El Gobierno eleva el crecimiento económico de este año una décima, hasta el 2,7%
El Ejecutivo revisa al alza sus previsiones macroeconómicas, pero no presenta el techo de gasto y la senda fiscal, necesarios para la elaboración de los Presupuestos
La economía española sigue exhibiendo músculo, impulsada por el consumo interno y el dinamismo de la inversión, y ha llevado al Gobierno a elevar nuevamente su previsión de crecimiento económico para el año, del 2,6% al 2,7%. Así lo ha anunciado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este martes, en la que ha presentado la actualización de las proyecciones económicas del Gobierno. “Pese al complejo contexto internacional en el cual nos estamos moviendo, la economía española sigue presentando signos claros de fortaleza tanto en el corto como en el medio plazo y seguimos acumulando día tras día buenas noticias económicas”, ha subrayado.
Estas “buenas noticias” han sido el detonante de la revisión al alza de las previsiones, que ya había sido adelantada el lunes por el presidente del Gobierno y que llega después de que numerosos organismos, desde la Comisión Europea al Banco de España, también mejoraran sus previsiones ante la solidez de la economía española pese a la guerra comercial lanzada por Washington y las crecientes tensiones internacionales. Ahora el Ejecutivo hace lo mismo, con algo más de optimismo y situando su cálculo ligeramente por encima de las previsiones de entidades como el FMI, que cree que el PIB progresará un 2,5%. También el Banco de España actualizó este martes sus estimaciones, mejorándolas dos décimas, hasta el 2,6% para 2025.
La mejora responde a la evolución reciente de la actividad. En el segundo trimestre del año, el PIB español avanzó un 0,7%, una décima más con respecto al arranque del ejercicio y por encima de lo esperado. Y ese es el porcentaje que, según Cuerpo, se repetirá en el tercer trimestre. Eso situará para entonces la evolución interanual (frente al mismo periodo del año pasado) en el 2,8% y es lo que lleva al Ejecutivo a creer que España acabará el año con un crecimiento mayor, del 2,7%. “Siendo incluso, a estas alturas del año, una previsión prudente con respecto a lo que podemos esperar en este cierre de 2025″, ha matizado el ministro de Economía. El pronóstico se mantiene en el 2,2% para el próximo ejercicio, y en el 2,1% para los dos siguientes.
“Podemos decir que la economía española se ha recuperado del covid sin cicatrices (...). La evolución del PIB ya ha recuperado lo que hubiera sido la tendencia precovid”, ha incidido Cuerpo. “También es una buena tendencia hacia adelante cuando observamos la composición de nuestro crecimiento”, ha añadido.
Según los últimos datos disponibles de contabilidad nacional, la inversión y el consumo privado se han convertido en los principales motores de la expansión económica, desplazando a las exportaciones y al consumo público, que fueron clave para la recuperación pospandémica. Dentro ese cóctel de factores, Cuerpo ha destacado la fortaleza del empleo. La ocupación está en máximos y el Ejecutivo, que saca pecho de la reducción de la temporalidad tras la reforma laboral, apunta a un cambio de patrón en el mercado laboral.
El Ejecutivo cree que el empleo seguirá creciendo al mismo ritmo de unos 480.000 trabajos al año este año y el próximo, hasta rozar los 23 millones de ocupados, y espera que la tasa se mantenga en los ejercicios sucesivos y vaya acompañada por una mejora de la productividad por hora trabajada. La tasa de paro bajaría al 10,3% este año para situarse en el 8,7% en 2028, en niveles preburbuja inmobiliaria.
El crecimiento de los próximos años seguirá anclado en el consumo privado, impulsado por la buena marcha del empleo y las subidas salariales, y en la inversión privada, espoleada por los fondos europeos. Además, tanto hogares como empresas se están beneficiando de una mejora de las condiciones de financiación, puesto que las sucesivas rebajas de los tipos de interés han reducido la carga financiera existente y están permitiendo que se liberen recursos.
“Es una garantía de sostenibilidad y más aún en un contexto donde el principal riesgo que tiene nuestra economía es efectivamente la evolución del sector exterior, del contexto internacional”, ha señalado Cuerpo en relación con las tensiones comerciales y geopolíticas en curso. De hecho, confía en que una mejora del entorno exterior pueda traducirse en una ulterior revisión al alza del crecimiento y que en cualquier caso España volverá a coronarse este año como la economía avanzada que más crezca, una marca que ya consiguió en 2024. “Esta visión positiva de la economía española no solo está anclada en los datos, datos que son optimistas, sino que además es compartida por la mayoría de analistas, por los mercados o los propios inversores, como podemos ver en las actualizaciones que están haciendo”, ha agregado el ministro.
El titular de Economía también ha anunciado la aprobación de una adenda para redirigir 1.200 millones de los fondos europeos a la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana
Presupuestos
La revisión del cuadro macroeconómico supone un paso más hacia la elaboración de los Presupuestos de 2026 en los que trabaja el Ejecutivo central, aunque su desvinculación de otros trámites sugiere que la negociación con los grupos parlamentarios está lejos de quedar cerrada. El Gobierno suele presentar la actualización de sus previsiones económicas junto al techo de gasto y los objetivos de déficit y deuda para los años venideros, dos elementos clave en torno a los cuales pivota la confección de las cuentas públicas.
Al ser preguntado sobre esta anomalía, Cuerpo ha contestado que el techo de gasto se discutirá cuando se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el órgano que reúne al Ministerio de Hacienda con los consejeros autonómicos de la rama y donde se comunican los objetivos de déficit y los recursos que el Estado reparte a las autonomías para que elaboren sus presupuestos. A partir de ese momento, el Ministerio de Economía actualizará el informe de situación económica usando como base las previsiones presentadas este martes, ha añadido.
Los buenos datos macroeconómicos llevan tiempo contrastando con la dificultad que tiene el Gobierno para aprobar nuevos proyectos legislativos de calado, como son los Presupuestos Generales del Estado, en un Parlamento donde está en minoría y con un bloque de investidura que se ha desgastado. A inicios de septiembre, el Ejecutivo hizo un movimiento en esta dirección, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la orden ministerial para elaborar las nuevas cuentas. Pero aún no ha dado los siguientes pasos, es decir la aprobación del techo de gasto y la senda fiscal —esta última, además, tiene que pasar por el Congreso, lo que ahora mismo supone un escollo—.
De prosperar el nuevo proyecto de Presupuestos, el Gobierno podría poner de una vez punto y final a las prórrogas presupuestarias de los últimos años, puesto que lleva dos ejercicios sin presentar unas nuevas cuentas y siguen en vigor las de 2023.