados en comparación con el escaso beneficio derivado del abuso de este material en envoltorios y bolsas de un solo uso.

El Ministerio de Medio Ambiente, las consejerías homólogas en las diferentes Comunidades Autónomas y sus señorías parlamentarias han omitido a mi entender gravemente su deber de defender a la ciudadanía y al territorio, permitiendo una gratuita contaminación que va a hipotecar el futuro de nuestros descendientes.

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Apelo por ello a la responsabilidad de todos para revertir urgentemente el problema con medidas legales y un cambio de hábitos en pos de la sostenibilidad y respeto medioambientales.— Martí Gassiot.

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