El proyecto de Industria para probar la semana de cuatro días ya acumula más de tres meses de retraso
El ministerio asegura que se resolverá en las próximas semanas. Se presentaron 41 empresas, lo que implica una asignación máxima del 29% del presupuesto y 500 trabajadores beneficiados
El recorte de jornada es el tema estrella de la conversación laboral. Ya ha empezado la negociación entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales para reducir la jornada ordinaria de 40 a 37,5 horas sin contracción del sueldo, pero hay proyectos aún más ambiciosos. ...
El recorte de jornada es el tema estrella de la conversación laboral. Ya ha empezado la negociación entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales para reducir la jornada ordinaria de 40 a 37,5 horas sin contracción del sueldo, pero hay proyectos aún más ambiciosos. Algunas empresas ya aplican en España la jornada de 32 horas repartida en cuatro días a la semana. En abril del año pasado, el Ministerio de Industria se subió a este tren con el lanzamiento de un proyecto piloto: planteó una serie de ayudas a empresas industriales que recortasen la jornada a cuatro días. Pero no termina de arrancar. El propio ministerio se dio un plazo máximo de cinco meses en mayo para resolver los destinatarios de las ayudas. Es decir, se esperaba una resolución en octubre. Más de tres meses después, aún no hay novedades al respecto.
Fuentes del ministerio explican que este retraso se debe a las elecciones generales de julio y el cambio al frente del ministerio, en manos de Héctor Gómez la pasada legislatura y ahora en las de Jordi Hereu. También ha cambiado la dirección del organismo que diseñó estas ayudas, la Escuela de Organización Industrial (dependiente del ministerio), ahora bajo la coordinación de la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró. Asimismo, las mismas fuentes señalan que en “las próximas semanas” se resolverá este retraso y que se notificará a las empresas beneficiarias. Este proyecto parte de un acuerdo de 2021 entre el Gobierno y Más País, ahora integrado en el grupo parlamentario de Sumar.
La semana laboral cuatro días sin recorte de sueldo es una política con amplio apoyo social, según se desprende de una encuesta sobre el mundo laboral del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. Dos de cada tres encuestados considerarían positiva la implementación de esta política. El apoyo destaca entre los jóvenes: en la generación Z (18-26 años) aplaude la iniciativa un 72%, en la generación millennial (27-42 años) un 76%, en la generación X (43-58 años) un 67% y cae en la generación boomer (de 59 o más), con un 57%. También goza de más apoyo de mujeres (67%) que de hombres (65%) y también es mejor visto entre las clases altas (70%) que en las bajas (62%). La medida también es bien recibida por los que votan a la derecha: el 47% de los que votan al PP consideran positivo el recorte de jornada, frente a un 26% que lo ve negativo. Los votantes de Vox son los menos entusiastas, con un apoyo del 44% y un rechazo del 32%. El apoyo se dispara entre los que votaron al PSOE (77%) y a Sumar (86%).
El ministerio se esfuerza desde el mismo anuncio de las ayudas en catalogar este proyecto como un experimento, una prueba piloto para estudiar la viabilidad de la semana laboral de cuatro días. De ahí que restaran importancia al hecho de que solo 41 empresas presentasen solicitudes para recibir las ayudas. Así, aunque el plan contaba con 9,6 millones de euros de presupuesto, los gastos subvencionables por los proyectos presentados se limitan a 2,83 millones, un 29% del total. Beneficiará a un máximo posible de 503 trabajadores. La convocatoria de las ayudas se lanzó en abril y el plazo para presentar solicitudes terminó el 17 de mayo.
Pequeñas empresas industriales
A estas ayudas solo optan empresas industriales, precisamente uno de los sectores más productivos y en el que, en teoría, más plausible resulta lograr el mismo resultado en menos tiempo. “Este experimento busca recopilar datos que permitan una evaluación fiable y extrapolable al conjunto de las pequeñas y medianas empresas del sector industrial”, indicaba Industria en mayo en una nota de prensa. “La diversidad y la calidad de las propuestas presentadas evidencian el talento y la creatividad de las pymes industriales interesadas, abarcando una amplia gama de sectores, como ingeniería, arquitectura, material y equipo eléctrico, caucho, farmacéuticos, textil y distribución y alimentación”, añadió Industria.
La catalogación de empresa industrial no se limita a las fábricas clásicas, también aspiraban a las ayudas firmas dedicadas al procesado y conservación de alimentos, a fabricación de prendas de vestir y calzado, a las artes gráficas o a productos farmacéuticos. Las ayudas solo estaban dirigidas a pequeñas y medianas empresas, aquellas que ocupan a menos de 250 trabajadores, y cuyo volumen de negocios anual no excediese de 50 millones de euros. El recorte mínimo de jornada sin recorte de sueldo para aspirar a las ayudas es de un 10%.
Según especificaba la convocatoria, las empresas participantes tendrán que mantener durante dos años la reducción de jornada, de la que solo podrán beneficiarse aquellos empleados con contrato indefinido a tiempo completo. Además, el proyecto debe afectar, como mínimo, al 30% de la plantilla en empresas de hasta 20 trabajadores, y al menos a un 25% en las pymes con más empleados. La ayuda máxima es de 200.000 euros, que se puede dirigir a varias partidas. Entre esos gastos subvencionables están los costes salariales del personal beneficiado por la reducción de jornada: en las empresas de menos de 10 empleados puede llegar al 90% (del gasto como consecuencia de la reducción), del 80% para compañías de 11 a 52 empleados y del 75% para pymes con más de 53 empleados.
Experiencias exitosas
La jornada de cuatro días, de momento, apenas ha calado en España. Muy pocas empresas han dado el paso. Sí es más común en otros países, como el Reino Unido, que hace un año difundió los resultados, muy positivos, de un ensayo desarrollado en los meses anteriores: 56 de las 61 empresas participantes prorrogaron la medida.
En Portugal, un proyecto piloto con la participación de 41 empresas y 1.000 empleados (el doble de los que puede llegar a haber en la prueba española) también ha arrojado buenos resultados. Un estudio que analiza el funcionamiento de esta medida en sus primeros meses recoge un mejor en la salud mental de los empleados: el nivel de ansiedad de los entrevistados descendió un 21%.
Cataluña, la autonomía más interesada
De las 41 solicitudes, 11 provienen de Cataluña, seis de Andalucía, cuatro de Galicia y del País Vasco, tres de Asturias, de Navarra y de Canarias, dos de la Comunidad de Madrid y una de Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Baleares. Ningún proyecto viene de la Comunidad Valenciana, precisamente el territorio más destacado en las ayudas públicas para recortar la jornada, con iniciativas ya en marcha a nivel autonómico y municipal. La llegada de la derecha a estos gobiernos ha suspendido estas iniciativas valencianas. Tampoco hay empresas que se hayan presentado al proyecto de la Región de Murcia, de Aragón o de La Rioja.
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