Balanzas fiscales
La discusión sobre las balanzas fiscales no tiene fin. Como expone Ángel de la Fuente en su artículo de Opinión (31-5-13), el tema, además de controvertido, puede ser utilizado a voluntad política de parte. Seguramente su discusión cada vez sería menos necesaria y partidista si, para la asignación de las inversiones y subvenciones públicas, tanto la Administración central como las autonómicas, utilizaran siempre criterios de estricta racionalidad y equidad argumentados públicamente en sus Parlamentos. Así parecen aconsejarlo la gran cantidad de inversiones públicas infrautilizadas y los recurs...
La discusión sobre las balanzas fiscales no tiene fin. Como expone Ángel de la Fuente en su artículo de Opinión (31-5-13), el tema, además de controvertido, puede ser utilizado a voluntad política de parte. Seguramente su discusión cada vez sería menos necesaria y partidista si, para la asignación de las inversiones y subvenciones públicas, tanto la Administración central como las autonómicas, utilizaran siempre criterios de estricta racionalidad y equidad argumentados públicamente en sus Parlamentos. Así parecen aconsejarlo la gran cantidad de inversiones públicas infrautilizadas y los recursos transferidos a comunidades autónomas con menores ingresos per capita, no destinados a necesidades perentorias de su población.
A ello ayudaría disponer también de un sistema impositivo autonómico de tipo federal, comprensible por el ciudadano medio —ahora, es un verdadero sudoku— de forma que, cada vez más, los responsables políticos de los gastos de las comunidades fueran también los responsables políticos de sus ingresos frente a electores y contribuyentes; esto es, que se cumpliera el principio inglés de “political accountancy”. Para ello no creo que fuera necesario ningún cambio constitucional u otras reformas mayores.— Joan Angelet Cladellas.