El INE corrige el crecimiento del PIB de 2024 y lo eleva en tres décimas, hasta el 3,5%
El instituto estadístico, en su revisión anual de la contabilidad nacional, recorta en 0,2 puntos el avance económico de 2023 y sube en dos décimas el de 2022
España sorprendió el año pasado como la economía avanzada con mayor crecimiento del mundo. El PIB se expandió a un ritmo del 3,2%, un porcentaje que ahora el Instituto Nacional de Estadística (INE) corrige y mejora en tres décimas, hasta el 3,5%. Así lo ha estimado en su última revisión estadística, publicada este viernes, en la que también actualiza las tasas de crecimiento de los dos años anteriores con una de cal y otra de arena: el avance del PIB en 2023 fue inferior en dos décimas a lo observado inicialmente, situándose en el 2,5%, mientras que en 2022, en pleno rebote pospandemia, fue dos décimas superior (6,4%).
La corrección conocida este viernes responde a la revisión ordinaria de contabilidad nacional que la oficina estadística realiza con cadencia anual y que abarca periodos de tres ejercicios, y que desde la pandemia hasta ahora siempre había supuesto ajustes al alza. La actualización para los cursos analizados en esta ronda, 2022, 2023 y 2024, conduce a una estimación del PIB anual a precios corrientes de 1.594.330 millones de euros el año pasado, un 0,2% superior al nivel inicialmente estimado.
Estos ajustes al alza o a la baja se deben a la actualización de estadísticas y datos, por ejemplo de comercio exterior o los deflactores, y a la incorporación a los cálculos de fuentes adicionales de información que no estaban disponibles en un primer momento. La revisión anual precedente ya apuntaba a que la recuperación pospandemia había sido más intensa de lo previsto.
Los nuevos datos que publica la oficina estadística no solo sugieren una mayor expansión económica el año pasado, sino que modifican de forma sustancial la composición del crecimiento, acercándola al modelo proyectado para este año. En este marco, ganan protagonismo el consumo privado y la inversión, y pierden peso las exportaciones y el consumo público.
Es así que el INE estima que el consumo de los hogares fue dos décimas superior el año pasado con respecto a la estimación de marzo —cuando se publicaron los primeros datos de cierre de 2024—, y que la inversión avanzó a una tasa del 4,7%, frente al 1,9% de la primera estimación. La fuerte corrección de este segundo vector se debe en gran medida al crecimiento de la variación de existencias frente al año precedente, un concepto que se refiere al cambio en el valor de un periodo a otro del stock de bienes y que representa un elemento clave en la medición del PIB. Si la variación de existencias es positiva, como ocurrió el año pasado, el producto interior bruto aumenta porque se le incluye la aportación de los bienes producidos que aún no se han vendido. En 2023, en cambio, este indicador tiró a la baja.
La revisión del año 2024 también concluye que la aportación del sector público fue menor, puesto que el crecimiento del gasto en consumo final de las Administraciones públicas se estima ahora en un 2,9% frente al 4,1% de la previsión de marzo. Asimismo, las exportaciones registraron un impulso ligeramente menor (del 3,2% al 3,1%), frente a un avance mayor de las importaciones (del 2,4% al 2,9%).
Este mismo patrón se repite en los datos trimestrales de crecimiento en lo que va de ejercicio: el consumo de los hogares y las inversiones llevan las riendas, mientras que las exportaciones y el consumo público, que tiraron de la economía tras la pandemia, pierden fuelle. Estos motores impulsaron la actividad un 0,7% entre abril y junio —últimos datos disponibles—, una tasa que ha sorprendido por su vigor y que ha llevado al Gobierno a elevar sus previsiones de crecimiento en una décima para este curso, del 2,6% al 2,7%. El Banco de España también cambió su pronóstico del 2,4% hasta el 2,6%, el mismo porcentaje que prevé Funcas tras mejorar sus estimaciones para el ejercicio.
Cada cinco años el INE también realiza una revisión extraordinaria del PIB, en cumplimiento de los compromisos asumidos a nivel europeo y según las recomendaciones internacionales, en la cual se pone bajo la lupa toda la serie estadística de contabilidad nacional, que arranca en 1995. La última de estas actualizaciones de larga escala se ejecutó el año pasado —la próxima será en 2029—, y determinó que el nivel del PIB a precios corrientes fue, en promedio, un 0,5% superior en todos los ejercicios al nivel registrado en la anterior revisión extraordinaria, de 2019. Ese ajuste al alza de medio punto se debió en gran medida a correcciones en la estimación del censo, en el sentido que se concluyó que la población era mayor que la estimada inicialmente.