El precio del aceite empezará a bajar en enero, según los grandes grupos del sector

Dcoop, Acesur, Deoleo y Borges creen que la tensión continuará durante octubre por la escasa disponibilidad de materia prima. La mayor cosecha prevista en la nueva campaña permitirá un alivio en el campo

Lineales de aceite de oliva en un supermercado Eroski.Fernando Domingo-Aldama

El sector olivar español se ha pasado los últimos tres años mirando al cielo. Las escasas lluvias caídas durante ese periodo sobre las principales zonas de recolección de España, Jaén y Córdoba, llevaron las cosechas de aceite de oliva a mínimos históricos, y sus precios, a máximos. La producción conjunta de las campañas 2022-2023 y 2023-2024 ha sumado 1,5 millones de toneladas, la misma cantidad que se obtiene en una campa...

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El sector olivar español se ha pasado los últimos tres años mirando al cielo. Las escasas lluvias caídas durante ese periodo sobre las principales zonas de recolección de España, Jaén y Córdoba, llevaron las cosechas de aceite de oliva a mínimos históricos, y sus precios, a máximos. La producción conjunta de las campañas 2022-2023 y 2023-2024 ha sumado 1,5 millones de toneladas, la misma cantidad que se obtiene en una campaña considerada normal. Entre la 2021-2022 y la siguiente la caída fue del 55%, según los datos del Ministerio de Agricultura.

La campaña 2024-2025 dará un respiro tras los dos peores años de la historia para el olivar. La falta de materia prima, unida a la crisis inflacionaria general, provocó la tormenta perfecta: el precio en origen de los distintos tipos de aceite de oliva, y en especial del virgen extra, la variedad más consumida, inició desde el verano de 2022 una escalada que le llevó, hace poco más de un año, a rozar los nueve euros el kilo en origen, el doble que un año antes, lo que se trasladó rápidamente a los lineales de los supermercados.

Agricultura sitúa la producción de la nueva campaña en 1,26 millones de toneladas, lo que supone un crecimiento de casi el 50% respecto a la anterior. El departamento que encabeza Luis Planas cree que es una cifra que “permitirán retomar la normalidad en los mercados”, apuntando a la esperada bajada de precios. Estos continúan elevados, pero estables. El virgen extra en origen se mantiene por debajo de los ocho euros el kilo desde la primera parte del año, y cerró septiembre un 10% por debajo que en el mismo momento de 2023, pero un 80% por encima de 2022.

El escenario que se presenta en los próximos meses, con una mayor producción, se prevé más favorable, pero no todo lo bueno que esperaban las grandes envasadoras del país, que sí apuntan a una bajada en los precios que debería llegar en enero. Siempre, eso sí, sin dejar de mirar al cielo.

“La previsión es mucho mejor que los dos años pasados, pero después de unas cosechas tan cortas, esta se queda a medias. Una campaña normal debería estar en 1,5 millones de toneladas”, asegura Antonio Luque, presidente de la cooperativa Dcoop. “Las cifras del Ministerio son suficientes, pero están por debajo de las expectativas”, dice Gonzalo Guillén, director general de Aceites del Sur.

Cribado de olivas en la Sociedad Cooperativa San Vicente de Mogón, en Jaén.Samuel Sánchez

El agua que caiga del cielo en las próximas semanas determinará no solo el rumbo de esta campaña, sino también de la siguiente. De momento, hay un dato clave que preocupa al sector. El sobrante de la última cosecha, lo que se conoce como enlace, también está en niveles mínimos, “los más bajos que recuerdo”, dice Luque. La Junta de Andalucía lo cifra en 176.000 toneladas, un 29% menos que hace un año. Esto implica que, hasta que se recoja y se produzca el aceite con la oliva de la nueva campaña, la situación seguirá siendo tensa.

