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Workday se sube a la ola de la inteligencia artificial

La compañía de ‘software’ de gestión sale de compras y firma acuerdos para desarrollar agentes de IA en la contratación

Seguimos creciendo y la región de Europa, Oriente Próximo y África es uno de los motores de Workday”, afirma Adolfo Pellicer, director general de la compañía en España, uno de los países que cita entre los más destacados del continen...

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Seguimos creciendo y la región de Europa, Oriente Próximo y África es uno de los motores de Workday”, afirma Adolfo Pellicer, director general de la compañía en España, uno de los países que cita entre los más destacados del continente y donde cuenta con más de 750 de sus 2.375 clientes europeos. La compañía estadounidense proveedora de software de gestión de recursos humanos y finanzas cerró su ejercicio fiscal 2025 el pasado enero con unos ingresos de 8.446 millones de dólares (unos 7.284 millones de euros al cambio actual), lo que representa un 16,4% más que en 2024. Y durante el primer semestre de 2026 ha continuado en una línea similar (con un aumento del 12,6%). Sin embargo, a su cotización le está costando despegar en el Nasdaq, donde en lo que va de año las acciones se dejan más del 11% del valor. “Estamos cumpliendo nuestras previsiones de crecimiento. La valoración bursátil no es algo que dependa de nosotros”, señala Pellicer.

La empresa ha redefinido su modelo operativo, continúa el directivo, lo que se ha sustanciado en enfocar su estrategia en la inteligencia artificial (IA), en impulsar la expansión y en el despido de un 8,5% de su plantilla, es decir, más de 1.700 trabajadores. “Pero en España seguimos contratando. No nos ha afectado la reducción de personal”, explica.

“Con la revolución de la inteligencia artificial todo va muy rápido”, admite Pellicer. Workday no quiere quedarse atrás en la nueva transformación tecnológica que vive el mundo y está poniendo toda la carne en el asador. En tan solo unos meses ha anunciado la compra de un ramillete de empresas que espera complementen su apuesta tecnológica: la plataforma de creación de agentes de IA Flowise, Paradox, especializada en agentes de IA para el reclutamiento de personal, y la desarrolladora sueca de herramientas de inteligencia artificial Sana por 1.100 millones de dólares. Estas operaciones se suman a las adquisiciones en 2024 de HiredScore y Evisort. “Estamos muy atentos a las oportunidades del mercado, que intentamos aprovechar. Tenemos caja para ello”, indica Pellicer. Además, hace apenas unos días firmó un acuerdo con Microsoft para ayudar a las organizaciones de clientes a gestionar de forma segura a sus empleados y agentes de IA en las plataformas Microsoft Azure y Copilot.

“Con los agentes de IA hacemos a los empleados más productivos”, dice el responsable de Workday en España, donde las empresas los están testando porque, de momento, se muestran cautas con vistas a su implantación. “Tenemos agentes ya productivos y otros que están por venir”, agrega. Los operativos se usan en el campo de los recursos humanos, donde se han desplegado estos robots para ayudar en la selección del personal, un ámbito en el que destacan por analizar un mayor número de candidaturas que los humanos y con ello reducir los tiempos necesarios para la contratación, así como por acceder a perfiles más difíciles de detectar por las personas, resume Pellicer. Los agentes reclutadores acortan un 35% el proceso de revisión por parte de los responsables de contratación, sustancia. Y también en el área de movilidad de talento, donde el uso de la IA permite que los empleados tengan 2,3 veces más probabilidades de pasar a un nuevo puesto, dice. Fórmula 1, Sanofi o la red hospitalaria estadounidense Bon Secours Mercy Health son algunas de las entidades que han incorporado a estos entes robóticos en su día a día.

Estas herramientas también se han desplegado para imprimir velocidad a los contratos. Workday tiene un agente de inteligencia de contratos y de negociación de los mismos, que acortan un 65% la duración del proceso habitual, según la compañía.

90% de las ventas

Además, la compañía está dando el salto de las grandes cuentas a las organizaciones de más de 250 empleados, un mercado muy grande, especialmente en España, cuyo tejido empresarial se concentra en las pymes. E introduciéndose en el sector público con su plataforma de gestión, que le proporciona más del 90% de los ingresos (basados en suscripciones), en tanto que el resto proceden de la consultoría. Para este ejercicio prevé que las suscripciones aumenten algo más del 14% hasta 8.815 millones de dólares.

Los analistas que siguen la acción de Workday han elevado ligeramente su precio objetivo como resultado de su estrategia de adquisición de empresas, los avances en sus productos de IA, las nuevas líneas de producto y la mejora de los márgenes, según la plataforma de inversión Simply Wall Street. Pero ven sombras en la fuerte competencia en el sector, con Microsoft, SAP y Oracle en el horizonte, y en las tensiones macroeconómicas. En su opinión, las previsiones de la compañía de obtener “ingresos de 12.900 millones de dólares y unas ganancias de 1.800 millones para 2028, requerirá un crecimiento anual de los ingresos del 13% y un aumento de sus resultados de 1.220 millones de dólares desde los 583 millones actuales”.

Los españoles están dispuestos a que su jefe sea un robot

Aún son limitados los agentes de inteligencia artificial que se han incorporado a las empresas, pero, según un estudio encargado por Workday, el 82% de las organizaciones mundiales han o están trabajando en su introducción en las oficinas ya que nueve de cada diez prevén que alivien la carga de trabajo. Un porcentaje que en España llega hasta el 85%; es uno de los países más abiertos a convivir con la IA, según la firma.
Las tres cuartas partes de los empleados dicen sentirse cómodos con su llegada, aunque, eso sí, si se trata de que les den órdenes, la cifra baja al 30%. En España, en cambio, el 45% de los trabajadores estarían conformes con que los agentes robóticos fueran sus jefes.
Otra de las cosas que perturban a la mitad de los empleados es que las máquinas aumenten la presión sobre ellos para actuar más rápido. En el caso de los líderes, creen que las decisiones sobre las plantillas, el dinero o el cumplimiento legal no deben delegarse a la IA. Las principales barreras que detectan las empresas para la adopción de los robots son la ética y la gobernanza. Hay un 27% que creen que los agentes de IA están sobrevalorados. 

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