Sin ayudas y sin pedidos: el automóvil se incendia contra el Gobierno y Bruselas por el coche eléctrico
Varias automovilísticas alertan de un parón de los ventas por la ausencia del Moves justo cuando se endurecen los objetivos de emisiones. El sector sufre un fuerte desplome de la producción en enero por la apatía de los mercados europeos
Las caras hablaban por sí solas el pasado jueves después del turno de palabra del secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, en el V Foro Anfac, la gran cita anual del automóvil que organiza la patronal de fabricantes de coches. Los representantes del motor allí presentes no ocultaban su malestar con un discurso en el que Groizard se mostró en contra de flexibilizar los objetivos de emisio...
Las caras hablaban por sí solas el pasado jueves después del turno de palabra del secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, en el V Foro Anfac, la gran cita anual del automóvil que organiza la patronal de fabricantes de coches. Los representantes del motor allí presentes no ocultaban su malestar con un discurso en el que Groizard se mostró en contra de flexibilizar los objetivos de emisiones impuestos por la Comisión Europea (es una medida aprobada hace años y que entró en vigor en enero), que es la mayor preocupación del sector a día de hoy. La denominada normativa CAFE marca que la media de emisiones de los vehículos matriculados este año han de pasar de 115,1 gramos de CO₂ a 93,6, un objetivo inalcanzable, según el motor, si no se amplía de manera considerable el peso de los eléctricos en Europa. “Necesitamos previsibilidad, señales claras. Y un paso atrás de los objetivos europeos socava esa previsibilidad. Cuidado con los planteamientos de vaivenes que puedan darnos un alivio a corto plazo”, indicó Groizard.
Su público, los fabricantes de coches, venían calentando el encuentro desde hacía varios días después de que algunos protagonistas, entre ellos Volkswagen, la china BYD o Hyundai, alertaran de una paralización total de los pedidos de coches eléctricos tras la caída del Plan Moves III (iba incluido en el decreto ómnibus que tumbaron Junts y la oposición y no se añadió en el segundo paquete que sí salió adelante). “La situación que atravesamos en España es caótica. Empezamos el año con unos objetivos complicados y a mediados de enero se paralizó el plan de ayudas. Estamos a la espera de un nuevo programa. El que sea, que se reactive ya, porque se ha parado el mercado, ahora estamos cancelando pedidos”, aseguró el martes Leopoldo Satrústegui, consejero delegado y presidente de Hyundai España. “Los pedidos de nuevos coches eléctricos se han parado en seco por la falta del Moves III. Esto empezaremos a notarlo en las matriculaciones de marzo si no hay ayudas de nuevo”, dijo por su parte una semana antes el presidente de Volkswagen Group España Distribución, Paco Pérez Botello. En enero, el coche eléctrico se disparó en España un 48,4%, pero en el sector aseguran que eso se debe a ventas realizadas en noviembre y diciembre, por lo que no es una fotografía fiable de la situación.
El sector, de hecho, deseaba escuchar buenas noticias durante el foro celebrado el jueves, al que en principio iba a acudir el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, como hizo el año pasado, pero eso finalmente no sucedió. “Casi sería mejor que dijeran que no habrá Moves. Así ya sabemos a qué atenernos y no nos estarían mareando”, comentó un representante de una marca. Lo cierto es que el automóvil parece entenderse mucho mejor con el Ministerio de Industria conducido por Jordi Hereu que con el de Transición Ecológica, y eso se vio en la intervención del propio Hereu, que fue el encargado de clausurar el foro de la patronal: “Debemos remar todos juntos. Y remar juntos significa que Anfac no tiene el derecho, sino que tiene la obligación de expresar sus demandas, aspiraciones y necesidades”.
Habrá ayudas, ¿pero cuándo?
En el sector parecen estar seguros de que volverá a haber ayudas a la compra de coches eléctricos, pero lo que les preocupa es el cuándo. “¿Cuándo? Lo antes posible, y esperamos responsabilidad en el arco parlamentario para conseguir que salga adelante algo que demanda la sociedad, pero que también demanda el sector”, indicó el viernes la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, a Europa Press. Varias fuentes del automóvil señalan que la prioridad es volver a tener ayudas y que sean retroactivas. Para ello, lo más fácil, sería hacer un copia y pega del anterior Moves III, que paradójicamente fue muy criticado por el sector por la lentitud de las ayudas. “El Moves III es una improvisación insuficiente. Nuestras propuestas son claras: necesitamos descuentos directos en los concesionarios, menos burocracia y menos impuestos. Los descuentos en los vehículos tienen que notarse en el concesionario y no tener que esperar dos años”, afirmó el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que también intervino en el evento de Anfac.
Este periódico adelantó en enero que el Ejecutivo trabaja en un nuevo programa de ayudas que deje fuera de la gestión a las comunidades autónomas y que la subvención sea directa. Este plan sigue ahí, tal y como admitió el propio Hereu el jueves, pero lo más factible ahora parece ser revivir el Moves y así ganar tiempo para diseñar ese nuevo plan, que sería similar al Reinicia Auto+ de ayuda a los que perdieron un coche en la dana del pasado 29 de octubre. Aun así, ninguno de los ministerios implicados da certezas ni de cómo irá ni cuándo, pero en el sector aspiran a que vaya al próximo Consejo de Ministros del martes, aunque probablemente lo haga acompañado de otras medidas como sucedió en el decreto ómnibus. Entonces también quedó suspendida la deducción de hasta 3.000 euros en el IRPF para los que adquieran un eléctrico.
Presión para Bruselas
Más allá de nuestras fronteras, en el automóvil preocupa la situación en el resto del Viejo Continente. En torno al 90% de la producción nacional se exporta y la inmensa mayoría va a parar a mercados europeos, los cuales apenas crecieron un 0,8% el año pasado, según datos de ACEA, la patronal europea de fabricantes de coches. La peor noticia en 2024 la dio el eléctrico, con un retroceso del 5,9% en Europa, sobre todo debido al desplome alemán, uno de los principales compradores de coches made in Spain. En enero, el dato de producción nacional tuvo la mayor caída desde noviembre de 2021, con un descenso interanual del 27,2%. Esto preocupa especialmente porque es una fotografía de las matriculaciones que vendrán en los próximos meses.
En este contexto de ventas estancadas, que se suma a la competencia proveniente de China y las amenazas de aranceles en EE UU, el sector presiona a Bruselas para que apruebe una flexibilización de la norma de emisiones. Bruselas se pronunciará al respecto el 5 de marzo, cuando presente su plan de acción para el automóvil, en el que se prevé que la Comisión acceda a que los fabricantes que no cumplan con las emisiones este año puedan compensarlas con las de 2026 y 2027. El motor sueña, además, con la posibilidad de que se proponga un programa de ayudas a la compra europeo, que desahogue a los Estados miembro y dé certidumbre a los fabricantes. “Espero que la Comisión plantee recursos europeos para animar la demanda”, se pronunció Hereu al respecto el jueves.
En caso de no haber una flexibilización de la norma, algunos fabricantes ya han mostrado su interés en pagar por los derechos de emisiones que no usen fabricantes extranjeros como Tesla. “Ante todo, lo que no queremos es financiar a un competidor externo”, afirma una fuente del motor. La buena noticia para el país en este difícil contexto es que saldrá indemne de los prometidos aranceles de Trump contra los coches producidos fuera de EE UU. Las fábricas españolas no exportaron ni un solo vehículo al gigante norteamericano el año pasado.