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Más que una feria sobre el campo

Expo Sagris, salón de la agricultura y la ganadería de Ifema Madrid, se convierte en un espacio de divulgación sobre el modo en que se producen los alimentos

¿Se ha preguntado cuál es el origen de los alimentos que llegan a su mesa? La historia de lo que comemos es a menudo desconocida. Las zanahorias, por ejemplo, no siempre fueron naranjas. Originalmente eran blancas y se cultivaban por sus hojas y semillas, como el perejil o el cilantro. Su color actual proviene de dos genes recesivos que favorecen la acumulación de carotenoides, los mismos compuestos que le dan su tono a muchas frutas y verduras. Las primeras variedades coloridas surgieron hace más de un milenio en Asia central y los agricultores las seleccionaron hasta obtener, siglos después, la zanahoria naranja moderna. Se cree que los holandeses la popularizaron en honor a Guillermo de Orange, convirtiéndola en símbolo nacional. Curiosamente, su triunfo no fue solo político: esta versión también es la más nutritiva y rica en vitamina A, esencial para la vista. Durante la Segunda Guerra Mundial, los británicos incluso difundieron el mito de que comer zanahorias daba visión nocturna para ocultar su nueva tecnología, el radar.

Esta curiosidad, otras más y diversas actividades (como laboratorios de suelo, experiencias para extraer ADN de semillas, talleres sobre nutrición y degustaciones) podrán apreciarse en Expo Sagris, el Salón de la Agricultura y la Ganadería Sostenible, organizado por Ifema Madrid en colaboración con la Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS). Su primera edición, que lleva el lema Donde tierra, tecnología y personas se abrazan, se llevará a cabo del 6 al 8 de noviembre en el recinto ferial de la capital. La cita nace con el propósito de acercar el campo a la ciudadanía urbana y valorar el papel del sector agroalimentario en la sociedad. “Este evento busca mostrar de manera pedagógica y demostrativa el origen de los alimentos, el trabajo que hay detrás de su producción y la importancia de la sostenibilidad en todas sus dimensiones: económica, social y medioambiental”, afirma César Marcos, coordinador y responsable de comunicación de ALAS.

La iniciativa, inspirada en el Salón de la Agricultura de París, pretende consolidarse como una cita anual que contribuya a mejorar la percepción del mundo rural y a fortalecer el vínculo entre productores y consumidores, explica Marcos. “Durante tres días, Madrid se convertirá en un punto de encuentro entre agricultores, ganaderos, cooperativas, instituciones y ciudadanos, con un enfoque divulgativo que permita comprender de primera mano cómo se cultivan y elaboran los productos que llegan a la mesa”, agrega el representante de ALAS, una agrupación de entidades del sector (Asaja, Coag, UPA, Cooperativas Agroalimentarias de España, Fepex y la Asociación Nacional de Agricultura de Conservación Suelos Vivos).

El salón abordará las distintas formas de producción agraria que conviven en España —convencional, integrada, ecológica y biodinámica—, explicando sus características y los métodos que cada una emplea para mantener el equilibrio entre la productividad y el respeto al medio ambiente. El espacio expositivo contará con más de 2.000 metros cuadrados, 38 expositores y múltiples zonas demostrativas. En ellas se desarrollarán actividades prácticas, talleres y charlas que permitirán a los visitantes conocer procesos como la extracción del aceite de oliva en una almazara en funcionamiento, el cultivo de frutas y hortalizas en un invernadero, la conservación de suelos agrícolas o la aplicación de la inteligencia artificial en la agricultura. Una de las apuestas clave del evento es su carácter educativo y su propuesta de diálogo con las nuevas generaciones.

“Vendrán colegios e institutos porque queremos que los más jóvenes comprendan el origen de los alimentos y los valores del sector. Que cuando vayan a comprar, sepan reconocer cómo se produce un tomate o cómo se cría un ternero en Galicia”, señala Marcos. Aunque no es una feria comercial, el salón servirá como punto de encuentro entre todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Contará con la presencia de interprofesionales del aceite, la leche o la carne, así como de proveedores de semillas, tecnología agrícola y representantes institucionales, entre ellos el Ministerio de Agricultura y varias comunidades autónomas. “No queremos confundir al visitante con marcas. Lo importante es la representatividad del conjunto del sector”, destaca el experto.

En busca de empleo

La feria también busca despertar vocaciones, mostrando las oportunidades de formación y de empleo en el sector agroalimentario y en las industrias vinculadas a él. Marcos señala que el sector primario es clave para la cohesión territorial. De igual forma, representa el segundo mayor aporte al PIB nacional y fue el único sector económico que registró un superávit en la balanza comercial el año pasado. El sector emplea a cerca de 800.000 personas (3,6% del empleo nacional) y la superficie agraria útil de España supone más de 23 millones de hectáreas, con aproximadamente 900.000 explotaciones agrarias.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) será el patrocinador principal y el pilar de la programación. Su participación se enfoca en tres áreas clave: el programa Cultiva (estancias formativas para jóvenes agricultores), el foro Ser agricultor y ganadero es rentable (debate sobre modelos de gestión y viabilidad) y el taller contra el desperdicio alimentario (fomento de hábitos conscientes). Además la feria cuenta con el patrocinio de Cajamar y de McDonald’s.

Expo Sagris será un espacio de innovación y tecnología agrícola. La Plaza de la Tecnología será el epicentro. Allí se mostrarán proyectos como Go DronSafe (aplicación segura de fitosanitarios con drones) y la cátedra ENIA de la Universidad de Córdoba, que presentará avances en inteligencia artificial y sensórica aplicados al campo. Asaja y UPA complementarán estas actividades con jornadas esenciales sobre sostenibilidad, digitalización, economía verde, agricultura familiar y liderazgo femenino rural. El programa también incluirá la promoción de la formación agroalimentaria y la discusión científica sobre la biotecnología.

Los visitantes podrán participar en degustaciones de productos (como vino, aceite y carne) y en experiencias prácticas únicas, como el viaje al interior de un invernadero. El evento concluirá con la entrega de galardones, entre ellos los premios Big Good de McDonald’s y los premios Sostenibles por Naturaleza de UPA. “La cita busca sembrar el compromiso colectivo con un sistema alimentario sostenible, seguro y esencial para el bienestar común”, concluye Marcos.

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