Hollande subasta los vinos del Elíseo

El presidente francés espera engrosar las arcas públicas al poner a la venta por primera vez en la historia las botellas del palacio

François Hollande brinda con vino francés.Charles Platiau (Reuters)

La crisis no perdona y ha llegado hasta una de las joyas del Elíseo. El presidente francés, François Hollande, ha decidido por primera vez en la historia sacar a subasta parte de la bodega del palacio presidencial para financiar la compra de nuevos vinos, y, si posible, participar en la financiación del necesitado presupuesto estatal. La venta, que se celebrará los días 30 y 31 de mayo en el Hotel Drouot de París, ofrecerá unas 1.200 botellas, lo cual supone un 10% de las 12.000 con las que...

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La crisis no perdona y ha llegado hasta una de las joyas del Elíseo. El presidente francés, François Hollande, ha decidido por primera vez en la historia sacar a subasta parte de la bodega del palacio presidencial para financiar la compra de nuevos vinos, y, si posible, participar en la financiación del necesitado presupuesto estatal. La venta, que se celebrará los días 30 y 31 de mayo en el Hotel Drouot de París, ofrecerá unas 1.200 botellas, lo cual supone un 10% de las 12.000 con las que cuenta la presidencia. El todo está valorado en un mínimo de 250.000 euros.

La venta se reparte entre grandes vinos, como un Petrus 1990 tasado en 2.200 euros, y variaciones más modestas, que no superan los 15 euros. Muchas de las botellas rodean los 100 euros. La selección que se ofrecerá ha sido elegida por Virginie Routis, jefa sumiller del Elíseo, y está dominada por vinos de la Bourgogne y del Bordelais, pero incluye también otros de la Loire, de Alsacia, del suroeste o del valle del Rhône. “Todos estos vinos se sirvieron en la mesa del presidente y acompañaron grandes momentos de la historia de la V República”, subraya la casa de subasta Drouot.

La inédita propuesta está destinada a renovar los vinos de la bodega de la presidencia, principalmente para remplazar botellas que ya no se podían utilizar en recepciones porque no hay suficientes unidades. En plena crisis, la idea es también reorientarse hacia vinos más modestos. Más allá de los 250.000 euros necesarios para realizar la operación, los beneficios extra se incluirán en los presupuestos del Estado.

En el país de los vinos, la venta de parte de la bodega presidencial es todo un símbolo. Creada en 1947 bajo la presidencia de Vincent Auriol, la selección de vinos ha ido mejorando y sumando nuevas apelaciones en función de los diferentes presidentes que se han sucedido: Charles De Gaulle, poco bebedor de vino, tenía sin embargo una debilidad por el champagne Drappier; Georges Pompidou se decantaba por el Chasse Spleen (AOC Moulis) y François Mitterrand adoraba el Haut-Marbuzet (AOC Saint-Estèphe).

Aunque la edad de oro se alcanzó con la llegada de Jacques Chirac en 1995. Entonces la bodega fue totalmente renovada, se instaló una climatización y los presupuestos de compra se dispararon un 20%. La esposa del presidente, Bernadette Chirac, gran conocedora, cuidaba con esmero las etiquetas que se servían en el Elíseo e incorporó los vinos de los castillos Mouton-Rothschild y Margaux. En 2009, con el inicio de la crisis, se volvió a reducir este gasto. Pero aún así el Elíseo seguía gastando unos 250.000 euros anuales, según un estudio del año pasado del diputado socialista René Dosière.

La experiencia ya se ha realizado con éxito en otras instituciones. En 2006, la alcaldía de París puso a subasta casi 5.000 botellas. En enero, la municipalidad socialista de Dijon logró 151.629 euros al vender la mitad de su bodega, unas 3.500 botellas de Bourgogne, para financiar el servicio de acción social de la ciudad.

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