Así invierten los Agnelli, una de las familias más poderosas de Italia
La dinastía industrial, que acaba de comprar el 15% de Philips, se consolida en la salud, la tecnología y el lujo y reduce su exposición al automóvil
Los Agnelli, una de las dinastías industriales más poderosas de Europa, que forjó un imperio sobre Fiat, han dejado atrás la etapa en la que sus negocios giraban en torno al motor y las nuevas generaciones están consolidando una evolución más diversificada y enfocada ahora hacia sectores como la salud, la tecnología o el lujo.
La reciente apuesta por Philips, la compañía holandesa de te...
Los Agnelli, una de las dinastías industriales más poderosas de Europa, que forjó un imperio sobre Fiat, han dejado atrás la etapa en la que sus negocios giraban en torno al motor y las nuevas generaciones están consolidando una evolución más diversificada y enfocada ahora hacia sectores como la salud, la tecnología o el lujo.
La reciente apuesta por Philips, la compañía holandesa de tecnología sanitaria, de la que Exor, la sociedad de cartera de la familia, ha adquirido una participación del 15%, con una inversión que ronda los 2.600 millones de euros, es un paso más en esa dirección. Se trata de la mayor operación de Exor desde la venta de la reaseguradora estadounidense PartnerRe por 9.000 millones de euros en 2021.
En Philips, el grupo de los Agnelli será un inversor minoritario a largo plazo, con derecho a proponer un miembro en el consejo de supervisión, entre otras cosas. Este movimiento financiero refleja también cómo una crisis puede convertirse en una oportunidad. La compra llega después de que Philips se enfrentara a demandas en Estados Unidos por el caso de los respiradores defectuosos para tratar la apnea del sueño. El tropiezo le ha costado caro a la compañía en los mercados, donde ha perdido un 62% desde el máximo alcanzado en abril de 2021.
Aunque los Agnelli ya habían puesto el ojo en Philips con anterioridad, han aterrizado en el grupo holandés en el momento más oportuno: con los precios de las acciones cerca de los mínimos históricos. La presa hace unos años era inaccesible y una entrada en el accionariado antes del escándalo de los respiradores, habría supuesto pagar más del triple de lo que ha desembolsado Exor en esta ocasión. Además, este año han vuelto a aparecer los beneficios en las cuentas del primer trimestre de la compañía, lo que sugiere que la salida del túnel está cerca. Los analistas prevén que, con un buen cambio de rumbo, crezca en los próximos años.
“Los Agnelli han decidido entrar en el momento justo, lo que les permite recuperar la inversión con más facilidad”, señala Antonio Majocchi, economista de la Universidad Luiss Carlo de Roma, especializado en negocios y gestión internacional. Y valora: “La operación se enmarca en la política general de Exor de redistribución de la liquidez. La idea es invertir en sectores de fuerte crecimiento como la sanidad y la tecnología, que mantendrán su crecimiento en los próximos años. Se está registrando un envejecimiento progresivo de la población y la sanidad cada vez es más privada. Se trata de una inversión muy importante”.
John Elkann, principal heredero de la saga Agnelli y líder de Exor desde hace más de una década, ha explicado que la inversión en el conglomerado holandés forma parte de “una evolución natural” de la sociedad familiar. En una entrevista con el diario Financial Times, Elkann, tataranieto del fundador de Fiat, Giovanni Agnelli, ya avanzaba la “fuerte afinidad por la sanidad” que tiene Exor. En ella también destacaba que su inversión de más de 800 millones de euros el año pasado en el grupo sanitario francés Institut Mérieux, especializado en biología y salud pública y presente en diferentes países, “ha reforzado la convicción sobre la importancia de este sector y su potencial de crecimiento”.
Bajo el mandato del abuelo de Elkann, Gianni Agnelli, que fue una de las figuras más influyentes de la Italia del siglo XX y que a partir de finales de la década de los cincuenta, durante medio siglo, dirigió y transformó Fiat en una multinacional, el negocio familiar se inclinó fuertemente hacia la industria automovilística. En esa época se concretó la expansión por Europa del Este y Sudamérica y se cerró la adquisición de marcas como Lancia, Maserati y Ferrari. No obstante, el grupo de los Agnelli también tenía participaciones en empresas de los sectores alimentario, financiero, inmobiliario y editorial. Era propietario también del Juventus de Turín y del diario de la misma ciudad La Stampa, que Elkann ha conservado.
