Dinosol se atrinchera frente a la competencia en Canarias
El grupo, que cuenta con el 26% del mercado, facturó 1.460 millones en 2023, un 11,5% más. Invertirá 92 millones en nuevas tiendas y reformas
No hay un dinosaurio más conocido en las islas Canarias. Ni una cadena de supermercados con mayor tarta en el pastel de la distribución alimentaria. La mascota del grupo Dinosol (Papá Dino) se prodiga con una cuota del 26% del mercado regional, por delante de gigantes como Mercadona o Lidl, según los datos de NielsenIQ. Un porcentaje que se ha duplicado ampliamente desde que en 2012 los hermanos José Abraham y Andrés Domíng...
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No hay un dinosaurio más conocido en las islas Canarias. Ni una cadena de supermercados con mayor tarta en el pastel de la distribución alimentaria. La mascota del grupo Dinosol (Papá Dino) se prodiga con una cuota del 26% del mercado regional, por delante de gigantes como Mercadona o Lidl, según los datos de NielsenIQ. Un porcentaje que se ha duplicado ampliamente desde que en 2012 los hermanos José Abraham y Andrés Domínguez Santana recompraran la compañía que habían vendido en 1996 al fondo de inversión Vista Capital, tal y como recuerda Javier Puga, actual consejero delegado de la empresa y dueño del 30% del capital que no está en poder de los hermanos. Puga lo sabe bien, pues dirigió la cadena en esa época y la presidió antes de que volviera a manos de los Domínguez. Cuando llegó a tener 576 establecimientos en España.
La historia de estos supermercados ha dado muchas vueltas. Tras sacarlos a Bolsa, Vista Capital se desprendió de ellos en 2001, cuando pasaron a la compañía holandesa Ahold, que tres años más tarde los vendió al fondo de inversión Permira. “Permira lo hizo muy mal. Dejó la sociedad sin activos, con mucha deuda y no pudo salir adelante: acabó en manos de los bancos. Gracias a ello pudimos recomprar la parte canaria del negocio, 170 tiendas, a un precio mucho más asequible: de 35 millones de euros”, explica Puga, que matiza que, en ese momento, la empresa perdía 60 millones al año.
Desde entonces, los números han dado un vuelco y Dinosol Supermercados “ha cerrado en 2023 un buen ejercicio en ventas y en resultados gracias al pleno turístico en Canarias y al incremento del IPC”: facturó 1.464 millones de euros (un 11,5% más que en el año anterior) y obtuvo un ebitda de 124 millones (frente a los 94 de 2022). Sus beneficios ascendieron a 60 millones de euros. Y lo ha conseguido con unas ventajas estratégicas que el consejero delegado desgrana: sus precios económicos, beneficiador por el aumento desbocado de la inflación (han subido una media del 13% desde 2022, según Puga); sus tiendas turísticas, que generan 8 puntos más de margen que las destinadas a los residentes en un archipiélago donde hay visitantes foráneos todo el año, y su apuesta por el producto local, que representa el 40% de su oferta de unas 14.000 referencias.
Dinosol presume de los precios más económicos del mercado canario. De hecho, los vigila a diario y los cambia en cuanto ve que la competencia los tiene más baratos. Da igual que sea en sus tiendas para turistas que en las de residentes, donde cada día 13 personas los analizan en unas 10.000 referencias y, si resultan más caros que los de otras marcas, “automáticamente los bajamos y después negociamos con nuestro proveedor”, indica Puga. La comparativa de los supermercados turísticos (más pequeños y mejor situados) se realiza con los precios de referencia de los países de origen de los visitantes, sobre los que también se ponen más baratos.
Con 243 tiendas distribuidas por el territorio insular, la compañía planea seguir creciendo a toda velocidad. Va a invertir 92 millones de euros en la apertura de 13 supermercados nuevos este año (tres de ellos ya se han inaugurado), así como en 22 reformas que están en curso o proyectadas y la ampliación del centro logístico de Güímar, en Tenerife. Acaba de adquirir además seis tiendas a la empresa Quevedo Ramírez que operaban con la marca Unide. El año pasado abrió una decena de establecimientos y reformó otros 10 con una inversión de 40 millones.
Sin embargo, Puga no ve al grupo dando el salto a la península. Lo hicieron en su día, pero vendieron la mayoría de sus cerca de 600 supermercados. “Lo tenemos difícil”, indica, “sin la ventaja del turismo y del producto local, competir fácilmente en precios con monstruos como Mercadona, Lild o Aldi es muy complicado”. Por eso han puesto el punto de mira en África. Han constituido una sociedad en Marruecos para ampliar su negocio de supermercados tras descartar Guinea, después de una prospección a partir de la cual han decidido exportar productos al por mayor desde allí: ahora venden 11 millones de euros, casi todos en Cuba, y están potenciando este negocio. En Marruecos han llegado a un acuerdo con un socio local para establecer sus tiendas en la zona del Aiún, al sur de este país, donde ya estuvieron hace 22 años y les resultó muy rentable, destaca el directivo.
Esperan abrir un cash & carry este año y un supermercado grande el que viene, y dedicarse también a la exportación. Creen que Marruecos será su puerta de entrada para el resto de África. Pero no tienen prisa, admite Puga. Sobre todo porque sus planes de expansión en Canarias prevén una treintena de proyectos. Y, además, saben que su modelo ha de adaptarse al mercado local y eso lleva su tiempo.
El consejero delegado de Dinosol Supermercados estima que 2024 será un buen año, pero no tanto como el ejercicio que acaba de cerrarse: “Mejoraremos porque siempre tenemos planes de expansión, pero soy consciente de que el IPC ahora va a vivir el proceso inverso. Ya se está frenando y la alimentación tiene mucho que ver”, dice. La cadena, además, cuenta con una oferta más reducida que sus competidores de marca propia, que es la que está ganando cuota en los últimos tiempos y ya abarca casi la mitad de la cesta de la compra en el sector de la distribución. Y está viendo cómo sufren los alimentos frescos, uno de sus puntos fuertes: “Tras la subida de los precios, la gente está comprando menos”, reconoce.
Absentismo disparado
Con 9.300 trabajadores en plantilla, uno de los temas que más preocupa al responsable de la cadena de supermercados es el absentismo laboral, que ha aumentado del 5% al 8% desde la reforma laboral. “Es muchísimo”, dice. “El cambio en la legislación laboral para acabar con los contratos temporales ha potenciado mucho el absentismo”, asegura Puga, a sabiendas de que se ha disparado en todo el sector, al igual que en la hostelería. “Y, al mismo tiempo, nos está costando mucho conseguir trabajadores en determinadas zonas como el sur de Fuerteventura o de Lanzarote. Algo estamos haciendo mal en España porque nos encontramos gente que no quiere trabajar”.
Según el consejero delegado, se trata de una situación crítica que empeora aún más si a eso se le añade la escasez de vivienda... Dinosol quiere solventar este problema y con ese objetivo “hemos comprado dos parcelas para construir viviendas para nuestros trabajadores. No nos queda otra opción”, concluye.
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