La leche se encarece con la producción en retroceso por la falta de relevo generacional
El sector espera obtener unos 7,3 millones de toneladas este año, la cifra más baja en cinco ejercicios
Los precios de la leche de vaca siguen subiendo. Los importes base se sitúan ya en un abanico entre los 0,53 y los 0,55 euros por litro, frente a menos de 0,50 euros en las mismas fechas del año pasado. Las cotizaciones están logrando mantenerse pese a un aumento de importación de leche francesa, a poco más de 0,40 euros por litro, mientras la producción nacional continúa a la baja en un contexto de ...
Los precios de la leche de vaca siguen subiendo. Los importes base se sitúan ya en un abanico entre los 0,53 y los 0,55 euros por litro, frente a menos de 0,50 euros en las mismas fechas del año pasado. Las cotizaciones están logrando mantenerse pese a un aumento de importación de leche francesa, a poco más de 0,40 euros por litro, mientras la producción nacional continúa a la baja en un contexto de dificultad para encontrar relevo generacional en el sector y de reconversión de explotaciones hacia la producción cárnica.
Según los datos que manejan la organización Agaprol y el Ministerio de Agricultura, la producción en España lleva ocho meses de retrocesos, aunque leves. El ajuste se calcula en el 1,18%, lo que proyectaría una producción anual de poco más de 7,32 millones de toneladas. Es la cifra la más baja de los últimos cinco años y se compara con una demanda láctea (contando todos los productos derivados) de casi 10 millones de toneladas. Esta se cubre con importaciones excedentarias de leche y especialmente de quesos baratos desde el resto de la UE.
El recorte de la producción, no obstante, está siendo dispar por territorios. Se calcula en un 19% en La Rioja, entre el 3% y el 5% en Asturias, Cantabria y el País Vasco, y en menos de un 2% en Cataluña y Castilla y León. En Galicia la reducción apenas alcanza el 0,2%.
Aun con los precios altos y la reducción de costes, especialmente por la bajada de los importes de los cereales y de otras materias primas, el sector sigue adelgazando. La mayor rentabilidad no está deteniendo el cierre de pequeñas y medianas explotaciones, a la vez que crecen las de mayor tamaño, en algunos casos en manos de grupos agroindustriales. Los jóvenes se muestran reacios a continuar con la granja familiar, mientras abrir nuevas instalaciones requiere de altas inversiones. Además, los buenos precios de la carne han supuesto un cambio en la orientación productiva de miles de explotaciones hacia la cría y engorde de los animales, actividades con una menor dependencia laboral que la producción láctea.
El proceso se refleja, entre otros indicadores, en el envejecimiento del sector. La edad media de los titulares de las explotaciones supera los 55 años en más de la mitad de los casos. Y miles de ganaderos se hallan en la actividad con más de 65 años. En conjunto, España cuenta con unos 9.000 ganaderos en la actualidad, frente a unos 15.000 diez años atrás.
Ramón Artime, presidente de Asaja en Asturias, considera que el sector requiere un plan de actuaciones para asegurar su viabilidad en los próximos años. La menor producción, recuerda, aboca a una mayor dependencia del exterior. Por ello, pide el respaldo de las administraciones, para favorecer una política de inversiones que permita robotizar y hacer más eficientes las granjas. Y también abordar el relevo generacional como garantía de continuidad de la actividad.
La reducción de la producción de leche de vaca coincide con un incremento permanente de las importaciones. Estas superaron en 2024 las 900.000 toneladas de diferentes productos lácteos, procedentes casi en su totalidad de otros países comunitarios. Destacan en esos datos la importación de más de 400.000 toneladas de quesos, y las 190.000 toneladas de yogur. A la vez, España sumó unas exportaciones lácteas totales de 541.000 toneladas, con casi 200.000 de yogur y 125.000 de quesos.