Cartas al director

Proteger, desproteger

Según este Gobierno son o deben ser objeto de especial protección: los bancos y banqueros, en cuyas manos parece que están nuestras vidas y destinos. Los grandes defraudadores, a quienes hay que echar una manita con la amnistía fiscal. Los políticos imputados por diferentes delitos de corrupción, a quienes hay que mimar, apoyar y mantener en su puesto en función del principio de la presunción de inocencia. La Iglesia, que debe seguir exenta de pagar ciertos impuestos. Los fetos malformados, pero solo hasta que nazcan, ya habrá tiempo después para desprotegerlos. Las construcciones al borde del...

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Según este Gobierno son o deben ser objeto de especial protección: los bancos y banqueros, en cuyas manos parece que están nuestras vidas y destinos. Los grandes defraudadores, a quienes hay que echar una manita con la amnistía fiscal. Los políticos imputados por diferentes delitos de corrupción, a quienes hay que mimar, apoyar y mantener en su puesto en función del principio de la presunción de inocencia. La Iglesia, que debe seguir exenta de pagar ciertos impuestos. Los fetos malformados, pero solo hasta que nazcan, ya habrá tiempo después para desprotegerlos. Las construcciones al borde del mar que antes eran ilegales y que se han convertido en legales, por el simple procedimiento de cambiar la ley.

En cambio, no merecen ninguna protección: los parados de larga duración y familias al borde de la pobreza extrema, ya se ocuparán de ellos las instituciones de caridad. Los jóvenes, en general, y los sobradamente preparados, en particular, que se busquen la vida, y cuanto más lejos mejor. Los pensionistas con menos recursos, sobre todo si están enfermos, que paguen los medicamentos que necesiten. Los dependientes, se acabaron el dinero y las contemplaciones, que los cuiden sus familiares. Los abuelos víctimas de la estafa de las preferentes, culpa suya por firmar sin leer la letra pequeña. Los desahuciados, puestos en la calle para que su casa se quede vacía, que hubieran sido más previsores. Los estudiantes sin medios, que se dediquen a otra cosa. Los profesionales de la sanidad y de la educación, que trabajen más con cada vez menos medios y en peores condiciones; hay que acabar con este lastre de la sanidad y educación pública que solo acarrean gastos.

Y en eso estamos.— Sebastián Fernández Izquierdo.

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