Croacia en la UE
La reciente incorporación de Croacia a la Unión Europea el 1 de julio pasado, no por esperada ha dejado de ser una sorpresa.
Mientras en Croacia su Gobierno lo ha celebrado a bombo y platillo por ser un sueño que acariciaba desde hacía mucho tiempo, por estos lares se ha instalado una corriente euroescéptica, por las dudas sobre si realmente están preparados o no.
Este vigésimo octavo socio de la UE, a fuer de ser sincero presenta una economía maltrecha y seriamente tocada por la crisis financiera actual, por lo que o bien se les aplican medidas urgentes que faciliten s...
La reciente incorporación de Croacia a la Unión Europea el 1 de julio pasado, no por esperada ha dejado de ser una sorpresa.
Mientras en Croacia su Gobierno lo ha celebrado a bombo y platillo por ser un sueño que acariciaba desde hacía mucho tiempo, por estos lares se ha instalado una corriente euroescéptica, por las dudas sobre si realmente están preparados o no.
Este vigésimo octavo socio de la UE, a fuer de ser sincero presenta una economía maltrecha y seriamente tocada por la crisis financiera actual, por lo que o bien se les aplican medidas urgentes que faciliten su ingreso, o va a suponer un pesado lastre.
Dadas las horas bajas por las que atraviesa nuestra UE y sin pizca alguna de insolidaridad —quizá— hubiera sido más sensato haber hecho uso de la virtud de la prudencia y, tras resolver primero los problemas de nuestro club europeo, admitir luego nuevos socios.
Y es que, la mente fría debería de prevalecer siempre sobre el corazón en un momento difícil y delicado como este, desaconsejando la inclusión de nuevos países, y más como el país croata sumido en graves dificultades.— Mar Ramos Navarro.