Reconfortante

Es reconfortante la reacción que se ha publicado en los medios de comunicación ante la publicidad derivada del creciente deterioro financiero del CSIC. Bien está la limosna prometida por las autoridades. Es evidente que este Gobierno, ¡menos que ninguno!, no cree en la investigación, ni en la educación como motores del desarrollo, progreso y productividad. La cuestión fundamental es que la investigación no se financia con limosnas como la sanidad no se resuelve con establecimientos de beneficencia ni la docencia con escuelas para pobres pagadas por una marquesa. Eso son hábitos del siglo XIX y...

Es reconfortante la reacción que se ha publicado en los medios de comunicación ante la publicidad derivada del creciente deterioro financiero del CSIC. Bien está la limosna prometida por las autoridades. Es evidente que este Gobierno, ¡menos que ninguno!, no cree en la investigación, ni en la educación como motores del desarrollo, progreso y productividad. La cuestión fundamental es que la investigación no se financia con limosnas como la sanidad no se resuelve con establecimientos de beneficencia ni la docencia con escuelas para pobres pagadas por una marquesa. Eso son hábitos del siglo XIX y estamos en el siglo XXI.

La justicia social exige una sanidad pública, una educación pública y una investigación públicas que justifiquen los impuestos que pagamos los trabajadores y los jubilados.— Alfonso J. Vázquez. Profesor de Investigación ad honorem del CSIC.