Ford llega a un acuerdo con el sindicato UAW para poner fin a seis semanas de huelga

General Motors y Stellantis se reúnen este jueves con los representantes sindicales para tratar de alcanzar un pacto

Dos trabajadores de un piquete de la planta de montaje de Ford en Wayne (Michigan).REBECCA COOK (REUTERS)

Primer acuerdo en la huelga del motor de Estados Unidos. Según ha anunciado el sindicato UAW, sus negociadores han llegado a un principio de acuerdo para el convenio colectivo para los próximos cuatro años que permite poner fin a un histórico conflicto laboral. El acuerdo, que aún debe ser ratificado por los trabajadores, mete más presión a los negociadores de General Motors y...

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Primer acuerdo en la huelga del motor de Estados Unidos. Según ha anunciado el sindicato UAW, sus negociadores han llegado a un principio de acuerdo para el convenio colectivo para los próximos cuatro años que permite poner fin a un histórico conflicto laboral. El acuerdo, que aún debe ser ratificado por los trabajadores, mete más presión a los negociadores de General Motors y Stellantis para pactar también las nuevas condiciones laborales. El acuerdo es un triunfo para el líder del sindicato, Shawn Fain, que ha logrado con su estrategia fuertes subidas de sueldos y otras mejoras de las condiciones para los trabajadores.

Ford cuenta con unos 57.000 trabajadores afiliados al sindicato UAW. Solo una pequeña parte de ellos se ha sumado a la huelga, dada la estrategia progresiva de Fain, que ha convocado a los paros solo a algunos centros de trabajo y se reservaba la posibilidad de ir aumentando la presión con nuevas fábricas. La estrategia tradicional del sindicato era elegir una compañía como objetivo de huelga y cuando llegaba a un acuerdo, exigir al resto que igualasen sus condiciones. Fain ha preferido golpear a las tres con una estrategia de palo y zanahoria para ir haciendo avanzar las negociaciones. Además, ha conseguido que la opinión pública apoye la huela y hasta que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sumase por unos minutos a un piquete.

Ante la presión que implicaba tener tres fábricas paralizadas, Ford ha elevado su oferta a los trabajadores. Según el sindicato, el acuerdo concede aumentos salariales superiores en los próximos cuatro años a los que los trabajadores de Ford han recibido en los últimos 22 años. La subida es del 25% en la retribución por hora hasta abril de 2028, y que con algunos ajustes por el coste de la vida será de más de un 30%, hasta más de 40 dólares la hora. El salario inicial aumenta en un 68%, hasta más de 28 dólares la hora. Los trabajadores peor pagados de Ford tendrán un aumento de más del 150% durante la vigencia del convenio, y algunos recibirán un aumento inmediato del 85% en cuanto se ratifique, siempre según la UAW.

El convenio también incluye restricciones a la temporalidad, acorta el periodo de aplicación de la doble escala salarial (la progresión de la de los nuevos trabajadores a la general pasa de realizarse en ocho años a solo tres) y reconoce el derecho de los trabajadores a hacer huelgas en protesta contra el cierre de fábricas. También se incluye un festivo adicional y dos semanas de permiso parental.

“Durante meses hemos dicho que beneficios récord significan contratos récord. Y la familia de la UAW y nuestra huelga Levántate ha cumplido. Lo que comenzó en tres plantas a medianoche del 15 de septiembre se ha convertido en un movimiento nacional”, afirma Fain en un vídeo difundido en las redes sociales. “Hemos conseguido cosas que nadie creía posibles. Desde que empezó la huelga, Ford ha puesto sobre la mesa un 50% más de lo que había cuando nos fuimos. Este acuerdo nos sitúa en una nueva senda para hacer las cosas bien en Ford, en los Tres Grandes y en toda la industria automovilística. Juntos, estamos cambiando las tornas para la clase trabajadora de este país”, añade.

General Motors Co. y Stellantis NV tienen previsto reunirse con la UAW el jueves y el sindicato espera que acuerden las mismas condiciones, según fuentes familiarizadas con las negociaciones citadas por Bloomberg.

Bill Ford, presidente de Ford y miembro de la quinta generación al frente de la empresa, hizo a principios de la semana pasada un llamamiento a poner fin a la huelga contra los Tres Grandes del motor de Detroit (General Motors, Ford y Stellantis) que solo beneficiaba, dijo, a Tesla, Toyota, Honda y los fabricantes chinos. El directivo alertó de que se estaba poniendo en riesgo el futuro del sector y las comunidades de las zonas donde se encuentran las fábricas. No ha sido ese llamamiento, sino los progresos en la mesa de negociaciones los que han permitido llegar a un principio de acuerdo.

La huelga del motor empezó el 15 de septiembre con la paralización de una planta de cada uno de los Tres Grandes de Detroit que emplean a 14.000 trabajadores sindicados. Entre ellas estaba la de Ford en Wayne (Michigan), que monta el modelo Bronco y la camioneta Ranger. El viernes 29 de septiembre, el líder sindical convocó a la huelga a 7.000 trabajadores adicionales de la UAW en una fábrica de General Motors y otra de Ford en Chicago (Illinois), de donde salen los modelos Explorer y Lincoln Aviator.

El 6 de octubre, Fain anunció importantes progresos en las negociaciones y renunció a ampliar la huelga, pero unos días después dio la sorpresa al convocar el paro en la planta más rentable de Ford, una fábrica de camionetas y vehículos de alta gama situada en Kentucky con unos 8.700 trabajadores que genera unos 25.000 millones de dólares anuales. Los trabajadores seguirán en huelga hasta que se ratifique el acuerdo.

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