La pieza del Boeing de Alaska Airlines que se soltó en pleno vuelo no estaba sujeta con pernos
Los resultados iniciales de la investigación muestran que un fallo en el montaje provocó el accidente
Aparentemente, alguien se olvidó de poner los pernos o de apretarlos. La pieza que saltó por los aires en pleno vuelo en un avión de Alaska Airlines no tenía las cuatro sujeciones correspondientes para que estuviera bien fijada, según los resultados preliminares de la investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), publicados este martes por el organismo.
Las pruebas de la puerta recuperada y del fuselaje indican que “faltaban” los cuatro pernos, según el informe de la NTSB, ...
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Aparentemente, alguien se olvidó de poner los pernos o de apretarlos. La pieza que saltó por los aires en pleno vuelo en un avión de Alaska Airlines no tenía las cuatro sujeciones correspondientes para que estuviera bien fijada, según los resultados preliminares de la investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), publicados este martes por el organismo.
Las pruebas de la puerta recuperada y del fuselaje indican que “faltaban” los cuatro pernos, según el informe de la NTSB, que opta por no señalar ninguna conclusión sobre la causa del accidente del 5 de enero. “En general, los patrones de daños observados y la ausencia de daños por contacto o deformación alrededor de los orificios asociados con los pernos de detención del movimiento vertical y los pernos de la guía superior en los herrajes de la guía superior, los herrajes de las bisagras y el herraje recuperado de la guía inferior de las bisagras de popa indican que faltaban los cuatro pernos que impiden el movimiento ascendente del tapón [de la puerta de salida intermedia] antes de que este se moviera hacia arriba fuera de las almohadillas de tope”, dice el informe de 19 páginas, ilustrado con fotografías y gráficos.
“La investigación continúa para determinar qué documentos de fabricación se utilizaron para autorizar la apertura y cierre del tapón [del hueco de la puerta de emergencia media] izquierdo durante el trabajo de remaches”, añade el documento en referencia al panel que salió desprendido.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines, un Boeing 737-9, que había despegado del Aeropuerto Internacional de Portland (Oregón) rumbo a Ontario (California) tuvo que volver al aeropuerto de origen después de que el tapón de la puerta de salida media izquierda se soltara provocando una rápida descompresión. A bordo iban dos tripulantes de vuelo, cuatro tripulantes de cabina y 171 pasajeros. Siete pasajeros y un auxiliar de vuelo sufrieron heridas leves.
El informe también relata la conmoción que provocó el accidente. “El capitán dijo que, mientras ascendía a unos 16.000 pies, se oyó un fuerte estruendo. La tripulación de vuelo dijo que sus oídos se taponaron y el capitán dijo que su cabeza salió empujada hacia el dispositivo de visualización frontal (HUD) y sus auriculares fueron empujados hacia arriba, casi cayéndose de su cabeza. La primera oficial dijo que se le habían soltado completamente los auriculares debido a la rápida salida de aire de la cabina de vuelo”, dice el informe.
Las autoridades revelaron tras el accidente que Alaska Airlines había decidido restringir el uso del avión que sufrió el problema y dejar de utilizarlo para vuelos a Hawái después de que se encendiera una luz de advertencia que podría haber indicado un problema de presurización en tres vuelos diferentes. La compañía dejó de usarlo en vuelos largos sobre el agua para que el avión “pudiera regresar muy rápidamente a un aeropuerto” en caso necesario, según explicó el domingo Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), en una rueda de prensa. Algunos expertos han cuestionado que la compañía siguiese operando con el avión tras esos avisos si no se fiaba del aparato lo suficiente como para que pudiera cruzar el mar de forma segura.
Boeing está en modo crisis desde que ese panel que cubre el hueco que en otras configuraciones se utiliza como puerta de emergencia se desprendió dejando un boquete en el fuselaje en pleno vuelo. Tras proceder a la inmovilización de la gran mayoría de los aparatos del modelo 737 Max 9, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) abrió una investigación formal contra la compañía y luego anunció que sometía a auditoría el proceso productivo de Boeing, en un duro golpe para la empresa.
Este martes, al administrador de la FAA, Michael Whitaker, ha dicho en una comparecencia ante un subcomité de Transporte de la Cámara de Representantes que su agencia está a medias en una revisión de la fabricación en Boeing, pero que ya sabe que deben hacerse cambios en la forma en que el gobierno supervisa al fabricante de aviones. Whitaker ha sugerido que Boeing, presionada por las aerolíneas para producir grandes cantidades de aviones, no ha prestado suficiente atención a la seguridad.
La compañía está tomando medidas para reforzar la calidad en el programa 737, entre ellas inspecciones adicionales en su fábrica y en los principales proveedores y una mayor supervisión por parte de las líneas aéreas. También decidió detener la producción del 737 durante un día para volver a centrar a sus empleados en la calidad. Además, Boeing ha designado a un experto externo para dirigir una evaluación independiente en profundidad del sistema de gestión de calidad.
Sucesión de problemas
Los problemas no han parado. Este domingo, el fabricante de aviones desveló que el pasado jueves un empleado de su proveedor Spirit AeroSystems avisó a su jefe de que dos orificios en el fuselaje de aviones 737 Max no habían sido perforados exactamente según los requisitos de Boeing. El proveedor se lo trasladó al fabricante, que tendrá que realizar trabajos adicionales en unos 50 aviones, lo que puede retrasar algunas entregas.
Un problema de perforación en un mamparo de presión de popa suministrado por Spirit AeroSystems ya ralentizó las entregas del 737 Max el año pasado. Otro problema con los accesorios de las aletas de cola afectó a la producción a principios de 2023.
Boeing también tendrá que lidiar con la posibilidad de una interrupción laboral a finales de este año. El mayor sindicato de Boeing, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales, exigirá un aumento salarial del 40% en tres o cuatro años, envalentonado por el resurgimiento del movimiento obrero estadounidense, la escasez de trabajadores aeroespaciales cualificados y la presión sobre Boeing para que estabilice el trabajo en sus fábricas, informa Bloomberg.
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