Renfe “toma el mando” del mantenimiento de los nuevos Talgo y recupera siete de los trenes averiados en una semana
Asegura haber sumado dos de sus directores a Tarvia, empresa conjunta con Talgo, encargada del mantenimiento de los trenes que han disparado las incidencias. Los sindicatos denuncian numerosos problemas en los S106 como cortes de luz repentinos
Renfe está aumentando su presencia en Tarvia, empresa que posee conjuntamente con Talgo, encargada del mantenimiento de los nuevos trenes Avril S106 que han registrado en torno a 500 incidencias desde el 21 de mayo. Según confirman fuentes de Renfe a este periódico, la compañía pública de ferrocarril ha puesto a dos de sus directores encargados de ingeniería y mantenimiento a trabajar en Tarvia, lo que sumado a la puesta en march...
Renfe está aumentando su presencia en Tarvia, empresa que posee conjuntamente con Talgo, encargada del mantenimiento de los nuevos trenes Avril S106 que han registrado en torno a 500 incidencias desde el 21 de mayo. Según confirman fuentes de Renfe a este periódico, la compañía pública de ferrocarril ha puesto a dos de sus directores encargados de ingeniería y mantenimiento a trabajar en Tarvia, lo que sumado a la puesta en marcha de un turno de trabajo extra, el nocturno, ha permitido reparar siete trenes S106 que hace una semana estaban parados “por diversos fallos y otras circunstancias”. “Renfe se ha puesto a los mandos”, afirman fuentes de la compañía pública, aunque lo cierto es que Talgo posee un 51% de Tarvia y Renfe, el 49% restante, por lo que Talgo sigue mandando en esta entidad fundada en abril de 2021.
Con los trenes reparados, Renfe cuenta ya con 18 de estos convoyes circulando por las vías de alta velocidad españolas. “Se han ido incorporando más trenes al servicio progresivamente, como estaba previsto, lo que nos están permitiendo hacer más de 30 servicios al día. Eso supone cada día hasta 19.000 viajeros. Está siendo un esfuerzo y un trabajo de todo el equipo de Talgo y Tarvia”, indica Talgo.
Faltan todavía por reparar cuatro S106 y Talgo aún le debe a la compañía pública de ferrocarril otros ocho trenes, de los que no hay información de cuándo podrían llegar. Además, tal y como adelantó EL PAÍS, Renfe le pidió formalmente el cese del director general de Tarvia al consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo. Desde el fabricante de trenes aseguran desconocer esta petición y afirman que “en todo caso, cualquier decisión al respecto debería plantearse en el consejo de administración de Tarvia, que es el órgano facultado para cualquier decisión de la compañía”.
Los pasos dados por Renfe se producen como consecuencia de una grave avería en uno de estos trenes que cubría el trayecto entre Valencia y Madrid el pasado lunes 5 de agosto. Entonces, 494 personas quedaron atrapadas durante casi dos horas en el interior de uno de estos convoyes sin luz ni aire acondicionado, lo que provocó que varios pasajeros rompieran algunas de las ventanas del tren. Además, varios pasajeros necesitaron asistencia médica al llegar a Chamartín, la cual se colapsó de usuarios por la avería. En total, Renfe estima que dicha incidencia puede costarle en torno a 390.000 euros que deberá de abonar a los 11.768 pasajeros de los 34 servicios afectados. Tras la avería, el Partido Popular puso en el foco al ministro de Transportes, Óscar Puente, el cual escribió hace una semana en su cuenta personal de X, antes Twitter, que dicha avería era “el incidente que colmaba el vaso”.
El conflicto entre Talgo y Renfe por estos trenes viene de largo; incluso de antes de su puesta en funcionamiento, porque el fabricante se retrasó casi dos años en su entrega. Ello propició que Renfe reclamase a Talgo unos 116 millones de euros, más otros 50 millones por lucro cesante, a lo que se suma una indemnización de 80.000 euros por cada día que retrasara su entrega desde el pasado 1 de abril. Esto finalmente ocurrió el 11 de abril y los trenes comenzaron a rodar el 21 de mayo, estrenando el servicio en Asturias y en varias ciudades gallegas como A Coruña o Vigo.
La semana pasada, Renfe cifró en 479 las incidencias ocasionadas por estos trenes, de las cuales 28 fueron de más de una hora y 14 necesitaron del rescate de los pasajeros. A esto habría que sumar una nueva incidencia ocurrida este martes que ocasionó un retraso de 70 minutos en un convoy que cubría el trayecto de Valencia a Madrid, según información de Renfe. En este caso no fue tan grave como el de la semana pasada, ya que el tren estaba en la estación valenciana, no quedó averiado a mitad de camino, y se pudo resolver. Fuentes de Renfe señalan que un incidente de este tipo es habitual en fechas vacacionales como estas por la gran cantidad de viajes que se producen. Puente quiso quitar hierro al asunto este lunes en una entrevista con Radio Nacional de España, donde aseguró que Talgo ya “se ha puesto las pilas” y Renfe coincide en señalar que la situación ha mejorado.
Inodoros que huelen mal y cortes de luz
El sindicato CGT remitió el pasado 15 de julio una carta a Raül Blanco, presidente de Renfe, en la que recogía varias quejas de los trabajadores por la situación de los trenes Avril S106. Entre sus comentarios aparecen observaciones como que “con relativa frecuencia, al realizar el cambio de cabina, el tren se apaga completamente, quedándose totalmente a oscuras durante unos minutos” o que “la mayoría de los WC´s emiten un olor bastante desagradable”.
Otra de las quejas de CGT es el intenso ruido en el interior de varias zonas del tren y que, si bien al principio había un ingeniero de Talgo en cada tren como apoyo técnico, estos fueron sustituidos por personal subcontratado a la empresa ALSA Rail. “Generando así desconfianza en que se subcontrate este servicio a una empresa que no ha participado en el proceso de fabricación, homologación y posteriores pruebas en vía de un material que está generando tantas incidencias”, explicó CGT en su misiva. Desde Renfe aseguran que esto último ya se ha solucionado y que vuelve a haber técnicos de Talgo en los trenes, así como en los centros de gestión de operaciones de Renfe, lo que hace más fácil reaccionar en caso de incidencia.
La construcción y mantenimiento de estos trenes fueron adjudicados a Talgo en 2016, bajo el Gobierno del PP, en un megaconcurso que el fabricante español le ganó a CAF, Alstom, Siemens y Bombardier, aunque esta última no llegó al final del proceso y presentó una denuncia contra este en la Audiencia Nacional. Bombardier la retiró en 2018, enterrando así el hacha de guerra con Renfe. El contrato que ganó Talgo, con una oferta un 43% por debajo del precio de licitación, contemplaba la creación de una empresa conjunta con Renfe para el mantenimiento de los trenes, que terminaría siendo la futura Tarvia.
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