‘Antisistemas’ contra ‘antipersonas’

Trabajo como psiquiatra en un centro de salud mental y recibo diariamente en la consulta a personas que padecen el impacto de la crisis: gente que ha perdido el empleo, que sufre los recortes de las ayudas a la dependencia, que afronta recargos a las prestaciones sanitarias, inmigrantes excluidos de la sanidad pública. Gente sufriente que frecuentemente se avergüenza de la situación en que vive, que no tiene dinero para el autobús o las medicinas, desesperanzada. Personas ya previamente señaladas y excluidas socialmente por el estigma de un trastorno mental, en muchos de los casos.

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Trabajo como psiquiatra en un centro de salud mental y recibo diariamente en la consulta a personas que padecen el impacto de la crisis: gente que ha perdido el empleo, que sufre los recortes de las ayudas a la dependencia, que afronta recargos a las prestaciones sanitarias, inmigrantes excluidos de la sanidad pública. Gente sufriente que frecuentemente se avergüenza de la situación en que vive, que no tiene dinero para el autobús o las medicinas, desesperanzada. Personas ya previamente señaladas y excluidas socialmente por el estigma de un trastorno mental, en muchos de los casos.

El señor Fernández Lasquetty, consejero de Sanidad de Madrid, dirá que mis motivaciones para escribir esta carta son políticas: tal vez los políticos viven tan de espaldas a la realidad que les escandaliza que estos temas estén presentes en las consultas médicas a diario. Les escandaliza más que sus propias miserias al descubierto en la prensa. No entienden que la gente necesita que le escuchen.

Resintonicen con los ciudadanos, señores políticos. Dignifiquen el sistema que legitima su existencia para que podamos recuperar la confianza en ustedes. Si a los que les pedimos esto nos tachan de antisistema, plantéense si no deberíamos, en el mismo juego, suponerles a ustedes antipersonas.— Mónica Leira Sanmartín.