Negocio redondo
Hace poco he descubierto el negocio perfecto que ha montado el Ayuntamiento de Barcelona con la grúa y las nuevas tecnologías.
Estacionas en un lugar que, según ellos, está prohibido por la señalización vial existente. Digo según ellos porque después compruebas el catálogo de señales viales existente y aprobado en el pleno municipal y no existe. Sí una parecida, pero no la que ellos dicen. Pero da igual. Llega el gruista y supuestamente hace una foto de la infracción y se la manda a un agente que está no se sabe dónde que es el que autoriza la retirada del vehículo y te denuncia.
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Hace poco he descubierto el negocio perfecto que ha montado el Ayuntamiento de Barcelona con la grúa y las nuevas tecnologías.
Estacionas en un lugar que, según ellos, está prohibido por la señalización vial existente. Digo según ellos porque después compruebas el catálogo de señales viales existente y aprobado en el pleno municipal y no existe. Sí una parecida, pero no la que ellos dicen. Pero da igual. Llega el gruista y supuestamente hace una foto de la infracción y se la manda a un agente que está no se sabe dónde que es el que autoriza la retirada del vehículo y te denuncia.
Todo son supuestos, pues la foto, aunque pedida, no te la enseñan. Mal.
Lo mejor es que presentas recurso y te responden que, pese a lo que dices, como no aportas nada nuevo (que el agente no esté para denunciar y que lo haga a través de una foto que no te enseñan, que les mandes tú la foto demostrando que la señalización no se ajusta a norma y que retiran el vehículo en un supuesto no contemplado en la Ley de Seguridad Vial, eso no aporta nada) no te dan la foto, no piden informe del agente y que pagues. Eso sí. Paga y si quieres presenta otra vez recurso, que ya te dicen que seguramente ni te responderán y si no estás de acuerdo, al juzgado.
Por mucho que los gastos de multa, grúa, metro hasta el depósito y todas las molestias te supongan, ¿te vas a poner a pagar más de 500 euros de entrada para presentar pleito?
Sé que tengo la razón pero no dispongo de ese dinero. Por lo tanto, lo que he dicho: negocio redondo.— Eduard Ogg.