La revalorización de las pensiones con el IPC costará unos 7.600 millones el próximo año, la mitad que en 2022
Un grupo de economistas expertos en Seguridad Social calcula que las prestaciones contributivas se actualizarán alrededor del 3,8% y las mínimas y no contributivas en torno al 8%
El coste de mantener el poder adquisitivo de más de diez millones de pensionistas el próximo año será de alrededor de 7.647 millones de euros. Para llegar a esta cantidad, se destinarán unos 6.622 millones a revalorizar las pensiones contributivas del sistema un 3,8%, ya que la ley marca que todas las prestaciones de la Seguridad Social deben subir, como mínimo, ...
El coste de mantener el poder adquisitivo de más de diez millones de pensionistas el próximo año será de alrededor de 7.647 millones de euros. Para llegar a esta cantidad, se destinarán unos 6.622 millones a revalorizar las pensiones contributivas del sistema un 3,8%, ya que la ley marca que todas las prestaciones de la Seguridad Social deben subir, como mínimo, lo mismo que aumenten los precios en promedio entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023.
Así lo ha calculado el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social compuesto por seis académicos expertos en Seguridad Social, quienes lo primero que han hecho para hacer este cálculo es estimar cuánto subirá el IPC promedio este año, tal y como lo fija la ley de Seguridad Social aprobada en la primera reforma de pensiones del actual Gobierno en funciones. Según su estimación, la cifra con la que se revalorizarán las pensiones a partir del próximo 1 de enero será el citado 3,8%, “bajo el supuesto de que el IPC interanual de noviembre de 2023 —cuyo indicador adelantado se conocerá el próximo día 29 del presente mes— se sitúe entre el 3% y el 4,1%”.
Si bien para revalorizar las pensiones mínimas y las no contributivas no se utilizará este mismo criterio, sino que su actualización se basará en alcanzar un determinado porcentaje del umbral de la pobreza. Según esto, con datos disponibles a 7 de noviembre de 2023, estos economistas prevén una revalorización de las pensiones más bajas del 8% y del 7,9% para las asistenciales. De esta forma, el coste de actualizar las primeras será 564 millones, que sumados al resto de prestaciones contributivas (6.058, incluyendo el complemento por hijos y otros excepto los complementos a mínimos) refleja un gasto total para revalorizar el segmento contributivo de 6.622 millones de euros, citados anteriormente.
A esta última cifra se debe añadir otros 776 millones de euros que requerirá revalorizar las pensiones de clases pasivas (aquellas que reciben los funcionarios de carrera y que están en un régimen a extinguir desde 2011), y otros 248 millones para actualizar las pensiones asistenciales. Con todo, la Seguridad Social deberá destinar una cantidad que rondará los 7.647 millones antes mencionados.
No obstante, el mayor control de la inflación en España permitirá recortar a la mitad el gasto de esta actualización de la cuantía de las pensiones, ya que en enero pasado hubo que revalorizar las prestaciones un 8,5% debido a la fuerte espiral de precios que se produjo en 2022. Eso elevó el coste de la nómina de las pensiones en 13.600 millones de euros (14.500 si se incluye el aumento del 15% de las asistenciales y el ingreso mínimo vital).
Otros elementos que impulsan el gasto
En cualquier caso, el coste de esta revalorización no es el único que elevará la nómina final de las pensiones del próximo año. También habrá que incluir el gasto generado por el crecimiento del número de pensiones que entrarán en el sistema (el número de prestaciones de jubilación ya crece por encima del 2% anual); y el denominado efecto sustitución, entendido como la diferencia entre la cuantía media de las nuevas pensiones que se dan de alta y la de los pensionistas que fallecen (en 2022 la prestación media de las nuevas altas fue un 21,1% superior a la pensión media de las bajas).
Este grupo de expertos está formado por Enrique Devesa (Universidad de Valencia); María Devesa (U. de Valencia); Inmaculada Domínguez (U. de Extremadura); Borja Encinas (U. de Extremadura); Miguel Ángel García (Universidad Rey Juan Carlos) y Robert Meneu (Universidad de Valencia). En su opinión, para evaluar correctamente la salud de las cuentas de la Seguridad Social debería compararse el incremento del gasto generado por todos lo elementos citados (revalorización, incremento del número de pensiones y efecto sustitución) con los ingresos esperados por cotizaciones sociales, marcados por la evolución de los salarios nominales (en parte influidos por la inflación); con el número de afiliados; y con las medidas aprobadas en la última reforma para fortalecer los ingresos. La cantidad resultante de esta comparativa determinará la evolución del déficit al alza o a la baja de la Seguridad Social, que, en cualquier caso, es completada presupuestariamente con transferencias del Estado que cubren los números rojos del déficit del segmento contributivo del sistema.
Junto al cálculo concreto del coste de la revalorización, estos economistas, entre los que también hay actuarios, añaden el medido en términos de Valor Actual Actuarial (VAA), esto es, el gasto que supone la consolidación de esta actualización de las pensiones para todos los años de vida del pensionista. En función de esto, el coste total consolidado de la revalorización de 2024 superará los 102.000 millones de euros. En concreto, 81.278 por la consolidación y pago durante toda la vida del beneficiario de las pensiones contributivas (excepto las mínimas); 7.568 millones para consolidar las pensiones mínimas; 10.410 para las pensiones de las clases pasivas, y 3.333 para la consolidación de esta actualización de las prestaciones no contributivas.
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