Las prioridades de la sociedad
En tiempos de crisis, ¿cuáles son las prioridades? Cada uno tiene la suya. El problema es que los más débiles no son la prioridad de casi nadie… ¿A quién le importan los indigentes? ¿Y los mayores? ¿Y tantas familias que viven por debajo de los umbrales de pobreza? ¿Y los dependientes? ¿Y los estudiantes que conforman el futuro? ¿Y los enfermos? Podemos continuar con las preguntas, pero para todas solo hay una respuesta. Por desgracia, vivimos en una sociedad en la que la máxima prioridad es el crecimiento económico, sin importar la desigualdad que genera.
La sociedad debería aprender a...
En tiempos de crisis, ¿cuáles son las prioridades? Cada uno tiene la suya. El problema es que los más débiles no son la prioridad de casi nadie… ¿A quién le importan los indigentes? ¿Y los mayores? ¿Y tantas familias que viven por debajo de los umbrales de pobreza? ¿Y los dependientes? ¿Y los estudiantes que conforman el futuro? ¿Y los enfermos? Podemos continuar con las preguntas, pero para todas solo hay una respuesta. Por desgracia, vivimos en una sociedad en la que la máxima prioridad es el crecimiento económico, sin importar la desigualdad que genera.
La sociedad debería aprender a vivir con poco como lo hacen tantas familias necesitadas y tantos mayores con una baja pensión, luchar por el futuro tanto como los estudiantes, tener ese afán de superación como muchos enfermos y/o dependientes, y multitud de aspectos que quizás nos ayudarían a aliviar la crisis que padecemos. Todos deberíamos aplicar estos métodos, desde el más rico hasta el más pobre, aunque cuando la necesidad aprieta de verdad, los pobres saben vivir con poco, pero ¿lo consiguen los ricos? No, y el hecho más perjudicial es que no les importa arrasar con la población más necesitada para conseguir su objetivo.— Jéssica Jiménez.