Cartas al director

Perú y Cataluña

Tengo un amigo peruano que vive en Canarias actualmente, y que tiene proyectado pasar unos meses en Cataluña por razón de estudios.

Mi amigo no habla quechua, y tampoco ha mostrado nunca el menor interés por aprenderlo. Pocos días atrás le comenté que podría serle útil saber algo de catalán cuando esté por allí y se ha mostrado receptivo a adquirir los conocimientos suficientes de ese idioma para desenvolverse cómodamente en su trabajo y en su vida diaria mientras viva en Cataluña.

Casualmente el sábado pasado se publicaba en EL PAÍS el artículo del profesor Martí ...

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Tengo un amigo peruano que vive en Canarias actualmente, y que tiene proyectado pasar unos meses en Cataluña por razón de estudios.

Mi amigo no habla quechua, y tampoco ha mostrado nunca el menor interés por aprenderlo. Pocos días atrás le comenté que podría serle útil saber algo de catalán cuando esté por allí y se ha mostrado receptivo a adquirir los conocimientos suficientes de ese idioma para desenvolverse cómodamente en su trabajo y en su vida diaria mientras viva en Cataluña.

Casualmente el sábado pasado se publicaba en EL PAÍS el artículo del profesor Martí Perú y Cataluña: paralelismos sociolingüísticos y, claro, despierta inmediatamente mi interés. Pero este interés se relativiza nada más empezar su lectura en cuanto advierto las imprecisiones de su primer párrafo. Perú entre los siglos XIII y XV (obviando que entre los siglos XIII y XV Perú, como tal, no existía) no “vivió” la potencia imperial de los incas, y el “sometimiento” al colonialismo español a partir del XVI. Los pueblos indígenas del actual Perú —algunos con sus propios idiomas— fueron sometidos, entre los siglos XIII y XVI, sucesivamente por los incas y por los españoles.

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En gran medida una de las explicaciones de la rápida conquista de este vasto territorio, con tan pocos medios por parte de los españoles, está en la “colaboración” obtenida de algunos de estos pueblos sometidos por los incas, hartos de “vivir” con ellos. Y es seguro que los incas no fueron totalmente tolerantes con las identidades de los pueblos a los que sometieron.— Claudio Alberto Rivero Lezcano.

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