De becario a precario: la situación actual del estudiantado en prácticas

Dignificar las prácticas es el primer paso hacia una educación de calidad y el futuro profesional que merecemos como universitarios

Una alumna en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, el pasado diciembre.Jaime Villanueva

El Estatuto de las Personas en Formación Práctica no Laboral en el Ámbito de la Empresa, más conocido como el Estatuto del Becario, está en proceso de reforma. La propuesta incorpora nuevos derechos para el estudiantado, pero no es suficiente. Si se sigue en esta línea, la precariedad permanecerá siendo la protagonista de las prácticas. Es necesario que se escuche al estudiantado, no podemos tolerar que se continúe jugando con nuestra formación.

Actualmente contamos con unas prácticas que no favorecen en absoluto la formación del estudiantado y queremos encontrar una solución a este problema que afecta cada vez a más personas. Desde la CREUP (Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas), consideramos que se deben realizar cambios que aún no se han establecido:

En primer lugar, las prácticas académicas deben ser remuneradas, su cuantía mínima no podrá ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vigente, calculado en proporción a la duración horaria de las prácticas. Esto reduciría las desigualdades económicas y permitiría que todas las personas, independientemente de su situación financiera, pudieran acceder a estas oportunidades formativas sin comprometer su sustento.

Se debe regular la duración y los horarios de las prácticas académicas, teniendo en cuenta lo que se establezca en el plan de estudios. Las prácticas deben ser conciliadoras con la vida personal y familiar, la actividad de representación estudiantil, participación, así como el desarrollo de actividades de interés social, deportivo y cultural.

Otro de los grandes problemas con los que contamos actualmente es que no se establece una cuota de personas en formación práctica por entidad. Es necesario establecer un ratio que favorezca una formación especializada y de mayor calidad.

Dignificar las prácticas es el primer paso hacia una educación de calidad y el futuro profesional

El estudiantado no va a aprender de la misma forma si su tutor/a tiene que estar formando a diez estudiantes más. Debemos garantizar que la formación sea adecuada y eficaz.

El proyecto formativo debe asegurar una relación directa de las competencias a adquirir con los estudios cursados, no podemos tolerar que las personas en prácticas hagan actividades que no les competen ni que se les trate como a trabajadores, son estudiantes que deben formarse, no ser explotados.

Horas de trabajo no pagadas y tareas fuera de nuestras obligaciones. Desde CREUP decimos no, tenemos derecho a unas prácticas remuneradas en las que valoren nuestro trabajo, respeten nuestros horarios y nos enseñen de verdad.

Desde la coordinadora apostamos por un cambio, pero un cambio sensato que nos brinde la oportunidad de avanzar, pero para ello necesitamos el apoyo de las Instituciones. Dignificar las prácticas es el primer paso hacia una educación de calidad y el futuro profesional que merecemos como estudiantes.

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