Cartas al director

¿Y qué culpa tienen ellos?

En breve, más de 400 niños autistas de dos a siete años de Valencia podrían perder sus tratamientos por la deuda de más de un millón de euros que la Consejería de Sanidad de la Generalitat valenciana tiene con los centros que los proporcionan.

El 26 de febrero, tras una manifestación frente a esa consejería, hubo una reunión entre la directora de recursos económicos y representantes de los centros mencionados.

Ella les recibió con el siguiente comentario: “No sirve para nada la concentración, me he tenido que tomar una pastilla para el dolor de cabeza por el ruido”. Esta frase du...

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En breve, más de 400 niños autistas de dos a siete años de Valencia podrían perder sus tratamientos por la deuda de más de un millón de euros que la Consejería de Sanidad de la Generalitat valenciana tiene con los centros que los proporcionan.

El 26 de febrero, tras una manifestación frente a esa consejería, hubo una reunión entre la directora de recursos económicos y representantes de los centros mencionados.

Ella les recibió con el siguiente comentario: “No sirve para nada la concentración, me he tenido que tomar una pastilla para el dolor de cabeza por el ruido”. Esta frase durísima, pero extrañamente sincera, demuestra el auténtico sentir de una Administración con respecto a sus administrados.

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Parece que los ciudadanos reconvertidos en súbditos no pueden clamar por las injusticias que se cometen contra estos más de 400 niños, que perderán un tratamiento vital para su sociabilización y la mejora de su comunicación, y cuyo eslogan es ¿Y qué culpa tengo yo?— Francisco Marco Sastre. Un padre.

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