Mujeres que mejoran el orgasmo de otras mujeres
El sector erótico se ha feminizado en España y un grupo de directivas lideran las principales empresas con diseños propios y productos enfocados a la salud y el bienestar sexual
Beatriz Casado, de 42 años, decidió montar su propio negocio en Ibiza. Había conseguido ahorrar tras muchas horas de trabajo y quiso ser su propia jefa. Lo consiguió abriendo una ludoteca, pero no para niños, más bien para sus padres y madres. Fundó Erotic & Chic en 2007, una de las tiendas eróticas con más solera de las islas Baleares. La ideó alejándose de la oscuridad de los viejos sex shops. Apostó por la luminosidad y diseñó un espacio donde la mujer se sintiera cómoda. “Ahora son ellas mis principales clientas”, cuenta Casado. Tradicionalmente masculina, hoy esta industria est...
Beatriz Casado, de 42 años, decidió montar su propio negocio en Ibiza. Había conseguido ahorrar tras muchas horas de trabajo y quiso ser su propia jefa. Lo consiguió abriendo una ludoteca, pero no para niños, más bien para sus padres y madres. Fundó Erotic & Chic en 2007, una de las tiendas eróticas con más solera de las islas Baleares. La ideó alejándose de la oscuridad de los viejos sex shops. Apostó por la luminosidad y diseñó un espacio donde la mujer se sintiera cómoda. “Ahora son ellas mis principales clientas”, cuenta Casado. Tradicionalmente masculina, hoy esta industria está dominada por mujeres que han fundado sus propias empresas. Han conseguido que hasta El Corte Inglés venda vibradores.
Las compañías nacidas en los últimos años en la geografía española han crecido bajo la misma premisa con la que Beatriz Casado abrió su tienda. Se han olvidado del aquel sector rancio, dominado por hombres, donde lo erótico y lo pornográfico eran lo mismo. Se han acercado a la otra mitad de la población, cuyas necesidades no estaban cubiertas, con un punto de vista centrado en el bienestar y la salud sexual. Han tenido el apoyo de fenómenos como la serie Sexo en Nueva York o el libro (y luego película) 50 sombras de Grey, que fomentaron el debate y un movimiento de apertura de la sexualidad femenina. La afinidad natural de mujeres creando productos para mujeres ha hecho el resto. Tanto en diversión como en negocio. Es un fenómeno mundial. Basten como ejemplo la norteamericana Lioness, cuya fundadora es también mujer, o The Oh Collective, creada por cuatro amigas de Estados Unidos, Canadá y Países Bajos.
La entrada de emprendedoras ha ayudado a que otras muchas mujeres se reconozcan. Es una de las claves: la mirada femenina a su sexualidad, que claramente conocen mejor que los hombres. Como su propio placer. “Ellas se identifican más con productos diseñados y pensados por mujeres, no por hombres”, apunta Elsa Viegas, de 46 años, que junto a Marta Aguiar fundó Bijoux Indiscrets en 2006. Arrancaron su gran aventura con un objetivo: “Una perspectiva más femenina para el sector”, recuerda Viegas. Hoy la empresa diseña, fabrica y vende sus propios vibradores, juguetes sexuales, accesorios de lencería, aceites para masajes, lubricantes o cremas potenciadoras. Han mejorado el orgasmo femenino gracias a una plantilla de 13 personas —11 mujeres y 2 hombres— y un puñado de colaboradores. Facturan tres millones de euros anuales con Estados Unidos, Alemania, Francia y España como principales mercados.
Las buenas cifras se deben a la gran respuesta que las mujeres dieron al nuevo enfoque. Lo sabe bien Anna Boldú, fundadora de Platanomelon, empresa cuya facturación superó los 20 millones de euros en 2021. Con presencia en media Europa y México y 110 trabajadores en plantilla, está enfocada al entorno digital. Ejerce de distribuidora de otras marcas, pero también diseña sus propios productos con una condición: no son para nada realistas. “Siempre tienen diseños agradables y coloridos. Se pueden tener en la mesita de noche”, apunta la empresaria. También han conseguido crear una enorme comunidad que supera los cuatro millones de seguidores en redes sociales. En gran parte, gracias a las píldoras formativas que ofrecen en su canal de YouTube.
Una de las creaciones más conocidas de Platanomelon es Mambo, succionador de clítoris que ya se puede encontrar en grandes superficies. Supermercados, farmacias, tiendas de regalo o perfumerías han entendido que el sector es negocio. Marcas como la danesa LELO —con vibradores de lujo bañados en oro de 24 quilates que alcanzan los 15.000 euros—se venden en Sephora. Ushuaia (Ibiza), Olha (Barcelona) o Edition (Madrid) son hoteles que también ofrecen los productos de Bijoux Indiscrets para dar un paso más en la satisfacción de sus clientes. Una muestra más de cómo la sexualidad se ha incorporado al día a día.
Los productos se han popularizado, algo que representa una novedad muy reciente. Boldú recuerda que cuando fundó la empresa en 2014 había universidades que se negaban a publicar sus ofertas para personal en prácticas y bancos que preferían no trabajar con ellas. “Antes llamabas y nadie te respondía. Ahora todo el mundo quiere tener productos. MediaMarkt o FNAC también venden ya vibradores”, destaca Alicia Zurita, que acumula dos décadas en el sector erótico. Entró de la mano de la compañía Late Chocolate y más tarde fue distribuidora de los masturbadores masculinos de la japonesa Tenga en Europa. En 2020 lanzó Lubets, fabricante de lubricantes sexuales monodosis y ecológicos que vende en países como Arabia Saudí o Perú. “Ha sido un cambio brutal en pocos años. Y en buena parte gracias a la llegada de mujeres”, añade Zurita desde Benalmádena (Málaga). Su firma facturó 700.000 euros en 2022 y acaba de cerrar una ronda de financiación por la misma cantidad para invertir en marketing.
Control eyaculatorio
“El primer día que saliste a correr tampoco aguantaste tres minutos”, decía el texto de una gran lona instalada en la madrileña Gran Vía que sirvió para el lanzamiento de MyHixel, compañía fundada a finales de 2017 en Sevilla por Patricia López. “Las mujeres estamos tomando la iniciativa para emprender y liderar proyectos en esta industria, que implica muchísimos retos: desde la propia idiosincrasia del sector, la dificultad de levantar capital o los problemas para el marketing en redes sociales”, añade quien ha diseñado un dispositivo para mejorar el control eyaculatorio masculino. Dispone de hardware —similar a un juguete sexual— y software —mediante una aplicación móvil anónima y gamificada— con una terapia de ocho semanas. “Es algo que afecta al 30% de los hombres en algún momento de su vida”, subraya la emprendedora, que cuenta con una segunda línea específica para el restante 70% “al que esto también le interesa porque permite expandir el tiempo en la cama”.
Su tecnología está desarrollada de la mano de los investigadores del Instituto Sexológico de Murcia. La empresa cuenta ya con una plantilla de 20 personas y una facturación que superó los 1,4 millones en 2022. Estados Unidos es su primer mercado, seguido de España, Reino Unido, Canadá, México y Alemania. En diciembre cerró una campaña en Kickstarter por valor de 540.000 euros. “Mucho más de lo que esperábamos: todas nuestras existencias de la segunda versión del producto van para cubrir esos pedidos, así que el lanzamiento oficial será en abril”, señala la andaluza, contenta de cómo le van las cosas y feliz por ver cómo las mujeres han dado luz a un sector tradicionalmente oscuro desde un enfoque de bienestar para ellas y, también, para ellos.