Como en Almería, en ningún sitio
Ahora, cuando digo que en Holanda se vive mejor, nadie responde ¡Cómo puedes decir eso!
Yo tampoco soy una joven en crisis. Esta es mi historia.
En el año 98 pedí una beca Erasmus a Nijmegen, Holanda. Mis estudios eran Filología Hispánica y desde el principio se me etiquetó de "loca" por irme a otro país a aprender mi propia lengua. Yo siempre digo que aprendí más en ese curso de carrera que en los tres anteriores en Almería, pero nadie me cree. En seguida encontré trabajo para compensar la mínima beca que recibía. Trabajos de almacén, limpiando la biblioteca de la Universidad. A mí no se me caen los anillos por trabajar. Eso me permitió no sólo pagarme una parte de los ga...
Yo tampoco soy una joven en crisis. Esta es mi historia.
En el año 98 pedí una beca Erasmus a Nijmegen, Holanda. Mis estudios eran Filología Hispánica y desde el principio se me etiquetó de "loca" por irme a otro país a aprender mi propia lengua. Yo siempre digo que aprendí más en ese curso de carrera que en los tres anteriores en Almería, pero nadie me cree. En seguida encontré trabajo para compensar la mínima beca que recibía. Trabajos de almacén, limpiando la biblioteca de la Universidad. A mí no se me caen los anillos por trabajar. Eso me permitió no sólo pagarme una parte de los gastos por mí misma,sino también irme de viaje de fin de semana aquí y allá y de Interrrail ese verano.
Cuando el año Erasmus terminó a mi novio holandés le dieron una beca para el siguiente curso en Barcelona. Yo había terminado la carrera así que me fui con él, con la idea de encontrar un trabajo y probar la vida laboral en España. Por supuesto con la Filología el único trabajo de "lo mío" habría sido unas oposiciones y en mi situación no era el momento, y por otro lado a mí la docencia no me atraía especialmente. Encontré trabajo sin problemas en una gran empresa que esperaba que yo me diera por satisfecha con un sueldo bajísimo (pero y lo bien que queda en tu currículo que has trabajado con nosotros, eh?). El sueldo era tan bajo que no llegaba ni para cubrir el alquiler de un piso cochambroso en el Raval.
El curso terminó y viendo el panorama, habiendo trabajado en Holanda y en España, la decisión estaba clara: nos vamos al norte. A mi novio le gusta mucho el Mediterráneo, pero con sus estudios de derecho no hubiera conseguido nunca un puesto en condiciones, si acaso una pasantía, de esas que trabajas gratis durante 3 años como si la gente no tuviera que comer y pagar un alquiler. Vivimos desde el 2000 en Holanda y nunca me ha faltado trabajo. Ocasionalmente trabajo "de lo mío" dando clases de español, pero eso es algo que hago más por hobby que como profesión. Aquí he hecho de todo, pero ahora mismo de comercial en una empresa orientada al mercado internacional y que valoran a una persona eficiente y que sepa hablar unos cuantos idiomas. El título es importante pero no esencial, lo importante es que la gente desempeñe con ganas y motivación su trabajo y el empresario entiende que un sueldo decente es lo mínimo que puede ofrecer.
Ahora mismo, con 33 años, la vida nos va bien. Con dos sueldos nos llega para todo y más: nos compramos una casa hace seis años, ahorramos todos los meses, el coche lo pagamos al contado y nos vamos de vacaciones dos veces al año. Ahora estoy embarazada y habrá que reducir gastos, pero a mi hijo no le va a faltar de nada. ¿Hemos notado la crisis? Como dicen los encuestados en la tele holandesa cuando le preguntan por el tema: al parecer hay crisis, pero en nuestra familia no lo hemos notado.
¿Y mis amigos de carrera? Los que se lanzaron a las oposiciones son los únicos que tienen una vida estable, sueldo fijo, hipoteca, incluso alguno se plantea hijos. Los otros... no. Dando tumbos de un trabajo mal pagado a otro peor, másters, especializaciones, nada, la famosa precariedad que leemos en esta serie de Preparados. En mi familia mis padres asumieron hace tiempo que no volvería, pero otros familiares todavía me preguntan qué cuando pienso volver (cuando me jubile probablemente). Por otro lado veo que la nueva generación está apretando con el inglés porque van a hacer como la prima holandesa y ya tienen las maletas preparadas. De repente mi decisión de irme al extranjero no es tan descabellada, incluso admirada y puede que en el futuro imitada. Ya no tengo que justificarme, ahora cuando digo "en Holanda se vive mejor" nadie me responde "¡Cómo puedes decir eso! ¡Como en Almería en ningún sitio!".