La urbe de la tecnología lucha por el talento
Administración y empresas buscan complacer las demandas de los nuevos profesionales para regenerar el tejido productivo local
Donosti va más allá de su apacible estilo de vida. Esta ciudad, con casi 190.000 habitantes, se ha convertido recientemente en la capital de la computación cuántica en Euskadi y España. El Donosti Physics Center recibió el año pasado una extraordinaria ayuda europea para investigar los superconductores, que son fundamentales en el campo de la computación cuántica. A esto se suma la reciente inauguración del centro de computación cuántica de IBM en la Bella Easo. La ciudad destaca por su vibrante ecosistema de I+D, con indicadores sobresalientes que la posicionan como un referente en el ámbito científico y tecnológico”, afirmó Ane Oyarbide, concejala de Economía y Empleo Local. Donosti alberga prestigiosas universidades y centros de investigación de reconocido prestigio internacional, como la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y el Centro de Investigación Aplicada en Materiales (IK4).
Además, existe una estrecha colaboración entre las instituciones académicas y el sector empresarial, lo que facilita la transferencia de conocimiento y la creación de nuevas empresas. A ello se suma las modernas infraestructuras de apoyo a la investigación y la innovación, como parques científicos y tecnológicos. No obstante, la ciudad tiene la enorme responsabilidad de promover el mercado laboral, retener el talento que se encuentra en el lugar de trabajo y, con ello, evitar la hemorragia del envejecimiento. “Es cierto que esta ciudad ha pasado en 20 años de 71.000 personas menores 35 años a 61.000. Hay 10.000 personas jóvenes menos y es un reto que como ciudad tenemos que hacer frente. El objetivo es incidir en que las personas jóvenes puedan tener un proyecto de vida, de futuro, teniendo como pilar fundamental el empleo”, añadió Oyarbide al inaugurar el encuentro.
Servicios e industria
Donosti —con una tasa de paro del 7,30% (6.849 personas) en abril de este año— se distingue por su diversificación económica, donde el sector servicios ocupa un lugar destacado, seguido de la industria, la construcción y otras actividades relevantes. “Podemos decir que tenemos un modelo económico solvente, fundamentalmente terciario, pero que no solo se basa en el turismo”, afirmó la representante del gobierno local. El gran reto es engrosar el tejido empresarial, que en esencia son pymes, un 90% del total de las empresas. Por ejemplo, la emblemática empresa Mondragón, conocida por su tradición cooperativista, está transformando su enfoque laboral para adaptarse a los tiempos modernos y retener el talento clave en su seno.
Con más de 70.000 empleados en todo el mundo, la empresa se encuentra ante el reto de atraer a jóvenes profesionales en un entorno laboral que resuene con sus valores y necesidades. “La atracción de talento es un desafío real”, confirmó Íñigo Larrea, responsable de Gestión del Talento de Corporación Mondragón. “Tenemos muchas cosas nuevas encima, y necesitamos adaptarnos y hacer una propuesta de valor mucho más atractiva”, agregó el representante de la empresa. En un mundo donde los jóvenes demandan flexibilidad y oportunidades de trabajo remoto, Mondragón se enfrenta a la tarea de armonizar sus valores con las expectativas cambiantes. El teletrabajo, por ejemplo, ha pasado de ser visto como un beneficio social a una forma diferente de colaboración. En una ciudad de tamaño medio como Donosti, donde predominan las pequeñas y medianas empresas, el desafío de comunicar valores y propósitos empresariales se vuelve crucial.
Al menos así resaltó Ainhoa Aldasoro, responsable de innovación y competitividad de Fomento de San Sebastián. “Estamos hablando de un parque empresarial de unas 18.500 empresas, pero que en el 76% son micropymes”, dijo. En este contexto, la representante del gobierno local indicó que es un desafío que este tejido empresarial logre cumplir con las demandas de una fuerza de trabajo que exige nuevos valores y flexibilidad, entre otros aspectos. En este entramado, el emprendimiento surge como una respuesta a aquellas condiciones que no existen en el mercado. “Desde las instituciones locales y las empresas se están implementando esfuerzos significativos para atraer talento, invertir en nuevos proyectos y proporcionar el respaldo necesario para cultivar las empresas del mañana”, aseguró Julia Palomo Langa, responsable de start-ups del País Vasco en Banco Santander.
“Están esforzándose por atraer el talento, por invertir, y porque esos nuevos proyectos, que van a poder ser las empresas grandes del futuro, tengan un apoyo institucional”, destacó. Además, las entidades financieras desempeñan un papel fundamental en el ecosistema local. “El banco ha estado apoyando el emprendimiento a través de diversas iniciativas, desde programas de formación hasta acuerdos con universidades y becas, contribuyendo así al desarrollo de una base sólida de talento y conocimiento en la región”, concluyó Langa.
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