La nueva tasa de basuras dispara el precio de la recogida de residuos un 30% en el IPC
La joyería y bisutería, el transporte combinado de pasajeros y los huevos son las otras categorías que más se encarecen en octubre
La nueva tasa municipal de basuras se ha estrenado hace pocos meses y ya ha hecho mella en las estadísticas del Índice de Precios al Consumo (IPC). Es la categoría que más se ha encarecido en octubre en tasa interanual, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si la inflación general del mes ha subido, de media, ...
La nueva tasa municipal de basuras se ha estrenado hace pocos meses y ya ha hecho mella en las estadísticas del Índice de Precios al Consumo (IPC). Es la categoría que más se ha encarecido en octubre en tasa interanual, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si la inflación general del mes ha subido, de media, un 3,1% —ya de por sí el incremento más elevado en lo que va de año—, la recogida de residuos lo ha hecho 10 veces más: un 30,3%.
Es el segundo mes consecutivo en el que la recogida de basura lidera las subidas de precios, tras haberse encarecido en septiembre en el mismo porcentaje (30,3%). Los ayuntamientos han tenido que implementar el nuevo tributo este año de forma obligatoria, y en los últimos meses han empezado a cobrarlo. La obligación nace de una normativa estatal de 2022, que a su vez se diseñó para cumplir con la directiva europea de reciclaje. En lo que va de año, el aumento promedio ronda el 15%.
Las indicaciones para diseñar la nueva tasa, sin embargo, han sido escasas. Más allá de lo contenido en la normativa comunitaria, que establece el principio del pago por generación —quien más contamina, más paga—, y que la tasa no sea deficitaria —es decir, que cubra el coste de prestar el servicio—, los ayuntamientos no han recibido indicaciones específicas. El resultado es un mapa muy heterogéneo, tanto en cuanto a métodos de cálculo como a precios, que en línea general se han disparado.
La Fundación ENT, dedicada al diseño e implantación de tasas de residuos, ha calculado que el importe de la tasa alcanzaría los 116,32 euros anuales al año para un hogar tipo de una vivienda con un valor catastral de 64.295 euros, dos miembros y 964 kilos de residuos generados en un año. No obstante, hay diferencia enormes entre capitales de provincia, que alcanzan un máximo de 230 euros. La cuota más elevada para ese núcleo familiar estándar se cobra en Valencia, con 287,5 euros anuales, seguida por Girona (238 euros) y Tarragona (236,2). Los importes más bajos son los de Toledo (56,9 euros), Palencia (57,4) y León (62,5).
Los precios de joyería y bisutería, la segunda categoría de productos que más se ha encarecido en octubre (26,8%) en comparación con el mismo mes del año pasado, también llevan meses presionando al alza. Ya desde mediados del año pasado, los repuntes registrados cada mes en términos interanuales han sido constantemente superiores al 10%, una tendencia que en buena parte en parte refleja el calentamiento en la cotización de materias primas como el oro, que este año ha alcanzado máximos históricos —aunque ha sufrido fuertes correcciones en las últimas semanas—, así como de la plata.
El transporte combinado de pasajeros, aquel que incluye una combinación de medios de transporte, fue la tercera rúbrica que más se encareció en el décimo mes del año (26,7%). En este caso, la subida de precios es más reciente, y coincide con la finalización de los descuentos generalizados que activó el Ejecutivo para hacer frente a la crisis inflacionaria y que los gobiernos regionales ampliaron. Aunque varias comunidades y ayuntamientos han mantenido algún tipo de bonificación, su impacto sobre los precios se ha reducido a partir del mes de julio.
Menos acusada ha sido la subida de precio de los huevos, aunque proporcionalmente afecta al bolsillo de muchos más consumidores. Se encarecieron un 22,5% en octubre, tras encadenar siete meses de alzas consecutivas de doble dígito en paralelo con el avance del brote de gripe aviar. Paradójicamente, el precio de la carne de ave aumentó a una tasa mucho más moderada, del 3,7%, y de lejos inferior al encarecimiento de la carne de la carne de vacuno (17,8%), y de ovino y caprino (7,7%).
En el lado opuesto de la tabla, el mayor descenso lo ha experimentado el aceite de oliva (41,6%), que también fue de los productos que más disparó su precio tras el estallido de la crisis inflacionaria. Le siguen a gran distancia el azúcar (13,5%) y los paquetes turísticos nacionales (-6,4%).