Los jóvenes y los trabajos del futuro
Hay que incrementar tanto la empleabilidad de los egresados como la competitividad del tejido empresarial español
Según el Foro Económico Mundial en los próximos cinco años se crearán globalmente 150 millones de nuevos puestos de trabajo en tecnología y en 2030 el 77% de las ofertas laborales demandarán competencias digitales. En una encuesta realizada internacionalmente, la mitad de las organizaciones mostraron su preocupación ante la brecha digital que se avecina y la pérdida de ventaja competitiva debido a la escasez de talento en ciertos ámbitos, poniendo de manifiesto vulnerabilidades...
Según el Foro Económico Mundial en los próximos cinco años se crearán globalmente 150 millones de nuevos puestos de trabajo en tecnología y en 2030 el 77% de las ofertas laborales demandarán competencias digitales. En una encuesta realizada internacionalmente, la mitad de las organizaciones mostraron su preocupación ante la brecha digital que se avecina y la pérdida de ventaja competitiva debido a la escasez de talento en ciertos ámbitos, poniendo de manifiesto vulnerabilidades estructurales.
Muchos jóvenes de todo el mundo no pueden acceder a los puestos de trabajo de la cuarta revolución industrial debido a la falta de exposición a herramientas digitales y conocimientos en estas materias. La conectividad en los hogares de los países en desarrollo sigue siendo baja y cerca del 57% de los jóvenes de estas zonas no tiene acceso a oportunidades de formación, empleo regulado, dispositivos electrónicos e internet, herramientas sin las cuales resulta muy difícil que se puedan preparar para los trabajos del futuro.
Es fácil conjeturar que la familiaridad de los jóvenes con la tecnología conlleve una mayor capacidad para transitar por la progresiva digitalización laboral, pero los datos que se han ido publicando sugieren que esto no es directamente así. Aunque el uso de los teléfonos inteligentes se ha extendido mundialmente, frecuentemente su utilización está muy concentrada en contenidos que se consumen en las redes sociales, pero no se está traduciendo en la misma proporción en acceso a información valiosa que les permita formarse y progresar en sus competencias.
En el caso español, el reciente informe CYD 2021/2022 sobre las prioridades estratégicas para seguir avanzando hacia la universidad española del futuro identifica siete de ellas, entre las que cabe señalar una mayor y mejor inversión en educación superior y una mejora de la empleabilidad. Actualmente existe un desajuste entre los puestos de trabajo que ofrece el mercado y el número de graduados, pues España es el segundo país de la Unión Europea con mayor porcentaje de universitarios desempleados. Por tanto, es necesario orientar más estudios hacia ámbitos con elevada inserción laboral, así como ofrecer a los estudiantes las competencias que la sociedad requiere hoy en día, reforzando la relación entre universidad y empresa con el fin de favorecer la posterior incorporación al mercado laboral. Para ello, resulta imprescindible intensificar la agilidad del sistema y su adaptación a las necesidades actuales para incrementar tanto la empleabilidad de los egresados como la competitividad del tejido empresarial español.