Hacienda confía en que la recaudación por impuestos se acelere en lo que queda de año
La Airef alerta sobre la prórroga de los paquetes de ayuda anticrisis
El Ministerio de Hacienda confía en que el ritmo de crecimiento de la recaudación tributaria coja carrerilla en la recta final del año. Los ingresos por impuestos, que hasta septiembre avanzaron un 4,5% comparado con el mismo periodo de 2022, se incrementarían sobre todo gracias al menor volumen de devoluciones previsto para los próximos meses, ha explicado este jueves el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón. “El crecimiento va a acelerar...
El Ministerio de Hacienda confía en que el ritmo de crecimiento de la recaudación tributaria coja carrerilla en la recta final del año. Los ingresos por impuestos, que hasta septiembre avanzaron un 4,5% comparado con el mismo periodo de 2022, se incrementarían sobre todo gracias al menor volumen de devoluciones previsto para los próximos meses, ha explicado este jueves el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón. “El crecimiento va a acelerarse en lo que queda de año porque teníamos una importante bolsa de devoluciones generada en el periodo de mayores inflación que se va a reducir”, ha señalado, haciendo hincapié que este resultado se daría pese a las rebajas fiscales aplicadas desde el inicio de la escalada inflacionaria. “Igual en octubre superemos ya la barrera de crecimiento del 5% y así lo iremos viendo a lo largo del año”.
Si el año se cerrara con este porcentaje de crecimiento, los ingresos fiscales se elevarían en unos 12.000 millones comparado con el ejercicio previo. “¿Qué margen supone? Es precipitado decirlo”, ha matizado Gascón en una jornada sobre la reforma de las reglas fiscales organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). En cualquier caso, el repunte sería inferior al calculado en el proyecto de Presupuestos para 2023, que proyectaba un avance de los ingresos tributarios del 7,7%.
El próximo Gobierno tiene ante sí el reto de cumplir con la tasa de referencia comunicada a Bruselas para este año, del 3,9% del PIB —desde el 4,8% de 2022—, y a la vez decidir sobre el futuro de las ayudas lanzadas para paliar la inflación, como la rebaja fiscal a energía y alimentos, que caducan a finales de diciembre. La factura de este escudo social ronda el 1% del PIB, más o menos la misma cantidad necesaria para reducir el desfase entre ingresos y gastos públicos y llevarlo a la meta fijada.
Mientras tanto, no hay Gobierno, ni cuentas para el próximo año. El Plan Presupuestario que El Ejecutivo en funciones ha mandado a Bruselas a mediados de octubre se ha diseñado a políticas constantes, sin ninguna medida recogida en ámbito fiscal ni en cuanto a los paquetes antiinflación. “¿Quiere decir que hay una decisión ya tomada? En absoluto”, ha señalado Gascón con respecto a la posible extensión de las ayudas, una decisión que se tomará “en el último minuto” ante la elevada incertidumbre sobre la economía y la evolución de los precios.
“Octubre es un mes muy potente en términos recaudatorios. Si todo va bien habrá algo de margen. Soy optimista, pero no tengo información para calcular en este momento”, ha detallado, y ha añadido que se prevé que el crecimiento de las devoluciones baje de los dos dígitos frente al 12,7% de septiembre.
Más gastos
Cristina Herrero, presidenta de la Autoridad Independiente para la Responsabilidad Fiscal (Airef), ha alertado de que, aunque suban los ingresos públicos, en sus previsiones también lo harán los desembolsos. “En el informe sobre el Plan Presupuestario decimos que nuestra previsión de ingresos es mayor a la del Gobierno, pero también lo es la de gasto”.
Herrero ha intervenido en la segunda parte de la jornada y ha explicado que la estimación de ingresos tributarios que el organismo calcula para 2023 estaría en línea con la del Gobierno en funciones, en torno al 7%, pero es superior en materia de desembolsos, por lo que el déficit pronosticado para este año es dos décimas superior, del 4,1% del PIB.
Para el próximo año, el Ejecutivo ha dibujado una rebaja del déficit hasta el 3% del PIB, el umbral máximo permitido por las reglas europeas —que en 2024 volverán a estar en vigor tras suspenderse en 2020—. La Airef avala esta previsión, pero considera que se logrará solo si se eliminan los cerca de 15.000 millones destinados a ayudas anticrisis y si también las demás administraciones locales y autonómicas frenan sus desembolsos. “Más allá de que la recaudación vaya mejor o peor, las cifras se verán muy afectadas por prórroga de las medidas”, ha señalado Herrero.
La presidenta de la Airef también ha valorado positivamente el proceso de reforma de las reglas fiscales que se está llevando a cabo en seno comunitario, aunque ha alertado sobre la posible pérdida de ambición con respecto a la previsión de diseñar sendas fiscales a medio plazo diferenciadas por países y reforzar las instituciones fiscales independientes a nivel nacional. A la vez, ha subrayado que España podría empezar a alinearse a las exigencias de Bruselas moderando el gasto corriente y diseñando una estrategia de medio plazo con todos los niveles de la Administración.
Fin de la exención del ICIO para la iglesia
El secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, ha anunciado que este viernes se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden ministerial que elimina la exoneración del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) que tenía hasta ahora la iglesia católica —quedará en la misma situación que otras instituciones sin fines de lucro—, tras un acuerdo al que Gobierno e iglesia llegaron hace unos meses.
También ha anunciado un “paso adelante” en la mejora de la comunicación de la Agencia Tributaria hacia los contribuyentes. A partir de ahora, el organismo simplificará su lenguaje para ser más clara. La iniciativa empezará con los documentos relativos al IRPF y a los embargos.
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