Las operadoras insisten en que las grandes tecnológicas paguen por el uso de red
Los representantes de Orange, Vodafone y Telefónica denuncian que los gigantes de internet se aprovechan de las mejoras del servicio sin aportar una retribución a cambio
Las operadoras de telecomunicaciones españolas vuelven a reclamar a las plataformas generadoras de contenidos que paguen por la infraestructura de red que utilizan para brindar sus servicios. Las telecos más representativas de la industria alegan que debido a la gran cantidad de competidores en el mercado y al continuo crecimiento del tráfico en la red —que implica más inversión y mantenimiento—, los beneficios están disminuyendo cada añ...
Las operadoras de telecomunicaciones españolas vuelven a reclamar a las plataformas generadoras de contenidos que paguen por la infraestructura de red que utilizan para brindar sus servicios. Las telecos más representativas de la industria alegan que debido a la gran cantidad de competidores en el mercado y al continuo crecimiento del tráfico en la red —que implica más inversión y mantenimiento—, los beneficios están disminuyendo cada año, lo que está mermando su capacidad de invertir para ampliar y mejorar los servicios. Concretamente, han sido los representantes de Orange, Vodafone y Telefónica quienes han denunciado que las grandes plataformas, como Alphabet, Meta y Netflix, se benefician directamente de las mejoras de la red sin aportar una retribución a cambio. El debate viene de lejos. Mientras las operadoras sufren los efectos de un mercado hiperrregulado y con ingresos a la baja, las tecnológicas no deben someterse a ese corsé normativo y tienen pingües beneficios sin necesidad de grandes inversiones. No es de extrañar que las telecos se refieran a este pago por el uso de la red como “contribución justa”, en tanto que las plataformas se quejen de que, en realidad, es una “tasa encubierta”. Este ha sido el tema sobre el que ha girado la décima tercera edición del foro de la Gobernanza de internet celebrado este lunes en la Universidad Politécnica de Madrid.
Al evento también han acudido portavoces de Meta (empresa matriz de Facebook) y Google, quienes sostienen que sin la existencia de sus servicios en línea los usuarios no contratarían planes de internet y que, aunque reconocen que existe un problema tarifario, no creen que la solución pase por la imposición de un impuesto. Ignacio Vela, responsable de políticas públicas de Google en España, ha defendido que “cada actor juega su papel y no existen relaciones de aprovechamiento“. El portavoz de la tecnológica reconoce que el tráfico ha crecido, pero cree que esto ya no es un problema porque las capacidades de la red han mejorado a la par y cita como ejemplo el buen rendimiento de las redes durante el confinamiento por la pandemia. “El servicio aguantó perfectamente, pero no solo gracias a los operadores, sino también por la colaboración de los generadores de contenido, que también han invertido en mejorar el ecosistema”, afirma.
José Luis Zimmermann, portavoz de Meta, ha argumentado que la fibra óptica desplegada en Europa es más que suficiente para cubrir la demanda de los clientes, que cada vez requieren una mejor conexión para los nuevos servicios que ofrecen las compañías, como, por ejemplo, el metaverso. Las telecos españolas, por su parte, sostienen que los objetivos de la Agenda 2030 están en riesgo ya que existe un déficit de 375.000 millones de euros en inversión para la mejora de infraestructuras en el bloque europeo. María Merino, representante de Orange, ha concretado que, si nada cambia, “Europa se enfrenta a tener al 10% de su población sin conectividad Gigabit para finales de la década“. Para Merino, los operadores no tienen capacidad de negociación para que se produzca este pago “justo” debido al poder de mercado que tienen las grandes plataformas, por lo que pide a la Comisión Europea que establezca condiciones equitativas para llegar a un acuerdo.
David Frautschy, director de asuntos regulatorios y gubernamentales europeos de Internet Society, que intervino de manera telemática en el foro, considera que cuando el mundo mira los resultados de las operadoras de telecomunicaciones “la película es diferente”. “La mayoría de operadoras presenta buenos resultados”, sostiene. Además, señala que la imposición de tasas fragmentaría internet. “Ciertos contenidos no llegarían a algunos clientes porque las operadoras no se pusieron de acuerdo con la distribuidora”, responde ejemplificando las consecuencias que podría tener un posible trato entre operadoras y plataformas. “Al final sería el consumidor el que termine pagando, porque las grandes tecnológicas trasladarían esa tasa al consumidor”, concluye.
El debate cruza fronteras
El debate se ha trasladado a Bruselas, donde la Comisión Europea abrió en febrero una consulta pública para determinar si las grandes plataformas deben pagar un peaje a las operadoras para garantizar que todos los agentes contribuyan de manera “justa y equitativa” a las inversiones de la infraestructura. “Lo que estamos viendo hoy es mucho más importante que la pelea entre operadoras y plataformas”, aseveró el comisario Europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, en su día. El resultado de la consulta aún no se ha hecho público.
A inicios de este año Netflix se negaba rotundamente a contribuir a la financiación de las redes que usa para proveer su servicio de streaming a nivel global. El consejero delegado de la empresa, Greg Peter, justificó la decisión argumentando que el “impuesto” reduciría la inversión en contenidos, “perjudicando a la comunidad creativa”. Sin embargo, la empresa líder en la distribución de series y películas llegó a un acuerdo hace dos semanas con SK Telecom, el mayor proveedor de internet de Corea del Sur, para financiar una parte del mantenimiento de la red del país. Esto ocurrió después de que el tráfico de internet del país asiático aumentase en más del 1.000% en cuatro años, principalmente debido al éxito de varias producciones coreanas como el Juego del Calamar.
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