CaixaBank estima que la vivienda se encarecerá más de lo previsto por la buena marcha de la economía

El servicio de estudios del banco modifica al alza sus previsiones económicas y prevé que las casas suban hasta un 3,5% este año

Vista de viviendas de los barrios de Poble Sec y Sant Antoni, en Barcelona.massimiliano minocri

La vivienda se encarecerá en 2024 más de lo que inicialmente estaba previsto. La buena marcha de la economía ha hecho que CaixaBank Research haya revisado al alza sus indicadores sobre el mercado inmobiliario. Si meses atrás preveía que los precios tenderían a aplanarse en 2024, con un alza del 1,4%, ahora cree que subirán entre un 2,7% y un 3,5%, tal y como ha expuesto este miércoles la economista sénior del departamento de análisis del banco, Judith Montoriol. El principal motivo, ha explicado la experta, es el comportamiento que ha mostrado la economía general en los últimos meses, mucho mejor de lo que se esperaba. De hecho, ha asegurado que en el próximo cuadro de indicadores macroeconómicos que presente el banco en marzo el crecimiento del PIB de España para este año también se revisará, pasando del 1,4% donde está ahora hasta un porcentaje “más cercano al 2%”.

Según los últimos datos publicados por el INE, la economía española creció el año pasado un 2,5%, tras dar un estirón de 0,6 puntos en los últimos tres meses de 2023. “Solo con incorporar el dato del cuarto trimestre, nuestra estimación ya subiría al 1,8%”, ha señalado Montoriol, quien participaba en una jornada sobre financiación inmobiliaria organizada en Madrid por CaixaBank y Asprima, la patronal de los promotores madrileños. Y ese mejor comportamiento general tiene también un reflejo en el sector inmobiliario, para lo que la experta ha incidido en las últimas previsiones del banco: el año pasado se vendieron más viviendas de lo que esperaban (aunque menos que en 2022) y lo mismo pasó con los permisos para construir nuevas casas.

Como resultado de ese escenario base, CaixaBank Research ha modificado sus expectativas para este año, que todavía será de “desaceleración inmobiliaria”. Por ejemplo, las casi 600.000 compraventas que hubo el año pasado seguirán cayendo, pero lo harán solo hasta el entorno de las 550.000 (frente a la previsión anterior de 510.000). Los visados de obra nueva subirán a 115.000 (105.000 en la anterior estimación) y el cambio más relevante se dará en los precios. Como el mercado resiste mejor de lo previsto, estos se frenarán mucho menos de lo esperado. Si hasta ahora el escenario base era un aplanamiento (1,4% de crecimiento, que de hechos significaría bajadas en algunos mercados de segunda mano), ahora los precios se mantienen con más vigor: entre el 2,7% y el 3,5% en función de la estadística que se mire (hay dos oficiales, la del Gobierno y la del INE).

Las razones que ha desgranado Montoriol se parecen mucho a las que están convirtiendo la economía española en una de las de mejor comportamiento en Europa. Una mayor resistencia de lo previsto, que hace que el escenario base (sobre la hipótesis de que las tensiones geopolíticas actuales no se recrudecen ni en Ucrania, ni en Gaza, ni en el mar Rojo) para 2024 mejore sustancialmente. Y como “gran motor”, el turismo. El PIB turístico crecerá este año también por encima del general, un 2,5% según las previsiones del banco, y el sector será tractor de otros.

Un reflejo de esto sobre el sector inmobiliario se observa en las compraventas de vivienda por parte de ciudadanos extranjeros, tanto residentes en España como foráneos. Montoriol lo ha puesto como ejemplo de que el sector se haya contraído en 2023 menos de lo previsto. El año pasado firmaron unas 90.000 operaciones. Son menos que las 95.000 de 2022, pero la caída es mucho menos abultada que la bajada general. Y explican el dinamismo que están mostrando los mercados inmobiliarios de los archipiélagos y todo el arco mediterráneo. De hecho, ahí se ubican las provincias con mayores crecimientos de precios (Baleares, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Valencia y Alicante) junto con Madrid y Guadalajara. Y esto tiene una correlación con el comportamiento demográfico de esas zonas, que son las que están atrayendo más población y creando más hogares. Además, Montoriol ha citado la buena marcha del mercado laboral y el bajo endeudamiento de los hogares como motivos que llevan a ver con optimismo el mercado inmobiliario, que entrará en “fase expansiva” ya en 2025 si se cumplen sus previsiones.

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