Cartas al director

Pop coreano

A lomos de la ola coreana, publicado el 8 de septiembre, puede valer como somera introducción a la Ola Hallyu, pero me parece escrito desde una perspectiva condescendiente con el tema, como si fuese un exotismo hortera que no tiene ningún valor artístico. El K-Pop, el pop surcoreano, como la mayoría del pop occidental, es un producto ideado y producido para llegar al mayor número de personas posible. Pero me atrevería a decir que es un producto cultural de calidad por su vocación de alcanzar al gran público por medio de la aplicación de fórmulas novedosas dentro de su limitado campo d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A lomos de la ola coreana, publicado el 8 de septiembre, puede valer como somera introducción a la Ola Hallyu, pero me parece escrito desde una perspectiva condescendiente con el tema, como si fuese un exotismo hortera que no tiene ningún valor artístico. El K-Pop, el pop surcoreano, como la mayoría del pop occidental, es un producto ideado y producido para llegar al mayor número de personas posible. Pero me atrevería a decir que es un producto cultural de calidad por su vocación de alcanzar al gran público por medio de la aplicación de fórmulas novedosas dentro de su limitado campo de acción, cualidad que lo hace destacar del muchas veces adocenado mainstream anglosajón (por no hablar del español). Sinceramente, pienso que la Ola Hallyu es un fenómeno serio y trascendente que, con el tiempo, puede suponer una importante alternativa a la cultura mainstream, procedente en su mayor parte de Estados Unidos, que consumimos actualmente. Quizá me equivoque, pero creo que valdrá la pena continuar siguiendo de cerca la Ola Hallyu, obtenga o no la atención de los medios masivos.

Archivado En