La puntilla a la España rural
Desde 1980 paso unos días de vacaciones en un pueblo de León, Posada de Valdeón, en los Picos de Europa. Desde entonces he podido ver cómo la población del valle ha ido disminuyendo. Unos vecinos se han ido por causas naturales y otros, los más jóvenes, han tenido que “huir” por no tener ningún futuro laboral. En estos últimos 18 meses, las medidas que este Gobierno está aprobando para “reflotar al país” no están haciendo otra cosa que dar la puntilla a la España rural.
Si las necesidades de educación, sanidad y transporte estaban hace unos meses muy justamente cubiertas en las zonas ru...
Desde 1980 paso unos días de vacaciones en un pueblo de León, Posada de Valdeón, en los Picos de Europa. Desde entonces he podido ver cómo la población del valle ha ido disminuyendo. Unos vecinos se han ido por causas naturales y otros, los más jóvenes, han tenido que “huir” por no tener ningún futuro laboral. En estos últimos 18 meses, las medidas que este Gobierno está aprobando para “reflotar al país” no están haciendo otra cosa que dar la puntilla a la España rural.
Si las necesidades de educación, sanidad y transporte estaban hace unos meses muy justamente cubiertas en las zonas rurales más desfavorecidas, con las medidas que el Gobierno ha tomado muchos de estos núcleos están abocados a la desaparición. Hace unas semanas que Renfe ha empezado a suspender líneas que entiende no son rentables. Las diferentes consejerías de Salud están quitando servicios en los núcleos rurales, tales como las urgencias nocturnas. En materia de educación no se han quedado atrás; baste una muestra: un chaval de Posada de Valdeón que tenga que estudiar el primer ciclo de la ESO (recuerdo que significa educación secundaria obligatoria) tendrá que desplazarse el curso que viene 82 kilómetros para llegar hasta Cistierna, invirtiendo en el viaje entre ida y vuelta tres horas.
Pero, eso sí, que se sigan fomentando más universidades privadas en la capital del Reino, se privaticen servicios sanitarios y se desmonten los considerados “no rentables” y se sigan desarrollando grandiosas infraestructuras.— César Puerta Sanz.