Familiares de víctimas del acoso escolar exigen ante el Congreso una ley contra el ‘bullying’: “¿Cuántos niños tienen que morir?”
Madres y padres de estudiantes víctimas de esta violencia, entre ellos varios que se suicidaron, se concentran para reclamar medidas urgentes tras “tres años de abandono administrativo”
La pequeña Sandra luce feliz una camiseta de su equipo favorito. Dani mira al infinito, como persiguiendo un sueño. Laura sonríe desde unos ojos azules radiantes que quieren comerse el mundo. Y Claudia deja su melena rubia al viento, adivinando a alguien querido detrás de la cámara. Todos ellos están y no están: sus vidas se han quedado congeladas para siempre en las fotografías que este jueves han levantado sus familiares frente al Congreso para reivindicar una ley integral contra el acoso escolar, la “lacra” que sufrieron esta veintena de niños, niñas y adolescentes antes de suicidarse.
Coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, asociaciones de familiares, como la entidad barcelonesa Trencats, que preside el padre de la niña Kira López, se han concentrado ante la Cámara Baja para criticar el “trato de abandono” que han recibido por parte de la Administración y visibilizar el sufrimiento de miles de víctimas de esta violencia en los centros educativos. “¿Cuántos niños tienen que morir? Hay que legislar ya”, han reclamado.
Alrededor de 200.000 jóvenes de entre 14 y 28 años se suicida al año en el mundo tras sufrir, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien los expertos señalan que debe evitarse atribuir el suicidio a una sola causa, porque es casi siempre multifactorial. En España, uno de cada 10 menores sufre bullying, indica un estudio del Ministerio de Educación publicado en 2023. Los impulsores de la protesta denuncian que, tres años después de entregar más de 230.000 firmas a favor de una iniciativa legislativa que ponga freno a este problema —ya suman 260.000—, el Gobierno sigue sin adoptar medidas concretas para proteger a los menores y evitar nuevos casos de suicidio.
“Tres años de silencio gubernamental son tres años de complicidad con el acoso”, ha afirmado José Manuel López, que perdió a su hija Kira en 2021, cuando esta apenas tenía 15 años. “Mi niña no se suicidó, la suicidaron”, ha asegurado, al tiempo que ha insistido en que cada menor que se quita la vida tras sufrir bullying —cinco contabilizados en los tres últimos años— es una víctima más de la “inacción” de las instituciones, de los legisladores y de las entidades educativas.
A la movilización convocada por Trencats se han sumado familiares de víctimas de bullying llegados de toda España. Sandra Miranda, madre de la joven Daniela, que se suicidó en Oviedo con tan solo 16 años, ha explicado en declaraciones a los medios que “el acoso mata o deja secuelas de por vida”, por lo que “no se trata de una cosa de niños”, sino de un problema que hay que atajar “con leyes y protocolos efectivos”, sobre todo, tras los más de 1.196 casos que ha identificado la Fiscalía en su última memoria anual. “Yo ya no puedo hacer nada por mi hija —ha señalado muy afectada—, pero vengo para intentar hacer algo por los demás, para que nadie más tenga que pasar por esta tragedia tan injusta que es culpa de quienes miran para otro lado”.
Más prevención y más sanciones
Lourdes Verdeja, presidenta de la asociación Tolerancia Cero de Cantabria y madre de una joven que sufrió hace varios años acoso escolar y que aún hoy padece las secuelas, ha remarcado que “no es cuestión de siglas”, sino de “salvar vidas”. Por eso, ante “la soledad y el desamparo” que sintió en su caso, reclama una ley que contemple sanciones claras para los centros por omisión de responsabilidades.
En la misma línea, María Ángeles, cuya sobrina está pasando por esta situación en la actualidad, ha viajado desde Murcia para “apoyar” esta llamada a la acción. “El caso de Sandra Peña —la adolescente de 14 años que se suicidó en Sevilla el mes pasado y cuyos familiares también han estado presentes en esta concentración— ha servido, lamentablemente, para que muchos niños se atrevan a denunciar y algunos centros comiencen a aplicar protocolos. “No podemos seguir mirando para otro lado: esta muerte tiene que ser la última“, ha manifestado.
Las familias de víctimas de acoso escolar han solicitado formalmente una reunión con la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, aunque denuncian su falta de respuesta. Con quien sí se reunirán este jueves durante una hora será con la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, a quien trasladarán todas sus peticiones.
“No podemos seguir esperando, sin hacer nada, mientras nuestros niños se mueren. Cada nuevo suicidio es un grito de auxilio que el Gobierno y la sociedad ignoramos”, ha declarado José Manuel López. Desde la asociación Trencats subrayan que la futura ley debe incluir protocolos antiacoso con supervisión independiente, programas de prevención obligatorios y canales de denuncia anónimos y seguros para los menores.