La batuta del heredero
Aunque Gianni Agnelli ya había puesto en marcha la transformación de la empresa familiar antes de su muerte en 2003, cuando Elkann llegó ese año se encontró con un grupo en peligro, con Fiat endeudada a niveles sin precedentes, y con las relaciones deterioradas con su socio estadounidense General Motors.
Bajo la batuta de Elkann, de 47 años, Exor ha aumentado sus activos netos de unos 4.000 millones de euros en 2009 a los 33.000 millones actuales. Las acciones, que desde el año pasado cotizan en el mercado holandés, han pasado de un valor de un solo dígito —menos de seis euros— en 2009 a los actuales 80 euros por título.
La primera década tras la muerte del abuelo de Elkann fue de conservación: “Nos centramos en las desinversiones, la simplificación y la reducción de la deuda para asegurarnos de que se podía salvar lo que teníamos”, señaló al diario británico. La década siguiente ha sido “la de la estabilización” que, según él, ha situado al grupo en una trayectoria de crecimiento constante. En este arco de tiempo se han completado importantes transformaciones en las empresas familiares, como la creación del fabricante de equipos agrícolas CNH Industrial a partir de la fusión de CNH Global y Fiat Industrial; la adquisición por parte de Fiat de su rival estadounidense Chrysler para formar FCA; la escisión de Ferrari de Fiat y su cotización en la Bolsa de Milán, donde sus acciones han escalado un 40% en el último año, hasta los superar los 280 euros por título; la fusión entre FCA y Peugeot para crear Stellantis, que cotiza en París, de la que Exor es el mayor accionista, con una participación del 14%; o la adquisición y posterior venta de PartnerRe.
“Exor tiene un muy buen historial de resultados, ha crecido mucho en los últimos años. Desde el punto de vista estratégico, han llevado a cabo una buena gestión”, valora Martino De Ambroggi, analista del banco de inversiones Equita. “Buscamos claramente sectores con viento a favor”, resume la directora de Operaciones de Exor y presidenta de CNH Industrial, Suzanne Heywood.
Exor, que actualmente ocupa puestos en los consejos de administración de todas las empresas de su cartera, planeó reinvertir los beneficios de la venta de PartnerRe en tecnología, lujo y sanidad, y ha adquirido una participación del 24% en el fabricante de calzado de lujo Christian Louboutin, una participación mayoritaria en la marca china de estilo de vida Shang Xia y una participación del 45% en la italiana Lifenet Healthcare.
El grupo de los Agnelli ha vuelto este año también a los servicios financieros con el lanzamiento de Lingotto, una sociedad de inversión con 3.000 millones de dólares, con sede en Londres y presidida por el exministro de Economía británico George Osborne, a la que ha destinado una cantidad inicial de 1.500 millones de euros procedentes de la venta de PartnerRe.
El economista Majocchi considera que “los Agnelli son cada vez más hombres de finanzas y menos hombres de industria”. Guido Corbetta, profesor de iniciativa empresarial y empresa familiar de la Universidad Bocconi de Milán, recuerda que Exor ya estaba diversificado en el sector del automóvil, con Stellantis, CNH Industrial, Iveco o Ferrari. “Ahora se abren a nuevos sectores. Invirtiendo en lujo o tecnología están continuando una tradición familiar. Siguen una lógica de capital de inversión familiar, con un horizonte a largo plazo, diferente del capital de inversión financiero”, apunta.
Pero no todo ha sido un camino de rosas en la galaxia Agnelli. La muerte en 2018 de Sergio Marchionne, el hombre que salvó Fiat del descalabro, supuso un cambio de era y marcó un momento crítico de incertidumbre para el futuro de Exor.
Además, la Juventus, propiedad de la familia Agnelli desde hace un siglo, se ha enfrentado a acusaciones de manipulación del mercado y falsedad contable que provocaron el año pasado la dimisión en bloque del consejo de administración del club y obligaron a una remodelación de la dirección. El escándalo también ha lastrado al equipo en la Bolsa.
Con 2.000 millones de euros de la venta de PartnerRe aún por gastar, los analistas esperan que continúe la oleada de inversiones, junto con desinversiones de algunas participaciones menores no esenciales. “Exor tiene una estructura financiera con poca deuda, lo que les da la posibilidad de seguir haciendo inversiones por valor de entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Se espera que continúen invirtiendo en sus tres sectores claves”, estima Martino De Ambroggi.
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