“Debemos tener en cuenta que continuamos inmersos en un ciclo de sequía y que las reservas de agua aún se sitúan en niveles bajos”, explican fuentes del grupo Borges. “Para este otoño hay previsiones de lluvias, pero nadie puede asegurar qué sucederá”, añaden.

“Con tan poca materia prima disponible, la situación es la que es: mucha tensión de precios, al menos, durante todo octubre”, analiza Antonio Luque. “Las próximas dos o tres semanas estarán marcadas por la falta de aceite de oliva en todos los eslabones de la cadena, que se acentúa por el retraso en la campaña y unas deseadas lluvias, que, previsiblemente, retrasarán la producción 10 días más, tensando la cadena”, anticipa Gonzalo Guillén, de Acesur.

Punto de inflexión

El presidente de Dcoop estima que el cambio de tendencia llegará a mediados de noviembre, cuando la producción de la nueva cosecha alcance mayores niveles, y se intensificará en diciembre, cuando la oferta podría superar la demanda. “En enero podemos estar en niveles, en origen, dos euros por debajo de los actuales, sobre los 5,5 euros. Solo a partir de entonces, si llueve en las próximas semanas, el consumidor notará algo”, añade.

En Deoleo comparten esa perspectiva. Desde la dueña de marcas como Carbonell y Hojiblanca se entiende que, ante la mayor disponibilidad de producción, “el mercado en origen tenderá a bajar en diciembre o enero, y se producirá una relajación en los precios a partir del próximo año”, indican fuentes de la empresa, que añaden factores como el entorno competitivo o el peso de las marcas de fabricante como factores a tener en cuenta.

“Si bien se espera una bajada de precios en los próximos meses, estos probablemente no se situarán en los niveles de 2021-22″, apuntan desde Borges.

Hay que recordar que, a partir de enero, el IVA del aceite de oliva subirá al 4%, frente al 2% actual, al que se alzó en octubre tras meses al 0%. Este producto sí ha conseguido pasar a la lista de los que pagan el impuesto superreducido, y no será gravado con el 10% que soportaba antes. De producirse esa rebaja en origen, le tocará el turno a la distribución. El sector, que siempre ha expresado sus quejas por la utilización promocional que hacen los supermercados del aceite de oliva, cuentan conque estos aplicarán de forma inmediata cualquier abaratamiento.

El director general de Acesur, Gonzalo Guillén, prefiere no anticiparse, y vincula a la meteorología, a la evolución de la demanda y a la producción en la cuenca mediterránea la evolución en España. Las cosechas en Túnez, Turquía, Grecia o Portugal se esperan mejores que la del último año, no así la de Italia, donde el precio en origen sigue por encima de los 9 euros.

Recuperar el consumo

Otra incógnita por despejar será la evolución del consumo interno. Las fuertes subidas de precios que ha experimentado la categoría ha provocado una importante contracción. Según datos de Nielsen que Deoleo cita en su informe del primer semestre de 2024, el consumo en España caía un 18% respecto al mismo periodo del año anterior. En 2023, ese retroceso fue del 11,5%.

El aceite de oliva llegó a experimentar un pico del 73,5% hace un año, según los datos del IPC, manteniéndose en alzas sobre el 50% entre agosto de 2023 y junio de este año. El último dato de agosto marca una subida del 25% frente al mismo mes de 2023, el nivel más bajo en más de un año, y encadena cinco meses a la baja.

“Aunque la producción pueda variar de manera destacada de un año a otro, no pasa lo mismo con el consumo”, se explica desde Borges, donde creen que aún tardarán en recuperarse los niveles previos a la actual crisis de precios. “Esperemos que vaya recuperándose. Es lo que más le interesa a todo el sector”, apunta Antonio Luque.

Para las empresas, los efectos de estas subidas han sido dispares. Dcoop, Deoleo, Acesur y la filial aceitera de Borges han incrementado, de media, un 50% sus ingresos entre 2021 y 2023 por los mayores precios. De ellas, Dcoop y Borges son las únicas que han incrementado sus beneficios netos en ese periodo.

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