Trump da el primer paso para la creación de un nuevo “fondo soberano” estadounidense que podría adquirir TikTok
El presidente norteamericano subraya que el Gobierno federal ya tiene activos por 5,7 billones de dólares y encarga a los secretarios del Tesoro y de Comercio presentar un plan en 90 días
El presidente estadounidense Donald Trump firmó este lunes un decreto que pone en marcha la creación de un fondo soberano estadounidense, una idea que planteó durante la campaña presidencial. “Tenemos un potencial tremendo”, afirmó Trump a los periodistas en el Despacho Oval tras anunciar la medida, en una jornada marcada por un acuerdo de último momento entre la administración republicana y México para frenar la imposición de aranceles por un mes. El presidente encomienda al secretario del Tesoro, Scott Bessent, y a Howard Lutnick, su nominado para secretario de Comercio, la tarea de liderar el esfuerzo. Trump incluso sugirió que el fondo podría utilizarse para facilitar la venta de TikTok, que actualmente opera en Estados Unidos gracias a una prórroga firmada por Trump que extendió el plazo para su venta forzosa o cierre.
“Otros países tienen fondos soberanos de inversión, y son países mucho más pequeños, y no son Estados Unidos”, dijo Trump. “Como ejemplo, Tiktok, tal vez vamos a hacer algo con Tiktok y tal vez no. Si logramos el trato adecuado, lo haremos. De lo contrario, no lo haremos. Pero tengo derecho a hacerlo, y podríamos ponerlo en el fondo soberano, lo que sea que hagamos, o si hacemos una asociación con gente muy rica. Hay muchas opciones, pero podríamos poner eso por ejemplo en el fondo. Tenemos muchas otras cosas que podríamos poner en el fondo. Y creo que, en poco tiempo, tendríamos uno de los fondos más grandes. Como saben, algunos de ellos, (..) como el fondo de Arabia Saudí, son bastante grandes, pero eventualmente lo alcanzaremos. Vamos a crear una gran riqueza para el fondo. Y creo que ya es hora de que este país tenga un fondo soberano”, añadió el presidente.
El nominado para secretario de Comercio aseguró que Estados Unidos podría aprovechar su tamaño y escala a la hora de vincularse con las empresas, citando como ejemplo a los fabricantes de medicamentos. “Si vamos a comprar 2.000 millones de vacunas contra el covid, tal vez deberíamos tener algunas garantías y algo de capital en estas firmas”, explicó.
La orden ejecutiva firmada por Trump es muy escueta. Cuenta con solo tres artículos y el tercero son provisiones genéricas que se incluyen en todos los decretos. En el primero, se proclama grandilocuentemente que la política de Estados Unidos es maximizar la administración de la riqueza nacional en beneficio exclusivo de los ciudadanos estadounidenses. “Con este fin, redunda en interés del pueblo estadounidense que el Gobierno Federal establezca un fondo soberano de inversión para promover la sostenibilidad fiscal, reducir la carga fiscal de las familias y las pequeñas empresas estadounidenses, establecer la seguridad económica para las generaciones futuras y promover el liderazgo económico y estratégico de Estados Unidos a nivel internacional”, dice.
El segundo artículo establece que los secretarios del Tesoro y de Comercio presentarán conjuntamente un plan al presidente en un plazo de 90 días para crear el fondo. “Dicho plan incluirá recomendaciones sobre mecanismos de financiación, estrategias de inversión, estructura del fondo y un modelo de gobernanza. El plan también incluirá una evaluación de las consideraciones legales para establecer y gestionar dicho fondo, incluida cualquier necesidad de legislación”, establece.
Durante la campaña electoral, Trump que sería “el mayor fondo soberano de todos”. En una presentación en septiembre en el Club Económico de Nueva York, había propuesto canalizar el dinero de los aranceles hacia un fondo soberano que pudiera invertir en centros industriales, de defensa e investigación médica. “Crearemos un fondo soberano propio para invertir en grandes iniciativas nacionales en beneficio de todo el pueblo estadounidense”, dijo Trump en ese momento. En aquella oportunidad, también intentó convencer a los pesos pesados de Wall Street de las bondades de su plan, al asegurar que las corporaciones norteamericanas podrían desempeñar un papel asesor para el futuro de este vehículo de inversión.
