Cartas al director

Acabará siendo un honor

Con motivo de la imputación de Rato, Acebes y otros en el “caso Bankia”, ya han salido varios ministros del Gobierno y otros cargos del Partido Popular con la “canción” de que ser imputado carece de especial importancia.

El ministro Wert, en esa línea de despropósitos que le hace ser el menos valorado en una lista de suspensos, se ha descolgado diciendo, entre otras cosas, que “la cúpula de Bankia ha sido imputada para que sus miembros puedan declarar con asistencia letrada y, a partir de ahí, deslindar responsabilidades”. Hay quien pone por delante de todo la presunción de inocencia. ¡...

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Con motivo de la imputación de Rato, Acebes y otros en el “caso Bankia”, ya han salido varios ministros del Gobierno y otros cargos del Partido Popular con la “canción” de que ser imputado carece de especial importancia.

El ministro Wert, en esa línea de despropósitos que le hace ser el menos valorado en una lista de suspensos, se ha descolgado diciendo, entre otras cosas, que “la cúpula de Bankia ha sido imputada para que sus miembros puedan declarar con asistencia letrada y, a partir de ahí, deslindar responsabilidades”. Hay quien pone por delante de todo la presunción de inocencia. ¡Pues claro que sí!, hasta el más lerdo (o partidista) debería saber que la presunción de inocencia debe ir siempre por delante. Pero si a alguien se le imputa por algo, será porque se estima que hay indicios de irregularidad o delito o se supone que puede haber algún motivo para ello; ¿O es que cualquier ciudadano puede ser imputado, sin más, en cualquier asunto?

Después de este escándalo, que se suma a otros muchos, de mala gestión, sueldos millonarios, indemnizaciones vergonzosas, corrupción, nepotismo y otras tantas lacras que acompañan a la política, los que tienen responsabilidades de gobierno deberían tentarse la ropa antes de hablar.

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No está el horno para bollos y las gentes ya están muy hartas de tanta suciedad que, además, repercute en sus bolsillos y en sus derechos. A ver si va a resultar que ser imputado puede acabar siendo un honor.— Ángel Villegas Bravo.

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