INMIGRACIÓN

La Iglesia prepara una carta pastoral con duras críticas a la Ley de Extranjería

Cree que la reforma de la ley supone un preocupante "recorte de derechos"

La Iglesia transmitirá al Gobierno y a la sociedad española, a través de una carta pastoral, su preocupación por el "recorte de derechos" que puede suponer la modificación de la Ley de Extranjería, y con el fin de apoyar a los inmigrantes de cara a su integración en toda Europa. Las relaciones entre Ejecutivo e Iglesia amenazan con sufrir una nueva crisis tras la polémica desatada con la pastoral de los obispos vascos sobre la Ley de Partidos.

En declaraciones a Europa Press Televisión, la responsable de Inmigración de la Conferencia Episcopal, Pilar Samanes, ha explicado que la propues...

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La Iglesia transmitirá al Gobierno y a la sociedad española, a través de una carta pastoral, su preocupación por el "recorte de derechos" que puede suponer la modificación de la Ley de Extranjería, y con el fin de apoyar a los inmigrantes de cara a su integración en toda Europa. Las relaciones entre Ejecutivo e Iglesia amenazan con sufrir una nueva crisis tras la polémica desatada con la pastoral de los obispos vascos sobre la Ley de Partidos.

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En declaraciones a Europa Press Televisión, la responsable de Inmigración de la Conferencia Episcopal, Pilar Samanes, ha explicado que la propuesta del Gobierno de modificar las leyes sobre inmigración en España responde a una corriente en la política europea de restringir la normativa sobre este asunto, "recortando los derechos desde un punto de vista más de control que de integración".

En ese sentido, la responsable de Inmigración ha hecho hincapié en los dos aspectos que considera más preocupantes de la reforma: los límites al arraigo y la reagrupación familiar. Para Samanes esto supondría desvincular totalmente al inmigrante de su familia y por tanto, desintegrarse de la nueva sociedad de acogida.

También ha expresado la preocupación por la Cumbre de Sevilla del próximo día 20, ya que según de lo que se desprende de las palabras del Ejecutivo español, es que de la reunión "sólo saldrán mayores medidas de control, sin que se entrevea ninguna medida de integración de estos colectivos".

Aunque se muestra conforme con las medidas de control para acabar con las mafias, recuerda que el Gobierno debería trabajar para que la sociedad española no vea al inmigrante como un problema y comprenda que es algo necesario y enriquecedor