Target cierra nueve tiendas en grandes ciudades de EE UU por el auge de los robos y la violencia
La compañía dice que la “delincuencia organizada” amenaza la seguridad de sus empleados y clientes
La violencia y los robos se están convirtiendo en un problema cada vez mayor para las empresas de comercio minorista de Estados Unidos. Este martes, el grupo de distribución Target, uno de los mayores del país, ha anunciado el cierre de nueve establecimientos en grandes ciudades de Estados Unidos alegando problemas de seguridad.
“No podemos seguir explotando estas tiendas porque los robos y la delincuencia organizada en el comercio minorista amenazan la seguridad de nuestro equipo y nuestros clientes, y contribuyen a unos resultados empresariales insostenibles. Sabemos que nuestras tien...
La violencia y los robos se están convirtiendo en un problema cada vez mayor para las empresas de comercio minorista de Estados Unidos. Este martes, el grupo de distribución Target, uno de los mayores del país, ha anunciado el cierre de nueve establecimientos en grandes ciudades de Estados Unidos alegando problemas de seguridad.
“No podemos seguir explotando estas tiendas porque los robos y la delincuencia organizada en el comercio minorista amenazan la seguridad de nuestro equipo y nuestros clientes, y contribuyen a unos resultados empresariales insostenibles. Sabemos que nuestras tiendas desempeñan un papel importante en sus comunidades, pero solo podemos tener éxito si el entorno de trabajo y de compra es seguro para todos” dice el comunicado de la compañía.
Target asegura que ha invertido mucho en estrategias para prevenir y detener “los robos y la delincuencia organizada” en sus tiendas, incorporando más miembros al equipo de seguridad, contratando servicios de vigilancia de terceros e implantando herramientas disuasorias de robos en todo su negocio. “A pesar de nuestros esfuerzos, lamentablemente, seguimos enfrentándonos a retos fundamentales para operar estas tiendas con seguridad y éxito”, concluye.
Las tiendas que se cierran están tres en Portland, tres en el área de San Francisco y Oakland, dos en Seattle y una en Nueva York. La compañía, que opera establecimientos de gran formato donde vende alimentación, moda, complementos y artículos para el hogar, tiene numerosas tiendas abiertas en esos mismos mercados. Más allá de los problemas de seguridad, la empresa se ha visto afectada por la inflación y el cambio de hábitos de los consumidores, que han optado por enseñas más económicas, como Walmart.
La empresa asegura que seguirá luchando contra el hurto y la delincuencia organizada en el comercio minorista con importantes inversiones para mantener la seguridad de sus tiendas. Entre sus medidas está la contratación de más personal de seguridad y servicios de vigilancia de terceros. También, de forma limitada, implantación de herramientas como cajas con cerradura para las categorías de mercancías más propensas al hurto. Asimismo, dará formación a los responsables de las tiendas y a los miembros del equipo de seguridad para que puedan protegerse y reducir los posibles problemas de seguridad asociados a incidentes de delincuencia organizada en el comercio minorista y aumentará las inversiones en tecnología.
En paralelo, colaborará con las autoridades y otras empresas del sector para impulsar iniciativas que mejoren la seguridad. Entre ellas está impulsar en el Congreso la Ley de Lucha contra la Delincuencia Organizada en el Comercio Minorista, que crea un grupo de trabajo de organismos federales para combatir el hurto y la delincuencia organizada. Target organizará visitas a tiendas de miembros del Congreso, legisladores estatales, funcionarios municipales, fiscales de distrito, fuerzas de seguridad y socios de la comunidad local para informar sobre sus esfuerzos en la materia y abogar por soluciones y cooperación.
Al margen de los problemas de delincuencia común y organizada, Target ha sufrido este año el acoso de activistas conservadores en protesta por la mercancía que vendía en el mes del Orgullo. La campaña homófoba pasó también factura a sus ventas. La facturación cayó un 4,9% en el segundo trimestre, hasta 24.384 millones de dólares (unos 22.300 millones de euros). La empresa rebajó las previsiones para el resto del año, aunque sorprendió con unos beneficios mayores que lo esperado.
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