Políticos y poderes fácticos
La pasada entrevista al señor Solbes publicada el 17 de noviembre por este dominical, más allá de la memoria selectiva que el señor Solbes exhibe en ella, donde no termina de dejar claro cómo funcionó en su caso “la puerta giratoria”, donde hace una justificación personal de asuntos ya pasados no demasiado positivos del Gobierno de Zapatero, y con los que al parecer él no estuvo muy de acuerdo aunque la lealtad política le impidió en ese momento desmarcarse de ellos, ofrece una llamativa respuesta: a pregunta del entrevistador sobre qué le parecen las medidas tomadas por el Gobierno del PP, co...
La pasada entrevista al señor Solbes publicada el 17 de noviembre por este dominical, más allá de la memoria selectiva que el señor Solbes exhibe en ella, donde no termina de dejar claro cómo funcionó en su caso “la puerta giratoria”, donde hace una justificación personal de asuntos ya pasados no demasiado positivos del Gobierno de Zapatero, y con los que al parecer él no estuvo muy de acuerdo aunque la lealtad política le impidió en ese momento desmarcarse de ellos, ofrece una llamativa respuesta: a pregunta del entrevistador sobre qué le parecen las medidas tomadas por el Gobierno del PP, contesta diciendo que “… el PP ha continuado, ampliado y profundizado en una necesaria política de ajuste que ya inició el Gobierno de Zapatero a partir de mayo de 2010”.
De esta respuesta podría deducirse necesariamente que, probablemente, si ahora gobernase el PSOE, no estaría haciendo algo muy diferente a lo que hace actualmente el PP, lo cual da pie a formular dos preguntas: ¿acaso el poder de decidir realmente en nuestra sociedad no lo tienen los partidos políticos, representantes de la ciudadanía, sino otros poderes fácticos que no se someten al veredicto o al juicio de las urnas? Y otra: ¿para qué sirve la alternancia política?