Editorial

Innovar en telefonía

El pleito entre Apple y Samsung plantea qué tipo de avances deben ser protegidos con patentes

Un jurado de California ha dado la razón a Apple frente a Samsung en el pleito que las enfrenta por violación de patentes. El jurado ha dictaminado que Samsung copió hasta siete patentes de software y dos de diseño, por lo que deberá indemnizar a Apple con 800 millones de euros. El proceso está pendiente de un nuevo veredicto, previsto para diciembre, en el que se decidirá si Samsung debe retirar ocho de sus terminales del mercado norteamericano, como pide Apple, y la cuantía final de la indemnización. Está en juego el liderazgo mundial de la telefonía móvil, pero también cuestiones c...

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Un jurado de California ha dado la razón a Apple frente a Samsung en el pleito que las enfrenta por violación de patentes. El jurado ha dictaminado que Samsung copió hasta siete patentes de software y dos de diseño, por lo que deberá indemnizar a Apple con 800 millones de euros. El proceso está pendiente de un nuevo veredicto, previsto para diciembre, en el que se decidirá si Samsung debe retirar ocho de sus terminales del mercado norteamericano, como pide Apple, y la cuantía final de la indemnización. Está en juego el liderazgo mundial de la telefonía móvil, pero también cuestiones como qué se considera innovación y cómo debe protegerse. No está tan claro: un juez de Japón desestimó la demanda de Apple contra Samsung por el empleo fraudulento de sus patentes dos semanas después del fallo de California.

En ese juicio se estableció que los teléfonos de Samsung cambiaron radicalmente tras la aparición del iPhone. Las pantallas táctiles ya existían, pero no un sistema operativo como el que Apple diseñó para sus teléfonos inteligentes. Este sistema estaba configurado mediante unos programas de software y unos iconos que Apple tenía protegidos mediante patente. Samsung lanzó entonces el modelo Galaxy con un sistema muy parecido, el Android, desarrollado por Google, que Steve Jobs siempre consideró un plagio. A raíz de este pleito se ha cuestionado que se proteja con una patente que dura 20 años una simple línea de códigos como la que permite, por ejemplo, mover una imagen deslizando el dedo por la pantalla. Es una vieja polémica y, a diferencia de Estados Unidos, en Europa no se reconocen las patentes de software, aunque sí las “innovaciones implementadas en ordenador”. Pero, si no se protege ni el software ni el diseño, ¿que se considerará innovación en el mundo digital? Sin protección, la innovación carecerá de incentivos y hasta puede que el mercado premie más las estrategias de copia que las de mejora.

Hace dos años que se presentó el revolucionario iPhone y ya vamos por la tercera versión. En este tiempo el modelo Galaxy no solo ha permitido a Samsung superar a Apple sino desbancar a Nokia como líder mundial. Solo en el último trimestre Samsung ha vendido 50 millones de terminales, el doble que Apple. La rapidez con la que evoluciona la tecnología amenaza con romper las costuras del sistema de patentes y es tan vertiginosa que el tiempo que tarde el más rápido de los pleitos puede ser demasiado largo para hacer justicia.

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