“Es muy emocionante tener un fondo soberano de inversión, que nunca hemos tenido, cosas que crean riqueza”, dijo Trump al firmar el decreto. Sobre los próximos pasos de su plan, Bessent concretó que el fondo se pondrá en marcha “dentro de los próximos 12 meses”. “Vamos a monetizar el lado de los activos del balance de Estados Unidos”, dijo el secretario del Tesoro. “Habrá una combinación de activos líquidos y activos que tenemos en este país, mientras trabajamos para ponerlos a disposición del pueblo estadounidense”, añadió, aunque sin ofrecer mayores precisiones. “Scott [Bessent] y yo vamos a crear un increíble fondo soberano para usted, señor”, le dijo Lutnick a Trump.
La Casa Blanca resaltó posteriormente que el Gobierno federal posee directamente 5,7 billones de dólares en activos. “Indirectamente, incluso a través de las reservas de recursos naturales, el Gobierno federal posee una suma mucho mayor en valor de activos”, añadió. Además, subraya que 23 estados de Estados Unidos mantienen sus propios fondos que controlan en total 332.000 millones de dólares en activos.
Más allá de la plataforma de vídeos de origen chino y otras inversiones, este nuevo instrumento permitiría incluso facilitar otras de las grandes iniciativas de la administración Trump, como el control de Groenlandia o el aumento de la influencia estadounidense en Panamá.
A mediados de enero, antes de la llegada oficial de la administración republicana a la Casa Blanca, la agencia de noticias Bloomberg destacaba que Trump estudiaba utilizar la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC, como se conoce por sus siglas en inglés) en como base para el fondo soberano. Esta joven entidad tiene origen en el anterior gobierno de Trump, después de fusionar varias entidades ligadas a la inversión privada en el extranjero. Actualmente, el organismo invierte en proyectos de desarrollo principalmente en países de ingresos bajos y medios. Los defensores de la propuesta buscan así alterar el objetivo de la institución, algo que coincide con la congelación hace diez días de casi todos los desembolsos de ayuda exterior estadounidense. El pasado viernes el Ejecutivo norteamericano anunció el nombramiento de Ben Black, hijo del cofundador de Apollo Global Management, Leon Black, al frente de DFC.
Un vehículo de inversión relevante
Según datos recientes, la inversión total de los fondos soberanos a nivel global ascendió en 2024 a 136.100 millones de dólares (131.440 millones de euros), lo que supone un aumento del 7% interanual frente al año anterior. Los activos totales controlados por los fondos soberanos alcanzaron los 13 billones de dólares a finales de 2024, con gran parte de esa riqueza concentrada en los países petroleros del Medio Oriente. El mayor fondo soberano del mundo, el fondo de las pensiones noruegas, logró un rendimiento el año pasado del 13%, por debajo del 25% que se anotó el S&P 500 en 2024.
A diferencia de otros países, Estados Unidos ha confiado en la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro para la gestión de sus inversiones a largo plazo, mientras ambas entidades supervisan activamente la estabilidad económica, las reservas extranjeras y el financiamiento del gobierno. Sin embargo, a nivel estatal, la realidad es distinta. Estados como Texas, Nuevo México y Alaska gestionan fondos multimillonarios centrados en bienes raíces, educación y extracción de petróleo.
Tampoco se trata de una idea nueva en los corredores de la Casa Blanca. De acuerdo con la agencia de noticias Bloomberg, consejeros del expresidente Joe Biden le habían propuesto al mandatario demócrata crear un fondo soberano que invierta en compañías estratégicas para el país, en sectores vinculados a la seguridad nacional, la tecnología, la energía o eslabones críticos de las cadenas de suministro, como la fabricación de microchips.