Claro y sereno
El domingo 15 de septiembre, la escritora Elvira Lindo, en su artículo ‘Un silencio elocuente’, hablaba de la falta de voces discrepantes en “el asunto catalán” y del desconocimiento de la opinión que sobre este tema tienen escritores, músicos, actores, directores de escena, agentes literarios…
No es el caso de Javier Cercas, que ese mismo domingo, en El País Semanal, publicaba su artículo ‘Democracia y derecho a decidir’, y que en repetidas ocasiones a lo largo de estos últimos años ha venido dando su opinión sobre dicho “asunto”.
Quiero agradecerle, Javier Cercas, su v...
El domingo 15 de septiembre, la escritora Elvira Lindo, en su artículo ‘Un silencio elocuente’, hablaba de la falta de voces discrepantes en “el asunto catalán” y del desconocimiento de la opinión que sobre este tema tienen escritores, músicos, actores, directores de escena, agentes literarios…
No es el caso de Javier Cercas, que ese mismo domingo, en El País Semanal, publicaba su artículo ‘Democracia y derecho a decidir’, y que en repetidas ocasiones a lo largo de estos últimos años ha venido dando su opinión sobre dicho “asunto”.
Quiero agradecerle, Javier Cercas, su voz alta, clara, serena, razonada y discrepante que en repetidas ocasiones se ha alzado para hablar de este tema. Gracias especialmente por su explicación del derecho a decidir, pues somos muchos los que coincidimos con usted en que no se puede obligar a nadie a estar donde no quiere estar, pero tampoco queremos dejar que nos arrolle el rodillo independentista. Cansados de que se obvien los problemas reales de la ciudadanía y de sentir la presión de la deuda impagable que el Estado español parece tener con esta comunidad, muchos, como yo, habíamos pensado que un referéndum era la solución para zanjar de una vez la cuestión. Usted me ha hecho verlo de otra manera.
No me queda más que felicitarlo y esperar poder leer sus artículos muchos años.