China restringe las exportaciones de grafito en plena escalada de tensión con EE UU
El mayor productor y exportador mundial de esa materia prima contraataca al nuevo endurecimiento de Washington sobre la exportación de chips
Continúa el peloteo en la guerra comercial y tecnológica entre Washington y Pekín. China, el mayor productor y comerciante de grafito del mundo, anunció este viernes que exigirá permisos adicionales para exportar algunos productos relacionados con este mineral, que se utiliza para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y lubricantes para los sectores de maquinaria, petroquímica, defensa y aeroespacial....
Continúa el peloteo en la guerra comercial y tecnológica entre Washington y Pekín. China, el mayor productor y comerciante de grafito del mundo, anunció este viernes que exigirá permisos adicionales para exportar algunos productos relacionados con este mineral, que se utiliza para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y lubricantes para los sectores de maquinaria, petroquímica, defensa y aeroespacial. Si bien el Ministerio de Comercio del gigante asiático alegó que se trata de un paso “para salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales” y que “no está dirigido contra ningún país en concreto”, el anuncio llega apenas unos días después de que Estados Unidos impusiera nuevas restricciones a la venta de tecnología a empresas chinas, en medio de las crecientes tensiones y el pulso geopolítico entre ambas potencias.
A partir del 1 de diciembre, China requerirá una licencia especial para la exportación de tres tipos de grafito “altamente sensibles”, que ya se encontraban temporalmente sujetos a un control, informó la cartera de Comercio y la Administración General de Aduanas a través de un comunicado. Entre los artículos restringidos se incluyen tres tipos de grafito sintético de alta pureza, resistencia y densidad, seis tipos de grafito natural en escamas, y sus derivados. No obstante, el país ha suprimido los controles que pesaban de manera temporal sobre cinco artículos de grafito menos sensibles, pero necesarios en industrias básicas como la siderúrgica, metalúrgica y química.
China produjo cerca del 65% de los suministros de grafito del planeta en 2022, según el informe anual del Servicio Geológico de Estados Unidos sobre este mineral. Además, refina más del 90% del grafito mundial que se utiliza en los ánodos de las baterías de vehículos eléctricos y posee cerca del 100% de la cuota del mercado en otros productos acabados de grafito, según el Institute for Energy Research, un grupo de investigación con sede en Washington. Sus principales destinos de exportación son Estados Unidos, Corea del Sur, Polonia, Japón y la India, según datos de las autoridades aduaneras chinas. El máximo portavoz del Gobierno nipón, Hirokazu Matsuno, ha asegurado que su país “tomará las medidas apropiadas” si encuentra evidencias de que las nuevas restricciones violan las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Consecuencias inmediatas
Desde la consultora surcoreana New Electric Partners consideran que cualquier prohibición de los materiales de los ánodos –la parte de las baterías que libera electrones durante la descarga– sería “increíblemente significativa”. “Todo el sector de las baterías de coche depende de los ánodos, y casi todos proceden de China”, cita el diario británico Financial Times. “No es que el resto del mundo no pueda ponerse al día, puede hacerlo, pero no ocurrirá de la noche a la mañana”, apostillan estos expertos.
Según Chang Ke, analista de la consultora Mysteel, citado por Reuters, las nuevas medidas garantizarán a China el suministro nacional de grafito para uso militar y aeroespacial, por ejemplo, para fabricar baterías. China ha reducido la extracción de grafito natural en los últimos años para proteger el medio ambiente, y, en su lugar, ha aumentado la producción de grafito sintético desde 2021. De acuerdo con datos de Mysteel, la forma sintética representa ahora el 70% de la producción total china.
La nueva exigencia de Pekín coincide con un momento en el que muchos gobiernos extranjeros están aumentando su presión sobre las firmas chinas. La Unión Europea sopesa imponer aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China, escudándose en que se benefician injustamente de subvenciones, mientras que la Casa Blanca lleva meses restringiendo el acceso de las compañías del gigante asiático a tecnología y herramientas críticas para la fabricación de semiconductores y chips de inteligencia artificial.
Restricciones de parte y parte
A principios de semana, el Gobierno estadounidense endureció esos controles e incluyó la suspensión de ventas de los chips de inteligencia artificial más punteros fabricados por Nvidia. El Ministerio de Comercio chino calificó el miércoles la medida como “actos unilaterales de intimidación”.
Ante las crecientes limitaciones impuestas por Washington, Pekín ha respondido endureciendo los protocolos de exportación de materias primas que son esenciales para la producción de varias tecnologías clave, aprovechando el dominio de su país sobre estos recursos. Desde el 1 de agosto, China requiere más autorizaciones para la venta de metal de galio y el germanio, que se utilizan en industrias estratégicas, como los vehículos eléctricos, los microchips y algunos sistemas de armamento militar.
Esos controles, al igual que los de grafito, obligan a las compañías extranjeras a obtener permisos adicionales, lo que no equivale a una prohibición, pero genera incertidumbre entre los productores que dependen de fabricantes chinos. Aunque, de momento, la limitación a la exportación de galio y germanio no ha alterado de manera significativa las compras de los importadores, sí que ha provocado una subida de los precios.
Por eso, algunos analistas opinan que no está claro el impacto que tendrán a corto plazo las nuevas medidas sobre el grafito. “Este control no es una prohibición total, y ya hemos visto que la limitación temporal que se impuso no ha tenido repercusiones significativas en ninguna industria”, afirma Ivan Lam, analista de Counterpoint Research, citado por Reuters. No obstante, Lam apunta que probablemente el precio medio del mineral subirá “debido a los desequilibrios entre la oferta y la demanda” y recuerda que Rusia era uno de los principales proveedores de grafito antes de la guerra.
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