La movilidad territorial de los trabajadores sube ligeramente, aunque un 29% de los parados sigue residiendo donde nació

España es un país donde tradicionalmente la movilidad dentro del territorio de los trabajadores es más bien escasa. En 2023 el porcentaje de ocupados que ha cambiado de municipio de residencia en el último año es del 2,6%, frente al 2,4% de 2022, lo que supone un leve ascenso y, además, retoma la tendencia alcista de este indicador que ...

España es un país donde tradicionalmente la movilidad dentro del territorio de los trabajadores es más bien escasa. En 2023 el porcentaje de ocupados que ha cambiado de municipio de residencia en el último año es del 2,6%, frente al 2,4% de 2022, lo que supone un leve ascenso y, además, retoma la tendencia alcista de este indicador que se interrumpió tras la pandemia, según las cifras de la Estadística de Movilidad Laboral y Geográfica de 2023, publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esto significa que de los 20,4 millones de ocupados que toma de referencia esta estadística en el primer trimestre de este año, apenas 531.100 han cambiado su lugar de residencia, ya que llevan residiendo en el municipio actual menos de un año. Por su parte, hay 16.822.300 ocupados (el 82,2% del total) que llevan cinco o más años en el mismo municipio.

Aunque quizás uno de los datos que reflejan más esta tendencia al inmovilismo territorial dentro del mercado de trabajo lo ilustra una sola cifra: casi uno de cada tres ocupados (28,9%) no ha cambiado de municipio de residencia desde su nacimiento. Y cuando sí se han mudado este año o el anterior, el 40,6% ha cambiado de municipio dentro de la misma provincia; el 4,4% procedía de otra provincia de la misma comunidad autónoma; el 13,7% de otra comunidad; y el 12,5% de otro país.

Esta tendencia a no cambiar de residencia por motivos laborales llama aún más la atención si se tiene en cuenta que el mercado laboral español es el que tiene la tasa de paro más alta, lo que puede interpretarse que ni siquiera estar en situación de desempleo anima a los parados a trasladarse para encontrar trabajo en otro municipio. De hecho, el porcentaje de estas personas que sigue viviendo en su lugar de nacimiento es aún mayor que entre los ocupados, escalando al 29,2%. No obstante, la movilidad entre los desempleados también está aumentando tímidamente. Así, el número de parados que cambió de municipio de residencia en los doce meses anteriores alcanzó el 4,4% en 2023, frente al 4% de un año antes.

Entre los colectivos que tienden más a cambiar de lugar de residencia están, con diferencia, los trabajadores más jóvenes —en el último año, 247.900 ocupados entre 16 y 34 años (el 5,0% del total, el doble que la media nacional) han cambiado de municipio; mientras que entre los de 55 años y más, tan solo lo hicieron 29.800 ocupados (el 0,7% del total)—. Y también registran una mayor movilidad los extranjeros (el 7,4% cambió de residencia en el último año frente al 1,9% de los españoles). Es más, casi nueve de cada diez ocupados españoles lleva residiendo en el mismo municipio cinco años o más, en comparación con el 55% de los trabajadores extranjeros en esa situación.

La temporalidad y antigüedad en el empleo, factores decisivos

Otras circunstancias que, según esta estadística, determinan una mayor o menor movilidad territorial entre los trabajadores son la antigüedad de los ocupados en su empleo y el tipo de contrato. Así, están más dispuestos a cambiar de residencia quienes llevan trabajando menos de un año en su empleo actual (el 6,5% de estos se movió a otro municipio en el último año, frente al 1,1% de quienes llevaban seis o más años en su empleo actual).

Mientras que el porcentaje de los asalariados con contrato temporal que se mudaron a otro territorio en el último año (el 4,2%) prácticamente duplicó a los que lo hicieron teniendo un contrato indefinido (2,4%). Además, ocho de cada diez trabajadores fijos lleva residiendo en el mismo municipio cinco años o más, frente al 77,9% de los contratados temporales.

En cuanto a lugares de residencia, las comunidades autónomas con mayor movilidad geográfica de los ocupados durante el último año son Canarias (el 3,5% de ellos se mudó); Comunidad Valenciana (3,3%) e Islas Baleares y Comunidad de Madrid (un 3,1% cada una). Por su parte, las que tienen menor movilidad son Extremadura (1,2%), Principado de Asturias (1,5%) y Aragón (1,6%).

Respecto a los parados, las comunidades con menor movilidad geográfica —medida en términos del mayor porcentaje de desempleados residentes en cada una de ellas que no han cambiado de municipio de residencia durante al menos los últimos cinco años—, son Andalucía (el 86,5% de los desempleados vive en el mismo sitio desde hace al menos un lustro), Extremadura (86,3%) y Cantabria (81,4%). Por su lado, aquellas en las que los parados tienen mayor movilidad son Comunidad Foral de Navarra (64,6%), País Vasco (70,1%) y Cataluña (70,3%).

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